El movimiento involuntario y cierre de pupilas es signo de intoxicación
Mezclar alcohol con bebidas energizantes (con taurina y cafeìna) provoca tres principales riesgos: reducciòn de la sensibilidad de los signos de intoxicaciòn de alcohol; deshidrataciòn (lleva a diarrea, nauseas, vòmito, fatiga, dolor de cabeza, incremento en las pulsaciones del corazòn, calambres musculares y una "goma" màs fuerte); y por ùltimo una mezcla de mensajes al sistema nervioso central resultando en problemas cardiovasculares (palpitaciones) y dificultad para dormir.
Para reducir riesgos no consumir màs de dos bebidas energèticas, no olvidarse que el efecto enmascara los signos de intoxicaciòn, no manejar, te deshidratas y no mezclar con estimulantes y depresivos.
Si se te pasa la mano en cualquiera de ambos, puedes experimentar un estado muy poco placentero. Aumenta la posibilidad de lipotimia (bajada drástica de presión) conocida como "EMPALIDAR", especialmente cuando la marihuana es consumida luego de una ingesta previa de licor. Apenas la línea en el consumo de alcohol es rebasada, es posible que el vómito se presente con mayor facilidad, acompañado de la sensación conocida como “la cama voladora, helicóptero”, caracterizada por mareos que se hacen más intensos al cerrar los ojos generando que busques "anclarte a la cama", Que puede terminar en desmayos. Recuerda que si vas a combinar ambas sustancias reduces el riesgo de descompensación al consumir la marihuana previo al alcohol.
La mezcla de estas sustancias genera un compuesto tóxico llamado coca-etileno, un metabolito de gran poder tóxico. ¡Ten cuidado! Puedes hacer mucho daño a tu hígado
Los efectos se contrarrestan y se puede acabar tomando más de cada sustancia aumentando la posibilidad de intoxicación
Se potencian y aumenta el riesgo de complicaciones por depresión del Sistema Nervioso Central.
Aumenta la posibilidad de paro cardiorrespiratorio. No se recomienda mezclarlos debido a que ambas sustancias son depresoras y son muy adictivas.
No la vas a pasar bien. Puedes tener efectos físicos desagradables (vómito, mareo, desmayos, temblores) y psicológicos (exacerbación de la paranoia o del “mal viaje”).
El alcohol interactúa con todas las anfetaminas de una manera muy peligrosa, puede que se llegue a perder un poco la estimulación placentera del MDMA debido a los efectos depresores del alcohol que no permiten que suba por completo el estado de ánimo, pero la carga bioquímica y la alteración se multiplica, no se suma. Esto provoca que el tomar una sola dosis con una sola copa, tiene el efecto equivalente de tomar dos dosis y dos copas y el riesgo aumenta mucho. Además la pérdida de fluidos y sensación de resequedad propia del MDMA aumenta significativamente al consumir alcohol, ocasionando un aumento en el riesgo de deshidratación.