Tan importante como hacer, es saber qué se hace. Son muchas las organizaciones que tienen presente la necesidad de monitorizar y acumular datos sobre su actividad en, por ejemplo, redes sociales. Pero si hay una sola pregunta que les cuesta responder en muchas ocasiones es: ¿para qué? Una estrategia digital, aunque sea tan sencilla que quepa en una servilleta, es mejor que nada. Nos movemos de un lado a otro presionados por la avalancha de información, la competencia, lo atrasados que nos parece estar en esto de la transformación digital, lo fácil que es descargar una herramienta y ponerse a hacer cosas con ella. Pero en realidad no nos paramos a pensar en el contexto de nuestro negocio en el largo plazo. Y descuidamos un aspecto clave: para qué hago esto o lo otro, qué objetivos quiero alcanzar, qué papel quiero jugar.
La estrategia de Transformación Digital debe mostrar el camino hacia la Transformación Digital y guiar a los tomadores de decisiones durante el proceso de transformación. Tiene un alcance de manera integral en la organización, que ni una estrategia de Tecnologías de Información ni de innovación tecnológica alcanzan. La TD tiene efecto en la interacción de la empresa con clientes, competencia y proveedores (Matt et al., 2015).
Para asegurar que las organizaciones capten el valor comercial de la TD, se debe formular cuidadosamente la estrategia que coordine las acciones existentes que abonan a la TD y ayude a identificar los principales factores de éxito. Dicha estrategia de TD debe estar alineada con otras estrategias operativas y funcionales, y debe actuar como un concepto que unifica todos los esfuerzos para la TD de la organización (Hess et al., 2016).
Referencias
Hess, T., Matt, C., Benlian, A. & Wiesböck, F. (2016). Options for formulating a digital transformation strategy. MIS Quarterly Executive, 15(2).
Matt, C., Hess, T., & Benlian, A. (2015). Digital transformation strategies. Business & Information Systems Engineering, 57(5), 339-343.