Bienestar Mental

La salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.

A veces disponer de un bienestar mental y emocional que te permita estar contento con tu vida puede resultar más complicado de lo que uno espera.

En la vida nos pasan cosas continuamente y adaptarnos a todas ellas de forma adecuada no siempre es sencillo.

Sin embargo, a pesar de que tengas muchos estímulos que te lo puedan poner difícil, puedes alcanzar el bienestar psicológico ya que tu estado mental depende de ti.

¿Qué es el bienestar mental?

La Organización Mundial de la Salud define el estado de bienestar mental como un estado psicológico en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.

Dicho de otra forma: el bienestar mental es ese estado que nos permite funcionar de una forma adecuada y saludable.

El termino de bienestar mental no es sinónimo a ausencia de desorden mental sino que hace referencia a un estado de bonanza que engloba las 5 dimensiones que configuran a la persona: física, mental, emocional, social y espiritual.

Pero ojo:. el ser humano no actúa de forma pacífica en el bienestar mental sino que lo hace de una forma activa.

El bienestar psicológico lo creamos nosotros mismos en función de cómo interpretamos las cosas y cómo vivimos nuestras respectivas vidas.

Por ejemplo:

José, un hombre de 57 años, trabaja 50 horas semanales con un sueldo de 600 euros al mes, una familia que mantener y sin una gran cantidad de amistades y relaciones sociales disfruta en su vida de un completo bienestar mental.

En cambio, Mariano, un hombre de 60 años, con un gran poder adquisitivo que disfruta de todo tipo de lujos y facilidades vitales posee un estado mental tóxico que le impide disfrutar de su vida.

A priori parecería que los estímulos de la vida de José invitarían a tener mayores dificultades para tener un buen estado mental, en cambio los de Mariano facilitarían totalmente su capacidad para disfrutar de la vida.

Sin embargo, el bienestar mental no depende de estos estímulos, sino de cómo los interpretamos nosotros y de la forma que encaramos nuestras vidas.

Vayamos a ver 10 hábitos que si los realizamos adecuadamente nos pueden ayudar enormemente a alcanzar un estado de bienestar mental.

10 Hábitos para alcanzar el bienestar mental y emocional

1. Cuídate

Para estar bien tienes que estar bien contigo mismo. Esta frase puede resultar redundante o vacía pero no lo es.

Y es que aunque parezca un tópico, para poder disfrutar de las cosas de tu vida, primero tienes que poder disfrutar de ti mismo.

No alcanzaras un estado de bienestar si no estás bien contigo mismo, si no te gustas o si estás descontento contigo.

Así pues, destina tiempo y esfuerzo en cuidarte a ti mismo a todos los niveles: física, emocional, psicológica y socialmente.

Si te cuidas alcanzarás esa imagen de ti que querrías tener, te gustarás a ti mismo, y entonces estarás en el estado óptimo para poder participar con tu entorno.

Cuidarte y erigir una buena imagen de ti mismo significa construir unos buenos cimentos y una buena estructura que garantice que lo que construías encima nunca se tambaleará.

2. Valora lo que tienes

Tu vida no es lo que tienes sino la interpretación que realizas sobre lo que tienes.

Cómo hemos visto en el ejemplo anterior, puedes tener un sinfín de bienes teóricamente preciados por todo el mundo pero no valorarlos y por lo tanto no disfrutar de ellos.

En cambio, puedes tener un número escaso de estímulos gratificantes pero valorarlos enormemente y disfrutarlos al 100%.

Así pues, tienes dos opciones: o valorar las cosas que tienes y disfrutar de ellas u obviar todo lo que posees y lamentarte por eso que no tienes.

Evidentemente la primera opción te encaminará hacia un estado de bienestar mental y el segundo te alejará de él.

Piensa que tu felicidad no estará en el número de pulgadas del próximo televisor que te compres o en la cantidad de caballos que tenga el motor de tu coche.

