Entendemos los hábitos de estudio a la forma en que acostumbramos a desarrollar el trabajo escolar. Como todo hábito, está íntimamente relacionado con determinados estímulos que permiten que las acciones que desarrollamos permanezcan a lo largo del tiempo. De hecho, un hábito se caracteriza por ser una conducta reiterativa a lo largo del tiempo. Por ejemplo, el hábito de cepillarnos los dientes luego de cada comida es una conducta prolongada a lo largo de nuestra vida. Del mismo modo, la desaparición del estímulo genera la extinción del hábito. Esto último cobra vital importancia en los casos en que tengamos el deseo de eliminar algún mal hábito, pues los hábitos pueden ser adecuados o inadecuados. Por ejemplo, el mal hábito de comerse las uñas.
Al hablar de hábitos de estudio, estamos refiriéndonos a condiciones positivas que nos permiten acercarnos a las metas de logro que buscamos al estudiar, como serían la consecución de aprendizajes significativos y, en términos concretos, de la aprobación de una asignatura o un plan de estudios.
Ejemplos de hábitos de estudio adecuados, los tenemos en el Orden de los materiales antes de estudiar, en la Distribución del horario de estudio, en la Puntualidad y Asistencia a clases.
“Los hábitos de estudio son el mejor y más potente predictor del éxito académico, mucho más que el nivel de inteligencia o de memoria. Lo que determina nuestro buen desempeño académico es el tiempo que dedicamos y el ritmo que le imprimimos a nuestro trabajo. Durante la educación secundaria, por lo general vamos incorporando unos hábitos de estudio de manera no sistemática, ya que no suelen enseñarse directamente. Al iniciar la universidad no sólo tenemos más contenido y niveles de exigencia, sino que tenemos menos control externo, porque vivimos solos, porque nuestro entorno inmediato nos supervisa menos, y porque el estilo pedagógico es diferente (menos exámenes y controles periódicos). Así, comenzar la universidad exige a la mayoría de la gente mejorar sus estrategias de organización del tiempo, su habilidad para tomar notas, sus técnicas de búsqueda y selección de información, su atención y concentración prolongadas. Conocer y entrenarse en hábitos de estudio que potencien y faciliten nuestra habilidad para aprender, son pasos clave para sacar el máximo provecho y conseguir el mejor rendimiento en nuestros años de formación académica”.
FUENTE: http://es.wikihow.com/hacer-un-espacio-de-estudio
LINKS PRÁCTICOS
1. Organiza tus tiempos de estudio
Es importante no dejar para estudiar cuando sientas que tienes el tiempo. Organiza una rutina de estudios y apégate a ella. Puede que parezca difícil incorporar la rutina de estudios al horario de clase y las tareas que te asignen, pero no puedes dejarlo al azar, ya que jamás te dedicarás a ello. Las sesiones constantes te ayudarán a distribuir mejor tus actividades y llegar preparado a los exámenes y pruebas parciales.
2. Dedica más tiempo de estudio a las asignaturas más difíciles
La mayoría de los estudiantes tienen una asignatura a la que temen. En lugar de dejarla para último momento, enfréntala desde el principio y dedica tiempo de estudio a ello. Esto te hará ganar seguridad y tranquilidad y podrás disfrutar de estudiar el resto de las asignaturas que disfrutas.
3. Consigue un compañero de estudios
Si bien estudiar con un amigo puede ser divertido, es mejor elegir a alguien que se tome en serio el estudio y la responsabilidad de estudiar con alguien más. Si es un compañero de clase podrás compartir notas, hacerse preguntas entre ustedes e incluso tener a alguien que te explique lo que no entiendes.
4. Estudia todos los días
Si bien es probable que quieras tener un día libre, si te dedicas a diario a ello tendrás una chance mayor de adquirir el hábito. Además, tus tiempos de estudio serán más cortos de este modo y podrás refrescar los conceptos para las pruebas. Mirar el material a diario te ayudará a recordarlo con más facilidad y a mejorar tu rendimiento en clase.
5. Recompensa tu esfuerzo
Las recompensas son una manera sana de incentivar los hábitos de estudio. Cuando alcanzas tus metas cómprate un helado o algo que disfrutes. También puedes optar por pequeñas recompensas entre las diferentes asignaturas como escuchar una canción o comer una golosina.
6. Evita las distracciones
Muchos se enorgullecen de poder realizar varias actividades simultáneamente, pero el estudio no es el momento para ello. Apaga la televisión y guarda el móvil y cualquier dispositivo que pueda distraerte. Considera ir a estudiar a la biblioteca porque si estás solo te tentarás, mientras que en la biblioteca todo el mundo estará estudiando y las tentaciones serán mucho menores.
7. Consigue un tutor que te ayude a estudiar
Si no logras fomentar hábitos de estudio duraderos considera un tutor. No sólo es útil para estudiar cada asignatura sino que además sueñen proveer nuevas maneras de estudiar o ayudarte a mejorar tu concentración. En general los tutores colocan anuncios en los tablones o paneles de avisos.
FUENTE: http://noticias.universia.es/portada/noticia/2014/03/28/1091462/7-habitos-estudio-claves-triunfar-universidad.html
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