Orgullo y prejuicio

Jane Austen

Muchos lectores contemporáneos descubrimos las novelas de Jane Austen gracias a las adaptaciones cinematográficas que se han hecho de ellas en las últimas décadas: Sentido y sensibilidad (Ang Lee, 1995), Emma (Douglas McGrath , 1996); Orgullo y prejuicio (Joe Wright, 2005), entre otras.

Jane Austen (Inglaterra, 1775-1817) es, para algunos, una mujer conservadora y una escritora costumbrista; para otros, una feminista precoz y una escritora extraordinaria. ¡Tendréis que juzgar por vosotros mismos!

El mundo que Jane Austen refleja en sus novelas es el que ella mismo vivió en los inicios de la revolución industrial en Inglaterra, momento en que la burguesía rural entra en declive y se ve abrumada por serios apuros económicos. El dinero, las preocupaciones materiales, serán vitales en los personajes de Jane Austen, como la necesidad de hacer "un buen matrimonio" es el horizonte vital de sus protagonistas femeninas. Ahora bien, la protagonista de todas y cada una de sus novelas es una mujer fuerte que hace alarde de una inteligencia a la altura (o por encima) de los hombres que la rodean y que, aun sin renunciar al matrimonio, busca que en este prevalezca el amor y no el interés.

Os proponemos el visionado de la película Orgullo y prejuicio -adaptación de la más célebre de sus novelas- para que luego podáis debatir en torno a algunos de los temas apuntados. ¡Disfrutadla!

Cuestiones para el coloquio

El coloquio girará en torno a los dos temas centrales de Orgullo y prejuicio: el matrimonio y la educación de las mujeres. Pero, antes de empezar, decid: ¿cuál es vuestro personaje favorito y cuál os causa más rechazo? 

El matrimonio

La novela de Jane Austen comienza con esta frase: 

"Es una verdad universalmente aceptada que un soltero con posibles ha de buscar esposa."

Sin embargo, es una mujer casada -la señora Bennett- la más obsesionada con el matrimonio en la obra y Jane Austen deja muy claro que la mujer tiene como objetivo en la vida encontrar un buen partido.



Orgullo y prejuicio es, claro, una novela de amor. Pero son muchos "los amores" que aparecen entre sus páginas, y muy diferentes los vínculos que tienen entre sí quienes antes o después se van a unir en matrimonio. Os proponemos que comparéis las relación de cuatro de las parejas protagonistas de la novela: los esposos Bennet, Charlotte y el reverendo Collins, Lydia y Wickam, Jane y el señor Bingley y Lizzy y Darcy.

a) El señor y la señora Bennet

"Si las opiniones de Elizabeth sobre el matrimonio procedieran exclusivamente de su propia familia, no hubiera tenido una imagen muy favorable de la felicidad conyugal ni del bienestar doméstico. Su padre, cautivado por la juventud y la belleza, y esa apariencia de buen humor que a menudo las acompaña, se había casado con una mujer cuyas escasas luces y estrechez de miras habían matado muy pronto su afecto por ella. Respeto, estima y confianza desaparecieron para siempre, derrumbándose todas las ideas del señor Bennet sobre la felicidad doméstica. Pero su carácter no le llevó a buscar alivio para la decepción provocada por su imprudencia en ninguno de los placeres que con demasiada frecuencia consuelan a los que sufren por sus locuras o sus vicios. Al señor Bennet le gustaban el campo y los libros; y de esos gustos derivaban sus principales placeres. Con su esposa solo estaba en deuda porque la señora Bennet contribuía a divertirlo con su ignorancia y sus tonterías. No es esa la clase de felicidad que, en general, un hombre desearía deber a su esposa; pero cuando no existe otra posibilidad de diversión, el verdadero filósofo sabe sacar provecho de lo que se le ofrece.

Elizabeth, sin embargo, nunca había cerrado los ojos a los defectos del comportamiento de su padre en cuanto esposo. Siempre los había visto con tristeza; pero como respetaba su inteligencia y le agradecía el trato afectuoso que tenía con ella, se esforzaba por olvidar lo que no podía pasar por alto, y por borrar de sus pensamientos sus continuas transgresiones contra los deberes y el decoro conyugal, sumamente reprensibles porque exponían a su esposa al desprecio de sus propias hijas."

b) Charlotte y el Reverendo Collins

- Mi querida Elizabeth, he venido a darte una buena noticia. El señor Collins y yo estamos comprometidos. [....]Por el amor de Dios, Lizzy, no me mires así. No hay razón para que no sea con él tan feliz como con otro cualquiera.

