Cuando escuchamos hablar de delitos, muchas veces pensamos en grandes crímenes que salen en los informativos. Pero la realidad es que no todos los delitos son iguales ni tienen las mismas consecuencias. El Código Penal español distingue entre delitos leves, menos graves y graves, y cada uno de ellos lleva aparejadas penas diferentes y procedimientos específicos.
En CCN Abogados, en Santiago de Compostela, sabemos que enfrentarse a un proceso penal genera miedo, dudas y muchísima incertidumbre. Por eso, hemos preparado esta guía práctica y sencilla para que entiendas las diferencias entre cada tipo de delito, qué consecuencias legales tienen y cómo podemos ayudarte si te encuentras en una de estas situaciones.
Antes de entrar en materia, conviene recordar lo básico: un delito es una conducta recogida en el Código Penal que está prohibida por la ley y castigada con una pena.
En España, los delitos se clasifican en función de la gravedad de la pena que llevan asociada, y aquí es donde entran en juego las tres categorías:
Delitos leves
Delitos menos graves
Delitos graves
Esta clasificación no es un capricho: sirve para determinar qué juzgado será competente, qué procedimiento se seguirá y cuáles serán las posibles consecuencias para la persona acusada.
Los delitos leves son las infracciones penales de menor entidad. Antes se conocían como faltas, pero con la reforma del Código Penal de 2015 pasaron a llamarse delitos leves.
Se castigan con penas leves, que suelen consistir en:
Multas de pocos días a meses.
Trabajos en beneficio de la comunidad.
Privación de derechos (por ejemplo, órdenes de alejamiento).
Pequeños hurtos de menos de 400 euros.
Amenazas leves.
Coacciones leves.
Lesiones leves (sin tratamiento médico ni quirúrgico).
Injurias o vejaciones leves.
No generan antecedentes penales permanentes: se cancelan en un plazo muy corto (6 meses desde el cumplimiento de la pena).
Se tramitan por un procedimiento rápido y sencillo.
Son juzgados normalmente por el Juzgado de Instrucción en juicios rápidos o inmediatos.
En resumen: son las infracciones “menos graves” dentro del Código Penal, pero ojo, siguen siendo delitos, y una condena puede traer consecuencias personales y profesionales importantes.
Los delitos menos graves son el “punto intermedio”. Se castigan con penas menos graves, que van más allá de una simple multa, pero no alcanzan la severidad de los delitos graves.
Multas de más de 3 meses.
Prisión de 3 meses a 5 años.
Inhabilitación de hasta 5 años.
Prohibición de acercarse a la víctima por varios años.
Hurtos de más de 400 euros.
Estafas.
Lesiones que requieren tratamiento médico o quirúrgico.
Conducción bajo los efectos del alcohol o drogas (si supera ciertos límites).
Delitos de violencia de género en determinadas circunstancias.
Generan antecedentes penales que tardan más en cancelarse (entre 2 y 5 años según la pena).
Se tramitan en un procedimiento abreviado, con más garantías y complejidad que los juicios por delitos leves.
Pueden implicar ingreso en prisión, aunque muchas veces las penas se suspenden o sustituyen si la persona no tiene antecedentes.
Los delitos graves son las conductas más reprochables y peligrosas recogidas en el Código Penal. Se castigan con penas graves, que implican largas privaciones de libertad o inhabilitaciones importantes.
Prisión superior a 5 años (hasta 25, 30 o incluso prisión permanente revisable en casos muy concretos).
Inhabilitación absoluta o especial por más de 5 años.
Multas de más de 24 meses.
Homicidio y asesinato.
Agresiones sexuales con penetración.
Tráfico de drogas a gran escala.
Delitos de terrorismo.
Corrupción en la Administración pública.
Generan antecedentes penales graves, difíciles de cancelar (6 a 10 años después del cumplimiento de la pena).
Los procedimientos son largos y complejos, con fases de instrucción, juicio oral y posibilidad de recurso.
Pueden implicar prisión efectiva de larga duración.
La diferencia entre delito leve, menos grave y grave no es solo “un tecnicismo jurídico”. Tiene implicaciones prácticas muy importantes:
Afecta a la pena: no es lo mismo pagar una multa que enfrentarse a años de prisión.
Determina el procedimiento judicial: desde un juicio rápido hasta un procedimiento ordinario con jurado popular en casos muy graves.
Impacta en los antecedentes penales: un antecedente leve puede cancelarse en meses, mientras que uno grave puede acompañarte durante más de una década.
Condiciona tu vida laboral y personal: oposiciones, empleos, viajes al extranjero… tener antecedentes puede cerrarte muchas puertas.
Tanto si se trata de un delito leve como de uno grave, lo más importante es:
Contactar de inmediato con un abogado penalista. Cada declaración y cada paso cuentan.
No declarar sin asesoramiento. Lo que digas en comisaría o en el juzgado puede marcar el rumbo de todo el procedimiento.
Colaborar con tu defensa: aportar documentación, testigos o cualquier detalle que pueda ayudarte.
Mantener la calma: enfrentarse a un proceso penal es duro, pero con la estrategia adecuada se pueden minimizar las consecuencias.
En CCN Abogados sabemos que el derecho penal no admite improvisaciones. Tanto si te enfrentas a un delito leve como si la acusación es por un delito grave, necesitas a un profesional con experiencia, estrategia y compromiso.
Lo que nos diferencia:
✅ Especialización en derecho penal: conocemos a fondo los procedimientos y cómo afrontarlos.
✅ Cercanía y confianza: explicamos el proceso con un lenguaje claro, sin tecnicismos innecesarios.
✅ Defensa estratégica: adaptamos cada caso para buscar la mejor solución posible.
✅ Resultados contrastados: hemos acompañado a muchos clientes en situaciones similares, siempre con la máxima dedicación.
Los delitos leves, menos graves y graves no son lo mismo: cada uno tiene penas, procedimientos y consecuencias distintas. Pero todos tienen algo en común: si te enfrentas a un proceso penal, necesitas un abogado que te guíe, te asesore y defienda tus derechos desde el primer minuto.
En CCN Abogados, en Santiago de Compostela, estamos a tu lado para ayudarte, ya sea en un procedimiento rápido por un delito leve o en un juicio complejo por un delito grave.
César Crego - CCN Abogados.