Los textos continuos son más habituales.
La organización de los textos discontinuos es diferente a la de los textos discontinuos.
Su comprensión requiere del uso de estrategias de lectura no lineal.
Textos discontinuos: cuadros, gráficos, temas, diagramas, mapas, formularios, imágenes...
Estos textos pueden aparecer en folletos informativos, folletos publicitarios, en el envase de u producto, una factura, un vale, una entrada, una invitación, una advertencia, un contarto, un certificado...
Poseer una buena competencia lectora es disponer de las habilidades lingüísticas necesarias para leer adecuadamente cualquier tipo de texto, así como reconocer los géneros y sus estructuras organizativas. Cuando comprendemos una lectura somos capaces de integrar la información con los conocimientos previos.