En el proceso de construcción, los cielorrasos forman parte de las tareas de terminación.
A los efectos de su estudio, podemos separar los cielorrasos en dos grandes grupos; en primer lugar, los cielorrasos de base húmeda, aplicados o armados, ejecutados en yeso o cal; en segundo lugar, los de base seca, que refieren su materialización a sistemas con componentes prefabricados (no elaborados in situ) y suspendidos.
Los cielorrasos suspendidos incluyen generalmente instalaciones en el espacio interior que se forma entre la cubierta y el cielorraso mismo. Dichas instalaciones deben estar realizadas antes de montar el cielorraso, de modo tal que las sujeciones que deban colocarse no entorpezcan el trazado de las mismas.
Veremos que en el mercado hay una gran cantidad de formas y tipos de cielorrasos, sin ningún tipo de normativa que los haga intercambiables.
1. Cielorrasos de base húmeda
2. Cielorrasos de base seca