LAS LEYES BÁSICAS


1.- Como es arriba, así es abajo: primera Ley del Universo: en la Tierra como en el Cielo. Una madre puede entristecerse por el comportamiento de sus hijos, pero no los juzga, sabe que madurarán. Dios no deja de amarte cuando experimentas emociones turbulentas, ni tampoco te juzga y más bien, recibes la ayuda y el ánimo de Sus ángeles. “El Universo te quiere y tiene una visión de tu futuro como persona iluminada, sin importar los errores que puedas estar cometiendo en la Tierra”. Nos ofrecen libertad para que aprendamos de nuestros errores. No siempre podemos evitar que nuestros hijos puedan sufrir por las consecuencias de sus acciones. La experiencia del dolor es lo que sirve para aprender. Nos han dado libre elección. La Divinidad intervendrá e intentará guiarnos si nos apartamos peligrosamente del camino. Dios no nos fuerza a cumplir su voluntad, si nos empeñamos en algo, Él se hará a un lado y nos permitirá aprender la lección de la manera más dolorosa. “El Universo espera sin juzgar mientras nosotros experimentamos y aprendemos. Cuando estamos preparados, nos abre nuevas puertas. La Fuente, quiere que tú, Su hijo bienamado, seas feliz, realizado, próspero y saludable. Cuando estás feliz, el cielo se alegra. La voluntad de Dios, es que tú hagas aquello que te da alegría, como un sentido de la realización y de tu propio valor. Dios nos ofrece Su guía mediante los sueños, la meditación o fomentando la intuición. Tenemos que aprender por experiencia que las elecciones irresponsables y egoístas nos conducen a una mala salud, a fracasos y desgracias. Nuestro propio deseo egoísta hace que nos sintamos mal. Un padre juicioso anima a su hijo a que exprese su talento y no se empeña en que éste siga un camino u otro. Las elecciones basadas en el miedo provienen de nuestra voluntad inferior. Las decisiones sabias y valientes dan como resultado la felicidad, la buena salud y la abundancia. Las decisiones que fomentan el amor, la armonía y la alegría provienen de la voluntad superior o divina y siempre nos hacen sentir fuertes. Cuando agradecemos lo que recibimos, entonces los poderes del Universo nos envían más. Cuando estás preparado para recibir algo del Universo, pídelo serenamente y con amabilidad. Ellos estarán encantados de ofrecértelo. Aprécialo cuando lo tengas. Es muy desagradable estar con personas negativas, si intentas ayudar a alguien que prefiere revolcarse en su desgracia, al poco te irás y si es alguien que te importa, lo observarás en la distancia. Lo mismo ocurre en los cielos. A los ángeles les resulta muy difícil llegar a ti a través de una negatividad obstinada. Lo único que pueden hacer es quedarse a tu lado, esperando poder ayudarte.

2.- Como es dentro, así es afuera: Nuestro mundo exterior refleja nuestro mundo interior, si estás enojado por dentro, encontrarás a personas enojadas en tu vida, te hacen de espejo. Atraerás a personas que reflejarán esa misma situación. La persona que se siente segura, amada y feliz por dentro, tendrá una vida segura y feliz, rodeada de personas que la amarán. El universo se recompone a sí mismo para reflejar tu realidad. La paz interior, lleva la paz a tu vida exterior. Una mujer, incluso, puede desarrollar inconscientemente unos pechos grandes para indicar su necesidad de cuidar o ser cuidada. Tu cuerpo es un espejo de tus sentimientos más profundos a menudo inconscientes. Las caderas rígidas reflejan una incapacidad de avanzar en la vida. Cualquier molestia en el lado derecho del cuerpo refleja actitudes relacionadas con los hombres, con el futuro o con nuestra carrera. El lado izquierdo refleja nuestra actitud hacia las mujeres, el pasado o nuestra vida familiar. Las personas se parecen a su perro, eso no es casual, por eso aparecen en tu vida. Si llevas tu coche, destartalado y sucio, reflejan tu actual estado interior. Los aspectos de la sociedad reflejan directamente los sentimientos más profundos de la consciencia colectiva de la gente. Cuando deseamos cambiar algo en nuestra vida, debemos dirigir la mirada hacia el interior para modificar nuestras creencias y actitudes, para que así pueda cambiar nuestro mundo exterior. Relacionado con la Ley del Reflejo. El Universo se recompone a sí mismo para traerte aquello en lo que crees.

