Cuando hablamos del sistema de revoques, nos referimos básicamente a la terminación interior o exterior natural de los mampuestos tradicionales y, en algunos casos, de sistemas industrializados.
El sistema de revoques incluye los denominados “revoques tradicionales”, y los “revoques tradicionales racionalizados”.
Los primeros se ejecutan normalmente, utilizando proporciones determinadas de insumos básicos, tales como cal, cemento, arena, agua y otros.
Los revoques tradicionales racionalizados se logran utilizando premezclas embolsadas que alivianan y reducen costos, eliminando de este modo los costos de preparación del material, o bien utilizando procedimientos de ejecución no tradicionales. .
Por último, conviene señalar que el criterio habitual del personal que ejecuta o controla las tareas de albañilería supone que la tarea ejecutada “a posteriori” subsana los errores cometidos en la precedente.
Por el contrario, creemos conveniente recuperar el concepto de que cada ítem de obra debe ser considerado como “obra terminada”. Esto significa, a diferencia de lo que señalábamos como “criterio habitual”, que el mal hormigón no se resuelve con una buena mampostería, la mala mampostería no se resuelve con buenos revoques, y que los malos revoques no “debe” resolverlos el pintor.
Cada uno de los actores de la obra debe completar su rubro en forma adecuada, de modo tal de no recargar en costos y tiempos al rubro posterior.
Un método apropiado para no caer en lo que llamamos “criterio habitual” consiste en retener valores del fondo de garantía hasta que se concrete la correcta ejecución de los trabajos del rubro, o bien en transferir el valor de la retención - en concepto de adicional - al personal que acondiciona la obra de acuerdo con las reglas del arte.
1. Revoques tradicionales
2. Revoques tradicionales racionalizados
3. Revestimientos