Tu felicidad no estará en el número de amigos que tengas, en el reconocimiento social que alcances o la cantidad de halagos que recibas durante la semana

Tu felicidad está en ti y en la valoración que haces de las cosas que tienes, qué sean las que sean, estoy seguro de que tienen su valor. ¡Dedícate a buscarlo y encontrarlo!

3. Proyecta ilusiones

A menudo caemos en la rutina y nos olvidamos de realizar cosas distintas o desarrollar proyectos ilusionantes.

Sin embargo, el cambio y la ilusión es una de las principales necesidades del ser humano, y uno de los aspectos que más nos ayudan a poseer un bienestar psicológico.

Y es que las cosas nuevas proporcionan a nuestro cerebro un nivel de gratificación mucho más elevado al que pueden proporcionar esas cosas que están inmersas en nuestra rutina.

No obstante, como bien sabrás, alcanzar cosas nuevas en nuestras vidas suele resultar complicado, ya que la inercia del día a día nos incita a acomodarnos a nuestras costumbres.

Así pues, haz un esfuerzo para salir de vez en cuando de tu rutina y realiza proyectos que puedan resultarte ilusionantes.

Iniciar un nuevo reto profesional, realizar planes relacionados con el ocio, piensa en cambios vitales, deseos o aspiraciones, tú sabrás qué es lo que te puede aportar ilusión. ¡Búscalo y trabaja en ello!

4. Descansa adecuadamente

Para poder tener un estado mental adecuado debes darle a tu cuerpo el descanso necesario.

Por mucho que hoy en día se haya establecido el tiempo y la productividad como los principales valores de las personas, los seres humanos no somos máquinas y necesitamos descansar para funcionar apropiadamente.

Cuando el ser humano no descansa adecuadamente evidentemente gana tiempo, ya que puede invertir el tiempo destinado al sueño en trabajar, sin embargo esta ganancia de tiempo nunca se traducirá en una mayor productividad.

Además, la falta de descanso se traduce directamente en un estado mental inadecuado. Nuestra mente al igual que nuestro cuerpo necesita descanso para poder funcionar.

Así que no escatimes en el descanso que necesita tanto tu cuerpo como tu cerebro. Una persona fatigada se convierte en una presa fácil para los estímulos de su alrededor, una persona descansada es capaz de todo.

5. Comparte tu vida con los demás

No se entiende la persona sin la presencia de otras personas. A diferencia de otros animales, el ser humano está diseñado para relacionarse con los demás y vivir en comunidad.

De hecho, la relación interpersonal es una necesidad básica que tenemos todos nosotros para poder recibir estímulos gratificantes. No te guardes tus cosas para ti, tu vida la tienes para compartirla con los demás.

Dedica tiempo en contar tus cosas a tus amigos familiares y en escuchar las vivencias que te expliquen ellos.

Invierte tiempo en enriquecer tus relaciones, porque las personas de tu alrededor serán el sustento de tu bienestar, quienes te proporcionarán una mayor gratificación personal y los que te ayudarán a recuperar un estado psicológico beneficioso cuando en los momentos que los puedas perder.

6. Expresa tus emociones y preocupaciones

Del mismo modo que es beneficioso para tu estado mental compartir tus cosas con los demás, también es lo es expresar tus emociones y preocupaciones.

Muchas veces pensamos que los problemas y sentimientos que podamos tener son cosas nuestras y nos las debemos quedar para nosotros.

Y en parte es cierto, ya que debemos ser capaces de controlar y gestionar nuestras emociones y pensamientos por nuestra cuenta.

Sin embargo, esto no nos impide poder expresarlos de una forma adecuada a esas personas que sabemos que nos aceptarán este tipo de exteriorizaciones.

Los sentimientos y pensamientos negativos son normales y no tienen por qué ser perjudiciales, muchas veces cumplen una función adaptativa.

No obstante, si los gestionamos de una forma inadecuada y nos los vamos guardando en nuestro interior, se pueden convertir en un problema mayor.

