Cada invento tecnológico que ha transformado el mundo ha propiciado un cambio de paradigma comunicativo. Sin embargo, en la historia de la humanidad pocos momentos han resultado tan revolucionarios en términos de distribución de la información y el conocimiento como el actual periodo. En concreto, la irrupción de la inteligencia artificial (IA) y su aplicación en las redacciones periodísticas está transformando tanto las rutinas de producción como el trabajo de los periodistas. El objetivo de este capítulo es presentar las posibilidades de aplicación de la IA en este entorno, centrándose, principalmente, en sus tres fases fundamentales: la detección, la producción y la distribución de las noticias.

Partiendo de que la inteligencia artificial permite el procesamiento de grandes cantidades de datos, y a través de una revisión de la literatura especializada y del análisis de diferentes casos de aplicación, este trabajo muestra, por un lado, que la IA libera a los periodistas de la carga de trabajo menos creativa para invertir tiempo en tareas más complejas, mejorando así la eficacia y la velocidad en la generación de información y potenciando la creación de nuevos formatos; y, por otro lado, identifica diversos retos en la implantación de la IA: el sesgo oculto de los algoritmos y el riesgo de generación de burbujas de filtro y cámaras de eco, entre otros, lo que plantea la exigencia de un uso ético y transparente.