3.- La Ley de la Petición: si quieres ayuda, tienes que solicitarla. Cuando impones tu ayuda o consejo a otra persona, eres responsable del karma si la cosa sale mal. Se considera de mala educación intervenir sin ser invitado y, casi con toda seguridad, tu ayuda será ignorada o no apreciada. A menos que te pida ayuda, deja de intentar ayudarla y examina lo que esa situación significa para ti. Ningún ángel ni ser superior de luz, soñaría con interferir en tu vida. Sí te salvarán de un accidente grave si ése no es tu karma. Si ellos intervienen, evitarían que tu aprendieras y te hicieras más fuerte. En cuanto estás listo para pedir ayuda, también lo estás para recibirla. Estás preparado para aceptar la sabiduría que ésta conlleva. Entonces las fuerzas superiores se ponen en marcha para ayudarte. ¿Cuándo, qué, cómo, quién, dónde? Esto son exigencias y no preguntas. Provienen de la desesperación y necesidad, no de un lugar abierto y centrado. En cuanto estés preparado para saber algo más, aparecerá el maestro que te lo dirá. El Universo está esperando para ayudarte. Todo lo que tienes que hacer es pedir. Lo primero que tienes que hacer es tranquilizarte y centrarte. Medita sobre lo que realmente quieres y aclárate bien. Entonces solicita a los seres a quien quieras dirigir tu petición la ayuda que necesitas. Ellos siempre te ayudarán. La respuesta está en la pregunta. Cuanto más clara sea la pregunta, más completa será la ayuda que recibirás.

4.- La Ley de la Atracción: Inconscientemente transmites tu energía. Algunas de tus cualidades son magnéticas y otras repelentes. Has atraído hacia ti, toda cosa y persona que está en tu vida. Otras cosas y personas habrán salido repelidas. Muchas situaciones no ejercen ninguna influencia magnética hacia ti. Un transmisor de radio emite en una frecuencia concreta. Cualquiera que se interese por un programa emitido en esa longitud de onda lo puede sintonizar. Tú eres un transmisor. Emites la historia de tu vida. Envías hacia las ondas la historia de tus patrones, tú energía emocional, tu estructura mental, tus negaciones, tus gustos y aversiones, y muchas cosas más. De la misma forma atraemos a las personas hacia nosotros. La gente que no se hace eco de nuestra frecuencia, simplemente no se siente atraída. Pasan por nuestro lado sin detenerse. La vibración que emites está formada por tu energía consciente e inconsciente, atraemos a lo que es similar a nosotros. Atraemos a nuestra vida personas y situaciones que tienen vibraciones similares a las nuestras. La penuria, la desesperación, la depresión, la ambición, la rudeza o la desconsideración conducen a una frecuencia baja. El amor, la gentileza, la dicha, el deleite o la generosidad transmiten una energía de frecuencia elevada y magnetizan a personas de energía similar. El Universo, nos ofrece espejos para que nos contemplemos en ellos. Mira a tu alrededor y observa a los personajes que te rodean. La persona que siempre está alegre y feliz pero que parece estar rodeada de gente deprimida, significará que las ha atraído para reflejar su infelicidad interior. Y a su vez, esas personas también responden a un propósito, posiblemente el de hacerla sentir necesaria. La desesperación es algo que repele. Cuando se buscan hijos desesperadamente y no llegan, y deciden rendirse y hacer que sus vidas cobren sentido prescindiendo del hijo, se produce un cambio energético y se emite una energía magnética de satisfacción, que atrae a un espíritu del Universo, y sin darse cuenta se encuentran esperando a un hijo. Lo mismo sucede cuando se está desesperado por tener pareja. Los demás captan esa desesperación a un nivel sutil y se retiran. Cuando cambian esa energía por otra amorosa, abierta y de aceptación, atraen a la persona adecuada. Si crees que tienes que servir a los demás, atraerás a personas que de algún modo necesitan atención. Una mujer que siempre atraía a parejas que la engañaban se dio cuenta de que en su interior creía que no es seguro confiar en alguien, y eso hacía que atrajera a personas capaces de engañarla. Cuando sanó esa creencia, atrajo a una pareja en la que sí podía confiar. Hay personas maravillosas por fuera pero se vuelven exigentes, necesitadas, celosas y especialistas en montar números y atraen a parejas que están dispuestos a ser engañados por la apariencia exterior. Se quejan del tipo de parejas que tienen en su vida y ellas se quejaban de ellos. Si un hombre va emitiendo el mensaje de “soy controlador y estoy buscando a una mujer a quien dominar”, atraerá a mujeres que permitan que las domine. Una mujer que se haya hecho cargo de su propio poder, no se sentirá atraída hacia esa vibración. Si no estás en armonía con la vida, puedes atraer alimentos que te sienten mal. Puedes atraer a mosquitos que te piquen. Estas cosas pueden deberse a una devolución del karma. Siempre que hagas algo porque sientes que debes hacerlo, estás atado. Atraerás a personas y situaciones que te mantendrán atado. Si por otro lado emites energía positiva, atraerás ayuda cuando la necesites. Si tienes pensamientos negativos atraerás a personas y situaciones negativas. Si tienes mala salud, en el momento en que estés listo para soltarla atraerás al sanador perfecto a tu vida. Lo interior atrae a lo exterior. Si algo de tu mundo exterior no es como quieres que sea, busca dentro y cambia tu manera de sentir con respecto a ti mismo. Entonces automáticamente atraerás a personas y experiencias diferentes hacia ti. Recuérdate tus buenas cualidades y magnetiza a alguien que las aprecie. Las personas espiritualmente evolucionadas que trabajan con personas con problemas, podría ser una consecuencia kármica de alguna asignatura pendiente de una vida anterior. Y hay casos en los que los polos opuestos se atraen. Alguien que emite luz, puede atraer a vibraciones oscuras hacia su vida, pero no se verá afectado por ellas. Eres como un imán, atraes aquello que es similar a ti. Irradia luz positiva y confía en que un milagro se acerque a ti.

