Marosa Di Giorgio

Los hongos nacen en silencio; algunos nacen en silencio...

Los hongos nacen en silencio; algunos nacen en silencio;

otros, con un breve alarido, un leve trueno. Unos son

blancos, otros rosados, ése es gris y parece una paloma,

la estatua de una paloma; otros son dorados o morados.

Cada uno trae -yeso es lo terrible-- la inicial del muerto

de donde procede. Yo no me atrevo a devorarlos; esa carne

levísima es pariente nuestra.

Pero, aparece en la tarde el comprador de hongos y

empieza la siega. Mi madre da permiso. El elige como un

águila. Ese blanco como el azúcar, uno rosado, uno gris.

Mamá no se da cuenta de que vende a su raza.