El concepto de portfolio hace alusión al conjunto de trabajos, bocetos, muestras, técnicas, menciones, etc., que una persona recopila para dar a conocer su obra, bien estemos hablando del ámbito artístico, del educativo, del arquitectónico etc.
Se podría decir que el portfolio viene a ser una especie de memoria documentada de un proceso de creación, un proceso educativo o de otra índole, que muestra la evolución de dicho proceso, de tal manera que se puede recomponer una trayectoria.
El portfolio, según refieren Elena Barberá Gregori y Elena de Marín Rojo en su libro “Portfolio electrónico: aprender a evaluar el aprendizaje”, tiene su origen en el mundo artístico como forma de presentar y darse a conocer los artistas. Sin embargo son muchos los testimonios que relacionan el origen del portfolio con el mundo de la medicina, como por ejemplo García-Doval (2005)[1] o Prendes Espinosa y Sánchez Vera (2008).[2] En relación a esto se pueden consultar los estupendos trabajos Jan van Tartwijk y Erik Driessen en torno al portfolio médico.