Separarse nunca es fácil. Pero cuando hay hijos en común, lo importante es pensar en su bienestar por encima de todo.
En este post te explicamos, con palabras claras y sin líos legales, qué es la guarda y custodia compartida, cuándo se aplica, qué tipos hay, y qué tienes que saber si estás pasando por un proceso de divorcio o separación.
La guarda y custodia se refiere a con quién viven habitualmente los hijos tras una separación.
La custodia compartida significa que ambos progenitores se hacen cargo del cuidado diario de los hijos de forma equitativa o alterna. No significa que los hijos estén siempre al 50 % con cada uno, pero sí que ambos padres participan activamente en su educación, salud, rutina y decisiones importantes.
La custodia puede decidirse de dos maneras:
Por acuerdo mutuo: Los padres deciden juntos cómo repartir los tiempos y responsabilidades. Lo ideal.
Por decisión judicial: Si no hay acuerdo, el juez analizará qué es lo mejor para los menores.
Y aquí viene lo importante: el juez siempre prioriza el interés superior del menor, no lo que más convenga a uno u otro padre.
✅ Lo mejor: llegar a un acuerdo.
❌ Lo peor: entrar en guerra por la custodia.
Existen distintas formas de organizar la custodia compartida. Algunas de las más comunes son:
Semanal alterna: Una semana con mamá, una semana con papá. Por mi experiencia, suele ser la más habitual. Puede incluir alguna tarde entre semana con el otro progenitor.
Quincenal o mensual: Se cambia cada 15 días o cada mes.
Días intercalados: Se reparten los días de la semana (ej.: lunes y martes con uno, miércoles y jueves con otro, fines de semana alternos). No es lo habitual, ya que suele generar trastornos en las rutinas de los hijos al tener que cambiar de domicilio cada pocos días.
🧩 Cada familia es distinta. Lo importante es que funcione bien para los niños.
En la custodia compartida pueden pasar dos cosas:
Los hijos se mueven entre las casas de los padres.
La casa familiar la mantienen los hijos y los padres rotan (nido): Esta opción es menos habitual, ya que suele generar problemas económicos y logísticos, pero no por ello es inviable.
El juez también puede decidir quién se queda con el uso de la vivienda según las circunstancias familiares, económicas y el interés del menor.
Pues como casi todo en derecho (y más en cuestiones de familia), depende. Aunque ambos progenitores compartan tiempo similar, si uno tiene ingresos sustancialmente superiores al otro, puede tener que pagar una pensión alimenticia para cubrir los gastos del menor.
Como recordatorio a aquellos que se plantean solicitar una custodia compartida para no tener que abonar una pensión de alimentos, la custodia compartida no anula automáticamente el deber de contribuir económicamente, aunque la regla general es que los gastos de los hijos los asume el progenitor con el que está en cada momento.
Sí. A partir de los 12 años, los jueces deben escuchar la opinión de los hijos y, en mi experiencia, la suelen tener bastante en cuenta aunque no sea determinante. Lo importante es que el menor pueda expresar sus preferencias siempre que tenga madurez suficiente, incluso si tiene menos de esos 12 años.
El juez tiene en cuenta varios factores:
Relación de los hijos con ambos padres
Disponibilidad horaria y laboral
Cercanía de domicilios
Capacidad para comunicarse y cooperar entre los progenitores
Estabilidad emocional y ambiente familiar
❗ Importante: no se concede si hay indicios de violencia doméstica o abuso.
Nuevamente, DEPENDE. Cada familia es un mundo y, aunque lo preferible suele ser la guarda y custodia compartida, no siempre es así. Por lo tanto:
✅ SÍ, si ambos padres están comprometidos, pueden comunicarse de forma razonable, tienen disponibilidad o apoyo para ello y buscan el bienestar de sus hijos.
❌ NO, si existe un conflicto grave, desinterés o falta de implicación por parte de uno de los progenitores o situaciones de riesgo.
Cada caso es único, pero el objetivo debe ser siempre el equilibrio emocional, físico y educativo de los menores.
Se puede solicitar una modificación si han cambiado las circunstancias. Por ejemplo:
Cambio de domicilio
Problemas escolares o emocionales del menor
Nuevas parejas o situaciones familiares
Incumplimiento del régimen por uno de los padres
Se debe solicitar una modificación de medidas ante el juez.
La custodia compartida puede ser compleja. Lo mejor es asesorarte con un abogado especializado en derecho de familia. Cada familia es distinta, y lo que funciona para unos, no funciona para otros. En CCN Abogados te asesoramos para que puedas afrontar esta situación de la mejor forma posible.
Abogados expertos en Derecho de Familia.