El tío Tungsteno

Oliver Sacks evoca en este libro de memorias su niñez en Inglaterra. Cuando tenía seis años estalla la Segunda Guerra Mundial y es enviado, junto con su hermano Michael, a un internado en el campo. Cuatro años después, a su regreso a Londres, Michael enloquece, y Oliver encuentra su salvación personal en el mundo de la ciencia. Quien lo inicia es su tío Dave, «el tío Tungsteno», dueño de una fábrica de bombillas eléctricas. Y así, totalmente absorto en la física y la química, el adolescente va construyéndose un peculiar paraíso intelectual, donde sus héroes son Lavoisier, Marie Curie, Mendeleev y su tabla de los elementos.

"Aunque Dalton había presentado parte de sus ideas en la Sociedad Literaria y Filosófica de Manchester, no alcanzaron un público más amplio hasta que Thomson escribió sobre ellas. La manera de presentarlas de Thomson fue brillante y persuasiva, mucho más que la propia exposición de Dalton, que la colocó un poco de cualquier manera en las últimas páginas de sus libro Nuevo Sistema, de 1808."

"El gran químico Justus von Liebig describió estupendamente ese sensibilidad en su autobiografía: ""[La química] desarrollo en mi la facultad, para la analogía, que es característica de los químicos más que de los demás filósofos...