-Pero es ridículo!

- ¡Calla! No todas podemos permitirnos ser románticas. ¡Me ofrece una casa confortable y protección! Tengo mucho que agradecerle. Tengo 27 años, no tengo dinero ni perspectivas, ya soy un peso para mis padres y estoy asustada. Así que no me juzgues, Lizzie, no te atrevas a juzgarme.

c) Lydia y Wickam

"Por la tarde Lydia propuso con insistencia que fuesen todas a Meryton para ver cómo estaban todos; pero Elizabeth se opuso enérgicamente. No quería que se dijera que las señoritas Bennet no podían estarse en casa medio día sin ir detrás de los oficiales." 

"No cabía suponer que el tiempo diese a Lydia aquella mesura de la que siempre había carecido. Su tranquilidad de espíritu y su desenfado iban en aumento. Estaba impaciente por ver a la señora Philips, a los Lucas y a todos los demás vecinos, para oír cómo la llamaban «señora Wickham». Mientras tanto, después de comer, fue a enseñar su anillo de boda a la señora Hill y a las dos criadas para presumir de casada.

––Bien, mamá ––dijo cuando todos volvieron al saloncillo––, ¿qué te parece mi marido? ¿No es encantador? Estoy segura de que todas mis hermanas me envidian; sólo deseo que tengan la mitad de suerte que yo. Deberían ir a Brighton; es un sitio ideal para conseguir marido. ¡Qué pena que no hayamos ido todos!"

"Cómo Wickham y Lydia podrían sobrevivir con razonable independencia era algo que Elisabeth no lograba imaginar. Pero preveía sin dificultad la escasa felicidad duradera reservada a una pareja que solo había llegado a unirse porque su pasión era más poderosa que su virtud." 

d) Jane y el señor Bingley

Hablemos del matrimonio entre Jane y Bingley. Quizá se puede enmarcar en la idea romántica de un amor lleno de obstáculos que llega felizmente a término. Veamos algo más. 

Decid si estáis de acuerdo o no con las siguientes afirmaciones y por qué:

El señor Bennet imagina lo que será el matrimonio de su hija mayor dirigiéndole estas palabras que en la adaptación película dirige a la señora Bennet. ¿Creéis que este matrimonio será como él dice? ¿Por qué?

–Te felicito. Serás una mujer muy feliz. 

Jane fue inmediatamente a darle un beso y agradecerle su bondad.

––Eres una buena chica––replicó él–, y me complace mucho pensar que vas a estar tan felizmente casada. No me cabe la menor duda de que os llevaréis muy bien. Vuestra manera de ser tiene muchos puntos en común. Estáis los dos tan dispuestos a ceder que nunca resolveréis nada; sois tan buenas personas que os engañarán todos los criados; y tan generosos que siempre gastaréis por encima de vuestros ingresos.

e) Lizz y Darcy

El título de la novela tiene mucho que ver con la relación de amor de la pareja protagonista. ¿A qué orgullo y a qué prejuicio se refiere el título?


Anteriormente se ha comentado la visión de Elizabeth sobre otras parejas. Está claro que tenía una forma de entender el matrimonio diferente a la de su hermana Jane, su amiga Charlotte y a la de sus padres. ¿En qué estriba esta diferencia? ¿Creéis que es un amor más auténtico? ¿Por qué?

Empezó entonces a comprender que Darcy era exactamente, por su modo de ser y su talento, el hombre que más le habría convenido. El entendimiento y el carácter de Darcy, aunque no semejantes a los suyos, habrían colmado todos sus deseos. Su unión habría sido ventajosa para ambos: con la soltura y la viveza de ella, el temperamento de él se habría suavizado y habrían mejorado sus modales. Y el juicio, la cultura y el conocimiento del mundo que él poseía le habrían reportado a ella importantes beneficios. 

«¡Y de este lugar», pensó Elizabeth, «podría ser la señora! ¡Con estas habitaciones podrían estar ahora familiarizada! En lugar de verlas como una desconocida, podría disfrutarlas de ellas como mías y dar la bienvenida a mi tío y a mi tía Pero no» recapacitó; «eso no podría ser; habría perdido a mis tíos; nunca se me hubiera permitido invitarlos.»

