Es la disciplina artística de contar o capturar historias en movimiento.
La idea de capturar, crear y reproducir el movimiento por medios mecánicos es muy antigua y ya se intentó con la cámara oscura, o el taumatropo. Con la invención de la fotografía, la lámpara de incandescencia y el fonógrafo y perfeccionando y uniendo diversos inventos anteriores, los hermanos Lumière, crearon el cinematógrafo que permitía la toma, proyección y hasta el copiado de imágenes en 1895. Desde aquel inicio hasta hoy, el cine a evolucionado de forma increíble, del cine mudo, al cine con diálogos, del blanco y negro, al color, los efectos especiales, las películas creadas por ordenados y últimamente el cine en tres dimensiones.
Todo ello basándose en el mismo principio, por el que, cuando el ojo percibe una imagen y después otra en muy poco tiempo y si estas imágenes no son completamente iguales, el cerebro “completa” el significado entre una y otra y nos hace entender que ha ocurrido movimiento. Recuerda los flip-book y como al pasar sus páginas rápidamente percibimos un movimiento que no existe.
Los planos y la angulación en cine son los mismos que en fotografía, sólo tienes que recordarlos.
La diferencia entre la fotografía y el cine es que en el primer caso tenemos una imagen estática y en el segundo la imagen se mueve. La imagen se mueve porque ocurren cosas en la escena o porque la cámara que está registrando la imagen también se mueve. Estos son los principales movimientos de cámara.
Una escena en cine es lo que el conjunto de pequeñas situaciones que unidas cuentan una historia. En una escena hay siempre unos personajes o elementos que aparecen, unos diálogos o efectos sonoros, una iluminación cuidada y unos movimientos tanto de cámara como de distintos enfoques o angulaciones. Todos estos elementos contribuyen a transmitir un mensaje de una forma completa.
Un Flipbook es una especie de cuadernillo cuyas páginas tienen una serie de imágenes que van cambiando gradualmente de página en página, de modo que al pasar las páginas a velocidad constante las imágenes simulan movimiento. Así que gracias a la persistencia de la visión —ese fenómeno del ojo y cerebro humano en el que una imagen permanece registrada en nuestra mente por alrededor de una décima de segundo después de desaparecer— podemos apreciar la animación.
La técnica de animación de flipbook se puede hacer dibujando en un bloc de notas adhesivas o en la esquina de un libro o revista, pues no siempre son un cuadernillo separado. También se puede lograr imprimiendo fotos con movimientos en serie y uniéndolas en un cuaderno cuyas páginas pasen a velocidad. En realidad hay diversos tipos de flipbook, algunos muy sencillos y fáciles de hacer, otros sorprendentes que incluyen el arte del performance o algunas herramientas adicionales.