Así pues, cuando estés triste, preocupado o estresado, comparte esos sentimientos con las personas de tu confianza, verás que te sentará bien y tu estado mental mejorará.

7. Mantente activo

Para estar bien necesitamos hacer cosas. Si nos pasamos el día inactivos, tumbados en el sofá o estirados en la cama sin hacer nada, nuestro estado mental irá empeorando irremediablemente.

Si tienes un trabajo posiblemente ya estarás lo suficientemente activo, o no, esto dependerá de tus características personales.

Si te sientes suficientemente activo no tendrás problema, si no te sientes así, será mejor que busques más actividades para incrementar tu ocupación.

Si no tienes trabajo es posible que el sentimiento de falta de actividad lo tengas más presente. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así.

Hay multitud de actividades que puedes realizar: desarrolla una búsqueda activa de trabajo, invierte tiempo en ayudar a tus familiares y amigos, examina actividades lúdicas que te gustaría hacer, inicia una tarea de voluntariado…

No es tan importante el tipo de actividad que realices sino cómo te sientas al realizarla. Si te gusta, es de tu agrado, te aporta satisfacción personal y una sensación de bienestar y funcionalidad tendrás el objetivo cumplido.

8. Haz ejercicio

El ejercicio físico nos ayuda a estar en forma, tener mayor salud y una menor probabilidad de sufrir una enfermedad física.

Sin embargo, los beneficios del ejercicio físico no son solo para nuestro cuerpo, lo son también para nuestra mente.

Realizar ejercicio físico promueve la liberación de endorfinas en nuestro cerebro y aumenta la producción de triptófano, aumentando los niveles de serotonina en nuestras neuronas.

¿Y en que se traduce esto?

El ejercicio físico incrementa: El ejercicio físico disminuye:

La confianza La confusión

La estabilidad emocional El enfado y la cólera

El funcionamiento intelectual La depresión

El estado de ánimo El dolor de cabeza

La percepción La fobias

La imagen corporal positiva El estrés

El autocontrol La tensión

La satisfacción sexual La hostilidad

El bienestar Los comportamientos psicóticos

La diversión El tabaquismo

La Autoestima La inestabilidad emocional

La calidad de vida El consumo de drogas

9. Evita el estrés

El estrés puede ser uno de los mayores enemigos para nuestro bienestar psicológico.

Cuando sufrimos estrés, nuestro cuerpo y nuestra mente adoptan un estado de activación permanente más elevado de lo normal.

Hay momentos en que esta mayor activación es necesaria, pero muchos otros en la que no lo es.

Por ejemplo:

Tienes una reunión muy importante la cual dictaminará el futuro de tu negocio. Ante esta situación será bueno que tu cuerpo y tu mente adopten una mayor activación para poder alcanzar tu máximo potencial.

Sin embargo, si este estado lo mantienes una vez terminada la reunión, cuando llegas a casa, cuando te vas a dormir, al día siguiente y durante un periodo elevado de tiempo, esta activación ya no tendrá ningún sentido y lo único que hará será desgastar tu cuerpo, y robarte tu bienestar mental.

Así pues, analiza tu agenda, tus actividades y tu forma de afrontar cada aspecto de tu vida para darte cuenta si debes reducir tu estrés o no.

10. Invierte tiempo en ti

Finalmente, para mejorar tu bienestar mental es muy importante que no te olvides de ti. No te olvides de que tu vida es tuya y sólo vas a tener una para disfrutarla.

No te olvides que por muchas obligaciones que tengas que cumplir, ninguna debería ser tan importante como para privarte de tener un momento para realizar actividades que sean de tu agrado.

Invierte tiempo en hacer esas actividades lúdicas que te aportan bienestar, no dejes de lado tus hobbies y aficiones, ya que son una fuente de gratificación que no puedes permitirte perder.

Estos son 10 hábitos que pueden ayudarte a mejorar tu bienestar psicológico ¿Practicas alguno que no hayamos mencionado? Compártelo con nosotros para ayudar a los lectores. ¡Muchas gracias!