Autora y oradora motivacional de Rwanda, Africa; sobreviviente del genocidio de 1994 en Ruanda, Africa, contra los Tutsi. Immaculée Ilibagiza es una autora y oradora motivacional de Ruanda, África. Ella es conocida principalmente por su conmovedora historia de supervivencia durante el genocidio contra los tutsis en Ruanda en 1994. El genocidio fue el resultado de una larga gestación de tensiones étnicas entre la mayoría hutu y la minoría tutsi de Ruanda.
Después de sobrevivir al genocidio en Ruanda, Ilibagiza se trasladó a los Estados Unidos, donde continuó su educación y comenzó a trabajar. Trabajó para las Naciones Unidas en Nueva York en varios puestos. Su papel en la ONU le permitió utilizar su experiencia y sus conocimientos para contribuir a las misiones de paz y desarrollo. Más allá de su trabajo formal, Ilibagiza es mejor conocida como autora y oradora motivacional. Ha escrito varios libros, incluyendo "Left to Tell: Discovering God Amidst the Rwandan Holocaust", en el que narra su experiencia durante el genocidio y su viaje hacia el “perdón y la sanación”.
Además, Ilibagiza ha fundado y trabaja con organizaciones dedicadas a ayudar a los necesitados, especialmente en Ruanda, enfocándose en la educación de los niños y el apoyo a los sobrevivientes del genocidio.
Immaculée Ilibagiza creció en Ruanda, disfrutando de una vida normal en un entorno familiar lleno de amor, hasta que el genocidio contra los Tutsi en abril de 1994 cambió su vida para siempre. Este trágico evento marcó el inicio de una época de violencia y muerte, llevando a Immaculée a perder a la mayoría de su familia y a muchos amigos. Se vio forzada a esconderse en un baño de 3 pies por 4 pies junto a otras siete mujeres para salvar su vida, donde su fe y esperanza fueron severamente probadas. Durante 100 días, el país estuvo sumido en el horror, con cerca de un millón de personas asesinadas. La experiencia de Immaculée refleja una lucha por la supervivencia en medio de la peor crueldad, pero también es una historia de resiliencia y la capacidad de encontrar "fe" incluso en la oscuridad más profunda.
Se estima que cerca de 1 millón de tutsis y hutus moderados fueron asesinados en un período de aproximadamente 100 días por extremistas hutus; lo cual es extremadamente sorprendente ya que durante la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto resultó en la muerte de aproximadamente 6 millones de judíos, a lo largo de varios años, desde 1941 hasta 1945.
En otras palabras, si el genocidio hubiera durado la misma cantidad de tiempo que duró WWII, las muertes hubieran sido de cantidades incomprensibilidades .
Immaculée Ilibagiza, a los 22 años y siendo estudiante universitaria, se enfrentó a una dura realidad al inicio del genocidio en Ruanda en 1994. Para salvar su vida, se vio obligada a refugiarse en un diminuto baño de 3 pies por 4 pies junto a otras siete mujeres, en la casa de un pastor hutu, amigo de su padre. Durante 91 días, vivieron en condiciones extremadamente difíciles, luchando por mantenerse en silencio para evitar ser encontradas por los asesinos. En este confinamiento, Immaculée halló fuerza en la oración y la fe, aprendiendo profundas lecciones de perdón y resiliencia. Su experiencia, marcada por el terror y la esperanza, se convirtió en el cimiento de su labor posterior como autora y oradora, donde promueve mensajes de paz, perdón y la capacidad humana de superar el sufrimiento con esperanza
Esta experiencia transformó profundamente a Ilibagiza, tanto espiritual como emocionalmente. Aprendió el poder del perdón y la importancia de la fe en los momentos más oscuros. A pesar de perder a la mayoría de su familia y a muchos amigos en el genocidio, Ilibagiza encontró la fuerza para perdonar a aquellos que cometieron atrocidades contra su familia, ella y su pueblo. Esta lección de perdón y reconciliación es central en su mensaje y trabajo.
Dentro de este espacio tan reducido, Immaculée y otras siete mujeres vivieron en condiciones de extrema angustia y proximidad física. El silencio era crucial para su supervivencia; el más mínimo ruido podría haber revelado su presencia a los asesinos que buscaban a tutsis para matarlos. Durante esos largos 91 días, estas mujeres enfrentaron no solo el temor constante de ser descubiertas sino también los desafíos de vivir en un confinamiento que ponía a prueba su salud física y mental
La capacidad de Immaculée Ilibagiza para compartir experiencias tan dolorosas y, al mismo tiempo, transmitir un mensaje de esperanza, fe y perdón es excepcional. Las charlas de Ilibagiza ofrecen lecciones valiosas sobre la resiliencia humana y la capacidad de transformar el sufrimiento en algo positivo para uno mismo y los demás. Por otro lado, se me hizo muy dificil comprender una parte de su historia; el hecho de poder perdonar a la misma gente que causo la muerte de su familia. Al enterarme por primera vez de este suceso, simplemente no me tenia sentido el hecho de pensar en perdonar a esos individuos… Como no, despues de escuchar lo que Immaculée Ilibagiza expresó en su ‘charla’ perdonar es más por uno mismo que por los demás.