La educación de la mujer

A lo largo de toda la novela queda patentelLa visión crítica que Jane Austen proyecta sobre la educación que recibe las mujeres dirigida fundamentalmente a encontrar marido, pero también es bastante crítica con otros aspectos de la educación de la mujer. Recordemos algunos ejemplos . 

"Nadie puede estimarse realmente perfecto si no sobrepasa en mucho lo que se encuentra normalmente. Una mujer debe tener un conocimiento profundo de música, canto, dibujo, baile y lenguas modernas. Y además de todo esto, debe poseer un algo especial en su aire y manera de andar, en el tono de su voz, en su trato y modo de expresarse; pues de lo contrario no merecería el calificativo más que a medias."

––¡Que no han tenido nunca institutriz! ¿Cómo es posible? ¡Cinco hijas educadas en casa sin institutriz! Nunca vi nada igual. Su madre debe haber sido una verdadera esclava de su educación.

Elizabeth casi no pudo reprimir una sonrisa al asegurarle que no había sido así.

––Entonces, ¿quién las educó? ¿Quién las cuidó? Sin institutriz deben de haber estado desatendidas.

––En comparación con algunas familias, no digo que no; pero a las que queríamos aprender, nunca nos faltaron los medios. Siempre fuimos impulsadas a la lectura, y teníamos todos los maestros que fueran necesarios. Verdad es que las que preferían estar ociosas, podían estarlo.

Taller de escritura

Este fotograma recrea una escena muy común del Romanticismo, vemos a un personaje ante un abismo, observando una grandiosa naturaleza que parece estar reproduciendo el torbellino mental en el que se encuentra en ese momento. Una naturaleza que es confidente y cómplice. 

Elizabeth, como has visto, no es una joven como lo era la mayoría en su época, tiene sus propias convicciones, reflexiona y se interesa por asuntos que no interesaban a sus contemporáneas. En un momento dado dice:

Cuánto más veo cómo es el mundo, más me desagrada; y todos los días confirmo mi creencia en la incoherencia de los seres humanos, y en la poca confianza que se puede depositar en las apariencias del mérito o de la inteligencia 

En este momento de la película, Elisabeth se encuentra en un punto muerto en su vida, te proponemos que escribas los pensamientos que podría tener en ese instante. ¿Qué estará pensando? ¿Qué simboliza ese abismo? ¿Qué perspectivas de vida tiene? ¿Qué dudas se plantea? ¿Está angustiada? ¿Triste o feliz?... Para ello te ofrecemos estas pautas

La posibilidad de encontrarse con el señor Darcy mientras visitaban sus propiedades se le ocurrió al instante. ¡Sería espantoso! La simple idea le hizo enrojecer; y pensó sincerarse con su tía antes de correr semejante peligro.

                                                         ¡Sería espantoso!

DOS FINALES

La novela no acaba en el mismo punto que en la película . En la novela, por ejemplo, Elizabeth y Darcy se cuentan mutuamente cuándo y cómo se enamoraron. 

Elizabeth quiso que el señor Darcy le explicara cómo había llegado a enamorarse de ella.

––¿Cómo empezaste? ––preguntó––.[...]

––No podría precisar ni la hora, ni el lugar, ni la mirada, ni las palabras que colocaron cimientos. Hace demasiado tiempo. Ya estaba a mitad de camino antes de saber que había empezado.

––Pues a mi belleza te resististe desde el primer momento y, en cuanto a mis modales... mi comportamiento contigo estuvo siempre al borde de la descortesía, y cuando te dirigía la palabra siempre estaba dispuesta a molestarte más que a otra cosa. Vamos, sé sincero, ¿te gusté por mi impertinencia?

––Sin duda por la viveza de tu ingenio. 

––Será mejor que lo llames impertinencia sin andarte con rodeos. Era muy poco menos. La verdad es que estabas harto de cortesía, de deferencias, de exceso de atenciones. Estabas candado de mujeres que siempre hablaban y miraban y hasta pensaban con el único fin de conseguir tu aprobación. Yo desperté tu interés porque era muy distinta. Si no fueses tan buena persona, me habrías aborrecido; pero a pesar de tus esfuerzos por disimularlos, tus sentimientos han sido siempre nobles y justos, y, en el fondo de tu corazón, siempre has despreciado a las personas que tan asiduamente te cortejaban. 

En EEUU añadieron la siguiente escena porque el final de la película tal y como se estrenó en Europa no convencía al público. En este vídeo puede verse la escena añadida.