5.- La Ley de la Resistencia: cada vez que nos concentramos en algo, lo estamos llamando para que venga hacia nosotros. Con nuestros pensamientos y creencias invitamos a personas, situaciones y objetos materiales a nuestra vida. Muchas personas invocan a esta Ley sin darse cuenta. Tu mente consciente puede distinguir entre una instrucción positiva y una negativa, pero tu mente inconsciente no es capaz de detectar la diferencia. Sí dices “no te atrevas a hacerlo mal”, ella entenderá “hazlo mal”, es mucho mejor decirle de forma positiva “puedes hacerlo bien”. No digas “no llegues tarde”, di la “cena empieza a las ocho”. Si repites un pensamiento o una afirmación con la suficiente frecuencia, llegará a penetrar tu mente inconsciente. Algunas personas manifiestan la enfermedad en sus vidas porque se resisten a la enfermedad. Si estás continuamente pensando “no quiero estar enfermo”, y la palabra enfermo cala en tu mente inconsciente. Tenemos que dejar de decir “no lo hagas, no puedo, no quiero, jamás encontraré, no quiero ser pobre, no puedo vivir en esa casa, no soy una persona difícil, nunca seré como mi madre, o no,….” Hay que decir: “estoy sano, me merezco una pareja perfecta, la atraerá,… doy la bienvenida a la riqueza, la atraerá, vivo en una hermosa casa, soy sabio,…. Te conviertes en aquello a lo que opones resistencia. Aquello ante lo que te resistes sigue existiendo en tu vida y utiliza tu energía para la lucha. Nunca te resistas al fracaso ni a la pobreza. En lugar de ello, atrae el éxito y la riqueza. Abre siempre los brazos a lo positivo en lugar de oponer resistencia a lo negativo. Las reglas estructuradas ejercen presión sobre las personas y ellos responden resistiéndose lo cual mina su energía. El soltar el control libera energía. Hay que dejar de resistirse y acoger con los brazos abiertos lo que realmente quiere. A veces, el cambio tarda un poco en darse, si te has resistido a la soledad. Una forma positiva es escribirlo y después quemar todos los miedos que sientes, escribe lo que realmente quieres y empieza a atraerlo hacia ti. Si dos personas quieren empujar una roca en una cierta dirección, ambas se situarán en el mismo lado. Pero si tenemos 2 personalidades interiores que se oponen resistencia mutua, nos estancamos. Si una parte tiene miedo al compromiso y otra desea una relación íntima y estable, te estancas. Las personas no están en tu vida por casualidad, te está devolviendo el reflejo de tus propias dudas, temores o inquietudes. Mira hacia tu interior, y decide qué es lo que verdaderamente quieres. Una víctima es quien culpa a los demás por su destino, que cree que el mundo le debe algo y que es incapaz de cuidar de sí misma. Si piensas “pobre de mí”, “no soy capaz de cuidar de mí mismo” o “tengo mala suerte” está siendo una víctima que opone resistencia a la abundancia, a la generosidad y a los cuidados de la Divinidad. Se resiste a asumir la responsabilidad. Si te sientes enojado o culpable, te resistes al gozo de vivir y a la grandeza del ser. Cualquier tarea parece difícil en proporción directa a nuestro nivel de resistencia. Cualquier cosa a la que te resistas contiene un mensaje para ti. Ábrete a aquello que quieres, no a lo que no quieres. Si te despiden del trabajo, no es por casualidad, habrás creado el despido con un propósito, busca el motivo subyacente y aprende de ello. Tal vez protestabas por tu trabajo, el Universo recibe el mensaje de que no querías ese empleo. Si te sentías infravalorado, reafirma tu valoración, si no confiabas en tu jefe, refuerza tus niveles de confianza. Si tienes un patrón recurrente de fracaso, visualiza constantemente que estás triunfando. Deja de resistirte. Decide lo que quieres en la vida y empieza a emitir energías magnéticas, estimulantes y entusiastas para atraer lo positivo hacia ti. Aquello a lo que te resistes, sigue existiendo en tu vida y te va minando energía. Abre los brazos a aquello que quieres y siéntete vivo.

