1. El Mesón de la Solana

El Mesón de la Solana aparece mencionado en el Lazarillo del Tormes, cuya edición más antigua data de 1554

"Y, por evitar peligro y quitarse de malas lenguas, se fue a servir a los que al presente vivían en el mesón de la Solana; y allí, padeciendo mil importunidades, se acabó de criar mi hermanico hasta que supo andar, y a mí hasta ser buen mozuelo, que iba a los huéspedes por vino y candelas y por lo demás que me mandaban"

Se encontraba en la Plaza de San Martín, entre las calles Concejo de Arriba y Trinidad (antes Concejo de Abajo y despues Zamora, en su tramo entre la Plaza Mayor y la Plaza de los Bandos). Durante la construcción de la Plaza Mayor, su propietario Antonio Paz no estuvo dispuesto a renunciar a los 40 pies de fachada de que disponía y que le arrebataba la Casa Consistorial y que finalmente quedaron en 16 pies a la Nueva Plaza tras su construcción.

En el Catastro del Marqués de la Ensenada en el siglo XVIII se le menciona asegurando que “al presente se halla sin morador por tener obra”.

El local o aledaños fueron ocupados a mediados del XIX por el comercio bazar, perfumería, camisería, sastrería y mercería del Sr. José Buxaderas cuyos herederos renombraron como “Gran Comercio del Precio Fijo”. En los primeros años de la década de los 20 del s. XX, el Sr. Victoriano Martín abrió en el local, el café-restaurant “Gran Fornos” y posteriormente, hacia 1927, se inauguró el café Las Torres regentado por Emilio García Villa, que más tarde pasaría a la familia Nieto, cuando el 11 de mayo de 1946 Luis Nieto González adquirió el negocio a las hermanas García Hernández. En la actualidad continúa denominándose cafetería Las Torres, aunque desde 2012, no lo regenta la familia Nieto.

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