Paul Éluard

A medianoche

Se abren puertas se descubren ventanas

Un fuego se enciende y me deslumbra

Todo se decide encuentro

Criaturas que yo no he deseado.


He aquí el idiota que recibía cartas del exterior

He aquí el anillo precioso que él creía de plata

He aquí la mujer charlatana de cabellos blancos

He aquí la muchacha inmaterial

Incompleta y fea bañada de noche y de miseria

Cargada de absurdas plantas silvestres

Su desnudez su castidad sensibles de cualquier parte

He aquí el mar y barcos sobre mesas de juego

Un hombre libre otro hombre libre y es el mismo

Animales exaltados ante el miedo con máscara de barro

Muertos prisioneros locos todos los ausentes.


Pero tú por qué no estás aquí tú para despertarme


Paul Éluard en La vía inmediata  (La vie immédiate) [1932]