6.- La Ley del Reflejo: en la Tierra, constantemente te observas en un espejo. Toda persona y situación de tu vida es un reflejo de un aspecto tuyo. Como es dentro, así es afuera. Miremos en el espejo y cambiemos lo que tengamos que cambiar. Si tienes un aspecto pesado y cansado, haz una dieta más sana, y duerme más horas. Pero no intentes cambiar a la otra persona, si lo haces estás intentando cambiar el reflejo, es una forma de negación. Prefieren cambiar el reflejo antes que trabar con ellas mismas. No tienes que intentar que otra persona sea diferente para que tú te sientas más cómodo. Observa tu exterior y cambia tu interior. Las personas que te rodean y que no te gustan, te muestran aspectos de ti mismo con los cuales no te sientes a gusto. Busca en tu interior para encontrar algún aspecto tuyo que sea caótico. La parte de tu interior que quiere ser irresponsable la verás reflejada en personas de tu entorno. Cuanto más te moleste una característica de una persona, más está tu alma intentando atraer un reflejo a tu atención. Todas las personas que realmente te gustan, están reflejando aspectos de ti mismo con los que te sientes cómodo. Esas cualidades están presentes en cierto grado en tu interior. Todo tiene su sentido, estate abierto a los mensajes, si por ejemplo ves en una semana tres pájaros con el ala rota, tal vez tu libertad la tienes limitada, si vemos tres personas ciegas en un día, nos pueden estar sugiriendo que no estamos viendo algo, o vamos por mal rumbo. Todo es un reflejo. El agua limpia y purifica y refleja lo que ocurre a tus emociones, si ellas tienen goteras, es tal vez que tienes emociones sin expresar. El fuego es caliente y luminoso y transmutador de energía negativa. El aire representa la comunicación y las nuevas ideas. Si no puedes descifrar qué te está indicando el reflejo, piensa cuál es la función que realiza esa pieza. Los animales reflejan las cualidades y características de sus propietarios. Un perro amistoso, bien educado y de buen carácter, refleja un propietario en quien se puede confiar y sentirse a gusto. Mira cómo es su animal y aprenderás sobre él. Todos los animales, plantas, árboles e incluso cristales, representan cualidades. Así por ejemplo un roble en el jardín, refleja tu parte sólida, si el jardín es exuberante, refleja tu forma de ser atrevido, si está muy cuidado, tu serás igual. Sea lo que sea que llegue a tu vida, examina lo que tiene que enseñarte. Hay 2 formas de interpretar lo que vemos en un espejo, una es pensar que estás viendo un reflejo, y otras que estás viendo un aspecto que has atraído hacia ti. Nunca intentes cambiar a otra persona, porque está reflejándote a ti. Dirige la mirada a tu interior y cámbiate a ti mismo.

