Me gusta la paz del blanco y la fuerza del negro, tengo tardes fugaces de café y noches eternas de té, he amado con gran nobleza y odiado con total firmeza, sigo sufriendo en silencio y disfrutando cada amanecer, soy un mar en calma y un fuego que consume, mi oscuridad es mi marca y mi luz, mi magia. Estoy llena de amor y vacía de esperanza, aunque a veces tengo confianza en que mi amor se asomará por la ventana…Quiero mucho y tengo poco, aunque si lo pienso tal vez quiero poco y tengo mucho, agradezco mi fortuna y no me quejo de mis angustias, quiero terminar riendo cada vez que caiga, y si lloro, que sea con ganas cosiendo el corazón en cada lágrima. No pretendo reprimir lo que siento. Sentir es vivir, y vivir es ganar. Yo no pierdo por sufrir, mi recompensa es sanar…Acepto mi realidad y voy en busca de mi paz. Hay un camino que debo encontrar o tal vez, lo debo trazar. De cualquier manera, hoy quiero continuar, un lugar me espera y ahí voy a llegar. Mi proceso comienza yo seré mi mejor versión.
Nilay Nergizova 3º A
Judy estaba ya cansada de su egocentrismo. Todo el mundo le había dicho que era una egoísta sin escrúpulos, que no se preocupaba por nadie que no fuera ella misma. Un día cualquiera, encontró a un ser querido en graves problemas. En ese instante decidió cuál iba a ser su nuevo propósito, ayudar. Comenzó a investigar sobre las situaciones más delicadas de sus conocidos. A algunos les pagó meses de estudio en sus colegios,a otros deudas pendientes. Contrató a gente para que se encargara de personas mayores. Pero nunca desveló su identidad, tan solo dejaba una nota que decía: “Despreocúpate y ocúpate”.
Paola Blázquez 3º B
Llevaba un buen rato corriendo y ya estaba cansada pero no podía parar. Por mi cabeza pasaban mil cosas pero no era el momento de pararme a pensar, lo único que tenía claro es que irme de aquella ciudad era la solución. Tras largo rato corriendo, por fin llegué a la estación de tren, donde me esperaba mi nuevo camino. Después de horas llegué a mi destino. Estaba ahí, sola sin nadie que conozca a mi alrededor y aunque eso creó en mí una cierta incertidumbre, en verdad me sentía aliviada y contenta. Por fin podía comenzar de cero y ser mejor persona sin nadie juzgándome por mi gran secreto...
Cristina Stuparu 3º A
-¡No puedo aguantar más! - dijo el chico
- ¡No lo hagas, hijo, por favor! -dijo la madre
- Tengo que hacerlo - expresó el chico con lágrimas en los ojos, en ese momento la madre lo abrazó y lo besó sabiendo que era la última vez que lo iba a ver.
El chico abrió la puerta y confesó la mentira que tanto le pesaba, tras ese momento el muchacho fue asesinado.
Adrián Villajos 3º A
Lo único que hacía era mirar a su caballo, no podía parar de pensar en la caída del otro día, ni pensaba en el concurso tan complicado que tenía.
Acababan de decir su nombre para prepararse, pero era mirar al caballo y no poder subir.
Ya solo quedaba un minuto para salir a pista pero era incapaz de tocarle. Sonaba por megafonía su nombre una y otra vez…
Lo miró a los ojos, suspiró, se puso los guantes y el casco y subió. Pensó que se podría volver a caer, su entrenadora le vio la cara y se acercó hacia ella, le dijo que no pensará en la caída, que saliera a pista y diera lo mejor de sí misma.
Daniela Fernández 3º B
Estaba nublado y empezaba a llover, era un día de invierno pero en una sala del hospital, todo eran nervios y expectación, todos esperaban su llegada.
Cuando un pequeño llanto como el de un gatito sonó.
Pudimos ver su carita por primera vez, ojos achinados y tan redonda como una luna llena que iluminó las nuestras.
Las alegrías se convirtieron, en preguntas, en culpas, incertidumbres, en no saber muy bien qué hacer, en solo pensar en el futuro cuando lo mejor estaba ocurriendo allí mismo, era el presente.
¿Quién dijo que no? ¿Quién dijo que no sería capaz?. Él consiguió todo con esfuerzo continuo, apoyo y amor incondicional, creyendo siempre que es un “CAMPEÓN”.
Carmen Merino Criado, 3º C
Por fin abrió los ojos, y cuando lo vio, frente a ella, las palabras no se atrevían a salir de sus pálidos labios. Sus pupilas, que ocupaban el mar de sus ojos, expresaban un mensaje agradecido. El miedo, la angustia, la agonía, quedaba atrás. Aquel chico, al que no conocía, aún yacía con los ojos cerrados, durmiendo frente a ella en la cama del hospital. Su mejor versión la había salvado, y una nueva vida empezaba para ella. Su enfermedad estaba curada.
Lucas Díaz 4º B
Desolado lleno de rabia y decepción corrió y corrió huyendo de ella.
Estaba seguro de que jamás volvería amar de la misma manera que la amó no volvería a sentir con la misma intensidad. Todos sus sueños iban desapareciendo poco a poco.
Exhausto decidió descansar bajo la sombra de un viejo roble contemplando las rosas que aún conservaba en sus manos, al tocar una de ellas se pinchó con sus espinas y arrojó furioso la rosa contra el suelo.
El sabio árbol que llevaba tiempo observando exclamó:
-Es una locura odiar a todas las rosas, solo porque una te pinchó al igual que renunciar a todos tus sueños solo porque uno no se cumplió.
Valeria Arrazola 4º B
¡Las promesas se cumplen!
Es algo que mi abuelo me enseñó.
Y eso hice, me comprometí y llevé a cabo lo prometido...
Una hora, cada día, eso fue lo acordado…
Juan y mi abuelo, mejores amigos, desde hacía un tiempo.
Sus vidas se encontraron en una residencia.
Aún recuerdo su voz diciendo...
¿Prometido Alberto? y yo susurrando ¡Prometido abuelo!
Todo sucedió rápido, apenas tuve tiempo de reaccionar…
Pero debía hacerlo, resultó difícil…
Nada nos unía, no tenía a nadie, se le fue su mejor amigo…
Cada tarde, a la misma hora y en el mismo sitio ¡Juan! espera mi visita.
Alberto Gálvez Molina 4º A
Supongo que ya es la hora, puedo sentir como la tensión se desvanece. Es una sensación verdaderamente liberadora, como quitarse una carga, un peso que siempre te ha acompañado. Ahora que no existen impedimentos ni lastres, solo hay una dirección.
Es verdad, que al principio no me fue bien del todo, pero aprendí.
Viajé, y mucho. Vi cosas que antes ignoraba. Hice lo que pude para ayudar, seguramente no fue suficiente.
Pero después de mucho tiempo encontré una persona con la misma ambición.
Lo pasé bien, disfruté mucho, también aprendí mucho.
No me…..
Ya es el momento. Ellos me esperan.
Pablo Alfageme 4º A