La Reina que baila lindo.

El sábado 7 de enero del corriente año se llevará a cabo el Baile de Coronación de la comparsa Yeroquí Porá y la principal protagonista relata cómo vive este momento.

El carnaval comienza a sentirse cada vez más calurosamente en la ciudad de Esquina. Los tambores y redoblantes anticipan la llegada de “ese” momento del año en el que la pasión provoca que se ericen las pieles.

La comparsa Yeroquí Porá es la primera en coronar a su vigésimo octava Reina, Rocío Barrías, este sábado en el club bailable “La Moro Multiespacio”. Presentará a “Los Académicos” como su banda oficial y a algunas figuras destacadas, en un show a pura batucada con su Escuela de Samba.

No se puede negar el empeño que los y las integrantes de la comparsa ponen en juego para crecer y mostrar, en cada edición, su mejor versión.

Rocío hizo hincapié en el compromiso de quienes forman parte de la misma, destacando el valiosísimo aporte profesional y personal del diseñador y coreógrafo Marcelo Galvaliz, quien está atento a cada detalle, para que las bailarinas se luzcan y brillen al igual que sus trajes.

También el inmenso trabajo de Marcelo Segovia y los chicos del taller, encargados del armado de la estructura de la carroza.

Expresó que se siente entusiasmada y orgullosa de formar parte de su comparsa y comentó: “hacemos un esfuerzo enorme para poder salir la primera noche y que todo esté bien o que un espaldar no se quiebre, por ejemplo. Hay mucho laburo detrás de eso… es algo que no sé si se notará o si se llegase a valorar completamente, porque uno disfruta del momento, cuando está todo armado. Pero detrás de todo eso hay un laburo tremendo…”

Y, por supuesto, manifestó su profundo agradecimiento a su familia –a sus cuñadas, hermanas, madre, padre y amigas- quienes la acompañan incondicionalmente, en esta etapa tan importante para ella. “Ellos, están tan involucrados como yo, en cada detalle de lo que necesite, como cuando tengo que asistir a los ensayos y ya son dos o tres horas que se pierden y me dan la tranquilidad de que ellos se están encargando”. Contó con mucha alegría.

Es que, sin dudas, el carnaval une y genera sensaciones, que serían inexplicables en otro contexto. Es alegría, es bailar y alentar a los gritos a quienes nos transmiten su pasión, sin importar los colores a los cuales representan. En este sentido, la Soberana de Yeroquí Porá dijo: “el fanatismo va más por el lado del Carnaval, que por una comparsa en particular”. Y agregó: “soy de Carú Curá y mi corazón es de Yeroquí, pero mi cuerpo siempre está feliz cuando pasa Yasí Berá, o Esquina Samba Show. Uno no puede evitar la alegría que le generan nuestros carnavales”.

Ha llegado el momento de disfrutar la experiencia de valorar el esfuerzo, la dedicación y las emociones de cada comparsero y comparsera, reflejados en tres noches únicas.