La Luz Verde

viernes, 5 de abril de 2024

Año 3      Número 4

Editorial

Una realidad que se construye

a partir de los sueños

Prof. Sandra Acevedo Quiles

En ocasiones, la realidad nos supera. Nos sobrepasa el dolor propio y el ajeno, y preferimos refugiarnos en nuestro mundo interior. Entonces, viene a  rescatarnos la literatura. Esos textos que otros han pensado antes que nosotros y que nos ayudan a acercarnos a la dura realidad por la puerta de los sueños. Precisamente, eso me ha ocurrido este semestre mientras analizaba Cien años de soledad con los estudiantes de Español de Honor.

Fue tan mágica la experiencia que el salón y mi biblioteca se contagiaron de realismo mágico. Los médicos invisibles, que acosaban en su enajenación a Fernanda del Carpio, comenzaron a llevarse los papeles de mi escritorio y a cambiarme las tarjetas de sitio. Las hormigas - negras y pequeñitas de Puerto Rico - invadieron uno de los libreros de mi apartamento. La casa de Bernarda Alba, que estuvo desaparecida cuando más la necesitaba, apareció una mañana entre caminos de hormigas. ¡Sí! Esto es el realismo mágico en mi vida y en la vida de los estudiantes que tienen la sensibilidad necesaria para descubrirlo en su vida cotidiana sin sorprenderse.

Pero también hay otros estudiantes, los escépticos: los del curso de Periodismo Crítico, los que no creen que el realismo mágico sea tal. ¡Pobrecitos! Ignoran que la contaminación tecnológica les coarta, les limita, les envenena la imaginación y les dificulta ver la magia de la vida cotidiana. El día en que las hormigas invadieron mi blanco librero IKEA, se me ocurrió que ellos también -los de Periodismo Crítico- debían exponerse a la poesía en Cien años de soledad y en El aleph.

Sara fue la primera. Cayó prisionera de la poesía. Le entregué seis fragmentos del cuento de Borges que habían extraído del texto los estudiantes de Honor. Ella los leyó con su mirada de artista y los convirtió en dibujos. Esa es una de las páginas más hermosas de este número dedicado a descubrir la magia en la vida de los estudiantes de SJS.

La magia y la realidad se funden en LA LUZ VERDE para revelar - con v - la intuición y la capacidad de reflexión tanto del grupo de Periodismo Crítico como de los estudiantes de Español 11mo. El semestre ha estado marcado por situaciones mágicas; algunas de ellas ligadas a la literatura; otras ligadas a las experiencias de los estudiantes en clubes, conferencias, competencias, en fin, en la vida cotidiana. Eso y solo eso es el realismo mágico y mis estudiantes lo han captado muy bien. Aquí les dejo sus reflexiones para la posteridad; para la posteridad, , porque cuando se es joven resulta difícil valorar el trabajo y la dedicación de quienes dejamos la vida en la enseñanza de la literatura.

Aquí les dejo nuestro trabajo. Me he dejado arrastrar por la tentación de utilizar las palabras del sabio catalán para vaticinar el futuro:


"El mundo estará verdaderamente jodido el día en que los hombres viajen en primera clase y la literatura en el vagón de carga".


"Cien años de soledad"

Gabriel García Márquez

"Macondo dejaría de ser un lugar ardiente, cuyas bisagras y aldabas se torcían de calor, para convertirse en una ciudad invernal".

Ignacio Somoza

Una realidad mágica

Lo que me encanta del realismo mágico es que el ambiente en el que se desarrolla la historia es uno normal y familiar. Un sitio que representa la vida cotidiana, como Nueva York, una escuela o el campo. La historia tiene fantasía, pero el escenario es normal. La línea entre la vida real y el mundo mágico es borrosa, dejando que el lector se ponga en el lugar del protagonista. No está muy lejos de la realidad, así que nosotros como lectores podemos pretender que en verdad podríamos vivir en ese mundo. Esa es mi parte favorita del realismo mágico - me deja pensando y deseando que podría vivir en un mundo diferente, con algún elemento de fantasía.

Me llama la atención la ciudad de los espejos porque siempre me ha encantado la magia del agua y del hielo. Este texto me habla sobre los cambios pequeños que pueden tener impactos grandes - como si pudiéramos construir con agua y hielo. Como dice Cien años de soledad: "Nuestras ciudades serían frescas y luminosas: las aldeas y las casas podrían estar hechas de hielo y el trópico dejaría de ser un lugar ardiente". 

Víctor Bonmatí

Realismo mágico: exageración y realidad


José Arcadio Buendía anegó Macondo con jaulas de pájaros que cantaban todo el día. Este suceso me transmite un efecto mágico, ya que es difícil imaginar un pueblo infestado de pájaros de diferentes colores que inunden el ambiente con sus trinos. Si pasa esto de verdad, alteraría el ecosistema haciendo que las demás especies se extinguieran, y como resultado habría un cambio rápido en la red alimenticia. 

Me recuerda un poco a la pelicula The Birds de Alfred Hitchcock. La película trata sobre  una "socialité" adinerada que sigue a su enamorado  hasta un pequeño pueblo del norte de California. Allí, son testigos de una serie de extraños y violentos ataques de pájaros. El pueblo se llena de pájaros y sus habitantes sufren, inevitablemente, las consecuencias.

"El concierto de tantos pájaros distintos llegó a ser tan aturdidor, que Úrsula se tapó los oídos con cera de abejas para no perder el sentido de la realidad" . 

