Decisiones y etapas para la elaboración del portafolio digital

Los autores no coinciden exactamente a la hora de establecer las etapas a seguir aunque sí en el hecho de destacar la importancia de cuidar especialmente las primeras fases en las que se establecen objetivos y procedimientos para que la experiencia del eportfolio sea exitosa.

Barret[10] detalla seis etapas: 1. Propósito, en la que tutor y alumno establecen conjuntamente objetivos y procedimientos. 2. Recogida de evidencias y clasificación de las mismas. 3. Reflexión sobre las evidencias aportadas. 4. Conexión, interacción, diálogo y feedback. 5. Reflexión sumativa, selección y evaluación. 6. Presentación y publicación.

Gallego, Cacherio, Martín y Ángel[11] insisten - como se ha dicho antes -, en la importancia de las primeras fases, lo que se ve reflejado en su propuesta en la que amplían en número de etapas dedicadas a este momento del proceso. En la fase 1.ª proponen que tutor y alumno decidan cuál será el propósito del eportfolio.

En la 2.ª fase, se define la zona de andamiaje, estableciendo los objetivos intermedios.

En la 3.ª fase, se describen los resultados del aprendizaje y competencias de acuerdo a la asignatura y materia para pasar en la 4.ª fase a describir el modo en que se recogerá la información y se estructurará.

Tras esta recogida, se decidirá en la 5.ª fase qué información será seleccionada por considerar que constituye una evidencia del aprendizaje y se elabora - 6.ª fase - una guía de evaluación donde aparecen los criterios con los que se valorarán los trabajos.

Finalmente la 7.ª fase es la evaluación y la 8.ª la retroalimentación que recibe el alumno.

Vemos cómo estos autores insisten en la importancia de las primeras fases, y en el hecho de establecer claramente los objetivos educativos que se persigue alcanzar y qué criterios, tanto a nivel pedagógico como tecnológico se van a aplicar para dinamizar la implementación del eportfolio considerando que disponer de pautas concretas es crucial para conseguir los resultados positivos.

Jiménez y Rico[12] también destacan la importancia de las primeras fases pero destacan el proceso negociador que establecen tutor y alumno ya que proponen que además de explicitar los objetivos, el profesor presente al estudiante un abanico de productos que pueden conformar el portfolio para que sea el estudiante quien elija negociando con el profesor y teniendo en cuenta los créditos asignados a cada producto. Señalan también que se negocian las fechas de entrega con las que el alumno se compromete para pasar a continuación a la elaboración del eportfolio en sí.

Simplificando lo expuesto hasta ahora, podemos señalar que una vez que se han establecido claramente los objetivos y las tareas correspondientes, así como los plazos temporales, la elaboración del eportfolio pasaría por 4 fases: recogida de materiales, reflexión sobre los mismos, diseño del eportfolio y publicación-valoración.