7.- La Ley de la Proyección: todo lo que percibimos fuera, es un espejo de algo que tenemos dentro. Todo lo que vemos fuera, es una proyección, proyectamos nuestras cosas, tanto las buenas como las malas. La verdad es que solo te puedes ver a ti mismo, oír a ti mismo, hablar contigo mismo, criticar a ti mismo, alabar a ti mismo. Cuando dices “tú eres”, “él es”, estás proyectando algo de ti mismo sobre la otra persona. Cuando dices “es una estúpida”, estás proyectando tu estupidez sobre ella o cuando dices “sois fantásticos”, porque ves algo de tu propia maravilla en ellos. “A nadie le gusta la verdura” es una proyección, o “por supuesto que le gusta….” Proyectamos nuestros miedos en el mundo. “no tienes sentido del humor”, significa que la otra persona no ve las cosas de la misma forma que tú. Es más cómodo imaginar que es otra persona quien posee las cualidades que queremos negar que tenemos dentro. Proyectamos nuestras inseguridades y nuestra sexualidad sobre los demás. Si sospechas que te engañan, atraes a alguien que te engañe…. Si dices “es una mujer terca”, mira la terquedad del que lo está diciendo…. Cada vez que piensas cosas buenas de la gente, recuerda que tienes algo de esa cualidad en ti. De otro modo no lo habrías visto en los demás. La persona profundamente generosa, confía en que los demás también lo son. Cuando una pareja está enamorada, cada uno de ellos proyecta su belleza interior en el otro. Ver nuestra magnificencia aumentada y reflejada en el otro es una oportunidad para el crecimiento espiritual. Estar enamorado es un estado de gracia. Las proyecciones generalizadas son muy comunes, como por ejemplo “a todo el mundo le dan miedo los tigres”, “todas las mujeres son charlatanas”, “los niños dan mucho trabajo”, puedes traducirlo como a mí me dan miedo los tigres, una parte de mí no para de hablar o quisiera hacerlo y mis hijos me dan mucho trabajo. El proyectarte en otra persona evita que asumas la responsabilidad por ti mismo. Lo que dices, está en tu interior, y es una forma de negación. Cuando dos personas se gritan, la proyección es un juego de ping-pong, proyectan su propio enojo y temor. La expresión “mira quién fue a hablar”, ninguno de los dos ve sus propias faltas, piensa que es la otra persona quien las tiene. Si dejas de proyectar, podrás decir “me siento incómodo cuando me haces esa pregunta” o “esto es asunto mío”, “a mí me resulta difícil ser soldado” o “me siento amenazado por lo que ocurre en el mundo”. Si estás totalmente desapegado, tienes una perspectiva objetiva y puedes ver a la persona o situación. Hasta que llegue ese momento, es preferible eliminar las proyecciones de nuestra vida. Tu vida es aquello que experimentas. Trabaja sobre ti mismo. No sabrás que siente la otra persona ni cómo es. Todo lo que ves en el otro es una proyección de un aspecto tuyo.

8.- La Ley del Apego: si tu felicidad depende de conseguir algo, es que estás apegado a ello. Ya no eres libre. Todo atrae a lo que es similar. Se forman ataduras entre las personas que tienen temas pendientes. Si tienes pensamientos o palabras de enojo, celos, envidia o necesidad hacia una persona, manifiestas el hilo que te ata a ello. Un pensamiento ocasional se disolverá, pero si continuamente envías pensamientos negativos, los hilos se convertirán en cuerdas. En vidas subsiguientes, las cuerdas se reactivarán y te llevarán hacia los que tienes temas pendientes. Te puedes apegar a cosas, y las energías negativas como la ambición, el orgullo, la penuria y la envidia pueden crear enormes cuerdas para atarte a casas, coches, empleos o cuentas corrientes. Las cuerdas te pueden atar a la necesidad de amor, si estás atado a un deseo de reconocimiento. El maestro está desapegado, no depende de la condición social, de la economía ni de las necesidades emocionales. Es libre y poderoso. Un maestro puede disfrutar de una casa fabulosa, pero si se la quitan, no afectará a la opinión que tiene de sí mismo. Cuando los padres se atan a sus hijos, es difícil soltarlos para que se conviertan en adultos, y si un hijo está muy ligado a su padre o su madre, puede resultarle difícil formar una relación adulta con una pareja. El apego es amor condicional. El maestro ama de forma incondicional, y ello no genera lazos. Él permite que las personas que ama sean libres y que sean ellas mismas. Si alguien a quien quiere se va o muere, le producirá dolor pero no queda destrozado y no sufrirá, permanece en su centro. Si necesitas que alguien se comporte de una manera determinada para poder amarle, eso no es amor, es apego. Las ataduras del apego se pueden soltar mediante el amor. El amor las disuelve y tú te liberas. Cuando aceptamos, es amor. El perdón disuelve las ataduras. Cuando perdonas y olvidas lo que ocurrió, liberas a esa persona y también a ti mismo. La vergüenza y la culpabilidad, te atan a los recuerdos y te retienen. Cuando te perdonas a ti mismo de tus acciones pasadas, disuelves esos lazos y el recuerdo se libera de su carga. Es común que toda una familia, esté enredada en lazos de codependencia y cuando tiras de un hilo, puede permitir que todos se suelten también. Otra forma de soltar el apego es con la intención y la visualización. El desapego es un requisito previo para la Iluminación. Si deseas ser libre, desapégate de todos y de todo.