En Cien años de soledad, los pájaros inundan con sus trinos un espacio mágico. Úrsula, para no perder el sentido de la realidad, se tapó los oídos con cera de abejas. Una sustancia simple, fruto del trabajo constante y perfecto,  se convirtió en la protección necesaria ante el caótico cántico de la naturaleza. No sé... me pregunto si tanto Hitchcock como García Márquez captaron mejor que nosotros la necesidad de restablecer la relación de armonía y equilibrio entre el ser humano y la naturaleza...tal vez la respuesta la tienen las abejas. 

"...la gallina que ponía un centenar de huevos de oro al son de la pandereta..." 

Jose Carlos Olivera

Lo inverosímil y la magia del circo

El realismo mágico nos hace imaginar realidades sorprendentes, como hablar con animales o que los objetos tengan vida propia en un día normal. Es como si en nuestro mundo real, también existieran pedacitos de cuentos ficticios o trucos de magia que todos aceptamos sin sorprendernos. El realismo mágico nos muestra que lo fantástico y lo ordinario pueden convivir haciendo que nuestra vida diaria parezca un poco más mágica. 

El texto que narra la llegada de los gitanos a Macondo. Es un buen ejemplo: llevaron consigo loros que contaban leyendas y una gallina que ponía huevos de oro. Esto transformó un día normal en algo mágico y emocionante. El realismo mágico nos invita a encontrar esos momentos en nuestra propia existencia, como cuando un rayo de sol se cuela por la ventana, exactamente en el ángulo correcto para iluminar una fotografía, dándole vida por un instante y conectándonos con recuerdos casi olvidados. Eso es un momento mágico. 

"Era tan precisa la coordinación de sus movimientos que no parecían dos hermanos sentados el uno frente al otro, sino un artificio de espejos."

Isabella Díaz

El derecho a la identidad propia

Si tuviese que definir realismo mágico, diría que es la mezcla perfecta de la magia y lo ficticio con el mundo real. Esta fusión permite explorar temas profundos y complejos de una manera poética y simbólica. Al incorporar elementos fantásticos en entornos familiares, el realismo mágico invita a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad y la percepción humana. 

El fragmento que analicé ilustra cómo los gemelos, a pesar de intercambiar sus vidas, no logran asimilar la personalidad del otro: José Arcadio se comporta como un José Arcadio y así mismo lo hace Aureliano Segundo. Esto podría estar enfatizando cuán fácil resulta dejarnos influenciar por los demás y vernos en ellos como un espejo. Aunque sea una buena influencia, siempre es importante ser auténtico.

"... la muerte lo seguía a todas partes, husmeándole los pantalones, pero sin decidirse a darle el zarpazo final."

Natalia Cruz

Mas allá de la lógica

El realismo mágico fusiona realidad y fantasía como un hilo invisible que teje lo extraordinario con lo común de la vida cotidiana. Me conecta con una sensación de asombro y admiración ante la complejidad del universo y la capacidad infinita de la imaginación humana. Mientras leo, encuentro una forma de escapar de la monotonía de lo cotidiano, de la vida real y me sumerjo en un mundo donde lo imposible se vuelve posible, donde los límites se desvanecen y la fantasía se entrelaza con la realidad de una manera fascinante.

Melquiades es un viejo gitano que desafía las leyes normales de la edad y de la enfermedad. Su envejecimiento acelerado y las múltiples enfermedades que lo persiguen mientras viaja alrededor del mundo son elementos que desafían la lógica y pertenecen a algo parecido a lo sobrenatural. Además, la presencia de la muerte, que lo persigue pero tarda más de 100 años en alcanzarlo, añade un matiz  inexplicable y mágico a su vida.

"José Arcadio Buendía no logró descifrar el sueño de las casas con paredes de espejos hasta el día en que conoció el hielo."

Charis Rodríguez

Mundo onírico: el sueño de José Arcadio Buendía


El sueño repetido de José Arcadio Buendía lo llevaba una y otra vez a una ciudad de espejos. Era como si hubiera vivido en un continuo deja vu hasta el día en que vio el hielo por primera vez. Entonces, se le ocurrió que Macondo podría convertirse en una aldea de casas de hielo y le dio por pensar que ese sueño era un anuncio del futuro de Macondo; en ese momento, se dio cuenta de que su sueño solo le mostraba una puerta de escape para liberar a los macondinos del calor del Caribe.

  Esto es algo que suena increíble, pero que, al mismo tiempo,  nos conecta con nuestros sueños, nuestros deseos y con las experiencias que se repiten en nuestras vidas, sean buenas o sean malas.

 Es el juego de nuestro ingenio que nos lleva  a imaginar nuevos mundos posibles en los que nos encontremos libres de las  ataduras esclavizantes que, en la realidad cotidiana, restringen nuestra vida y la convierten en una lucha. 

Es también la posibilidad de imaginar una Latinoamérica diferente: conformada por seres libres, seres que puedan al fin vivir sus sueños, en una sociedad que genere vida, igualdad y solidaridad para todos los seres humanos del planeta. Así lo soñó Martin Luther King y tantos otros que, como él, lo soñamos y lo seguiremos soñando, de manera repetida, hasta que se logre. Cien años de soledad demuestra que nuestros sueños pueden ser advertencias o señales de lo que vendrá en nuestro futuro. 

"Y cuando esto ocurra: cuando dejemos que la libertad suene, cuando la dejemos sonar desde cada pueblo y cada aldea, desde cada estado y cada ciudad, podremos acelerar ese día en que todos los hijos de Dios, los negros y los blancos, los judíos y los palestinos, los protestantes y los católicos, podrán unir sus manos y cantar con las palabras del viejo himno:

¡Libre al fin! ¡Libre al fin!

Gracias a Dios todopoderoso, por fin somos libres".