10. El Gran Hotel Restaurant Café del Pasaje
El café del Pasaje, Plaza Mayor 39, fue abierto por el constructor Bernardo Martín Pérez en 1894 mientras construía un hotel de 40 habitaciones en unos terrenos adquiridos a Francisco Hernández Martín entre la Plaza Mayor y la calle Espoz y Mina, ambos viales quedaron unidos a través de un pasaje que daría nombre al café, casino y hotel previstos. El complejo hostelero, quedaría desde 1895 bajo la dirección de Marcelino Chapado, propietario del café restaurant de la Universidad. El hotel se inauguró el 2 de diciembre de 1899, disponiendo de restaurante independiente del café. El amplio salón del café fue escenario de infinidad de tertulias y veladas musicales, especialmente en su patio-jardín interior en época estival. Su Círculo o Casino fue centro de una gran actividad cultural y de recreo, celebrándose periódicamente bailes y otros eventos sociales. Dispuso de veladores en la Plaza mayor desde 1905. En 1916 tomó la dirección del hotel Lorenzo Moretón, pasando Marcelino Chapado a la dirección del café restaurant Paris en Prior 9-11, local que fuera del café de la Perla. La familia Moretón acaparó distintos negocios de hostelería de la época, Agustín Moretón sucedió a su padre en la dirección del Pasaje y Francisco Moretón del hotel Terminus y del café Suizo.
El 9 de julio de 1932 el hotel sufrió un gran incendio que prácticamente lo destruyó. El 18 de noviembre de 1933, la Caja de Ahorros compra el edificio del hotel Pasaje. En breve, el consejo de la Caja de Ahorros hizo público el proyecto de construcción de un hotel con setenta habitaciones, un café, y edificios de viviendas en el solar que hasta entonces había ocupado el Casino del Pasaje y el café. Sobre el solar del Casino se construiría un edificio social y viviendas medias para alquiler. El nuevo edificio de estilo racionalista fue diseñado por Joaquín Secall. El derribo del viejo hotel Pasaje comenzaría en enero de 1934. El edificio quedó terminado en 1939, el pasaje pasaría a llamarse pasaje de la Caja de Ahorros y los negocios, con distintos avatares, han llegado a nuestros días.