C.Fantásticos

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2.4. Representaciones de seres fantásticos

Infinidad de formas pueden encontrarse como combinaciones de animales y humanos, y como amalgama de elementos monstruosos. Como seres conocidos podemos hablar de:

    • Animales bicéfalos

La duplicación de órganos tiende normalmente a expresar un reforzamiento del significado (el dragón bicéfalo es lo terrible, lo devorante, multiplicado) (Malaxecheverría, 2008).

El águila bicéfala comparte simbolismo con los elementos dobles del zodiaco, las divinidades y las armas, que es el dualismo de la creación-destrucción, ascensión-descenso, ir-volver, dar vida-matar (Cirlot, 1992). Suele ser la más común en las gárgolas, aunque también podemos ver dragones bicéfalos, leones bicéfalos y algunos animales difíciles de identificar.

Ejemplos de gárgolas bicéfalas

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    • Arpía

Presenta rostro de mujer, normalmente hermosa, y cuerpo de ave con el vientre inmundo. Aunque también la podemos encontrar como un águila poderosa de plumaje blanco. En su origen eran consideradas divinidades de los vientos, pero después adquirieron una connotación negativa. Es la representación de la avaricia. Su nombre significa rapaces y ladronas. Simbolizan las pasiones viciosas, tanto los tormentos obsesivos que hace sufrir el deseo, como los remordimientos, que siguen a la satisfacción (Chevalier, 1986). En la Edad Media, aparecen a veces en el arte decorativo como simples emblemas del signo de Virgo, musicalmente comprendido. La arpía heráldica no incluye ideas siniestras (Cirlot, 1992). En su representación con los ojos vendados y dos jarras en las manos simboliza la alegoría de la mudable fortuna.

Ejemplos de gárgolas arpía

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    • Cinocéfalo

Ser con cabeza de perro y cuerpo humano. La condición de psicopompo del perro se extiende a muchas de las manifestaciones de éste con distintos aspectos. “Los cinocéfalos, tan numerosos en la iconografía egipcia, tienen por misión encarcelar o destruir a los enemigos de la luz y guardar las Puertas de los lugares sagrados” (Chevalier, 1986:816). Pertenece a los pueblos monstruosos o seres teratológicos antropomorfos, que veremos más adelante.

Gárgola Cinocéfalo en el Cimborrio de la catedral de Barcelona (neogótica). Imagen ©Begoña Yáñez.

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    • Demonios

No nos referimos al simbolismo en sí de los demonios sino de los atributos que suelen acompañar al diablo y los demonios. El ser demoniaco es la representación del Mal. Hay que especificar que no todos los demonios representan al diablo (Lucifer, Satanás, etc.), al igual que no todas la representaciones monstruosas responden a demonios. Como ya hemos hablado en el mito el concepto de demonio surgirá como necesidad del cristianismo, siendo hasta ese momento el daimon (del griego, del latín daemon) que respondía lo mismo a seres benéficos como maléficos, siempre como intermediarios entre lo divino y lo humano. Los demonios estaban relacionados con el destino del hombre.

Encontramos con frecuencia al diablo y los demonios dotados de cola (rabo), cuernos y alas membranosas. Una de las representaciones iconográficas más comunes del diablo es presentando una cara en el abdomen con la boca abierta y la lengua sacada. Algunas veces aparece cobrando forma de serpiente o directamente como una serpiente algo antropomórfica.

Ejemplos de gárgolas con forma de demonio

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    • Dragón

El dragón es el monstruo primordial. El dragón se presenta en todas las culturas y en todas las épocas, aunque no siempre bajo la misma forma. La visión europea difiere mucho de la oriental, aunque las diferencias parecen deberse más a los conceptos de benéfico y malévolo en las distintas culturas. Podemos destacar en el concepto general del dragón las funciones de devorador y de protección, muchas veces en contraposición y otras en conjunción. Es la necesidad de vencer al monstruo para alcanzar la nueva vida, el monstruo al que enfrentarse como peligro iniciático y como portal protector.

En la Edad Media era el nombre genérico para designar a un reptil largo. En su confusión o relación con la serpiente muchos de los animales fantásticos pueden englobarse en esta categoría o en la de la serpiente como por ejemplo el Basilisco o la Cocatriz, la Anfisbena, el Ouroboros, el Àspid (nombre con que se conocía a la Víbora) . La serpiente es la base sobre la que se construye la imagen del dragón en casi todas las culturas. Bajo el término latino draco eran recogidos tanto uno como otro.

Fuente de la Sierpe en Ávila. Dibujo ©Begoña Yáñez.

La imagen estereotípica del dragón en Europa mantiene unos rasgos concretos que irán heredando las historias y las manifestaciones visuales. Un ser corpulento, dotado de dos o cuatro patas (en el caso de dos las alas constituyen las extremidades superiores), una larga cola, alas membranosas (con carga simbólica negativa) y un largo cuello acabado en una cabeza (o varias) con grandes fauces y la capacidad de escupir fuego. Esta imagen es la que alimenta en parte a algunas de las representaciones de las gárgolas góticas que conocemos, y la gran mayoría de las gárgolas de las representaciones de la cultura actual.

La transformación del mito del dragón a la simplificación de éste como obstáculo para consecución de un tesoro o de la liberación, hacen de él un símbolo que fácilmente será relacionado con el demonio como en el Apocalipsis. Esto se debe a la eliminación, a lo largo de las interpretaciones del mito, del proceso iniciador del enfrentamiento al dragón y su aporte sapiencial al protagonista de la hazaña.

Ejemplos de gárgolas con forma de dragón

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    • Esfinge

La esfinge egipcia es símbolo de los faraones, tenían forma de león sedente con cabeza de hombre surgiendo de las melenas, y una mirada enigmática. Es el guardián de la parte septentrional del mundo subterráneo, y por consiguiente del mundo de la noche y de la muerte. La concepción egipcia no reduce a monstruo al hombre, sino que eleva al hombre al poder divino. En Asiria son barbadas y coronadas.

La esfinge griega tiene facciones femeninas (cabeza y pechos), cuerpo leonino y está provista de alas. Por su aparición en la leyenda de Edipo se convirtió en el símbolo del enigma y de la eterna pregunta sobre el significado de la existencia humana.

En especial en su forma griega es representada con frecuencia en las quimeras más que en las gárgolas funcionales. En el Medievo aparece una nueva interpretación de la esfinge con cuerpo de mono, y cabeza y pecho de mujer, como una de las razas de los pueblos desconocidos.

Esfinge a la entrada del Palacio de Liria en Madrid (s. XVIII).

La esfinge como interpeladora a la entrada de los lugares que protege. Imagen ©Begoña Yáñez.

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    • Grifo

Su origen es el antiguo Oriente, es el producto de agregar al cuerpo de león la cabeza y las alas de un águila, aunque también podemos encontrarla como un águila con cuatro patas. Según el Fisiólogo es el ave más grande de todas las del cielo. Suele usarse como símbolo de protección y como animal guardián. Por la naturaleza de sus dos partes es un ser de la tierra y del cielo, y por ello es símbolo de las dos naturalezas la humana y la divina de Cristo, y constituyen la fuerza de la salvación. Y por su condición de híbrido también fue considerado una representación del demonio. En Heráldica es símbolo de sabiduría y vigilancia.

Una variante es el hipogrifo que se compone de caballo y grifo. A la condición de guardián se le suma el valor de montura espiritual del caballo alado.

Ejemplos de gárgolas con forma de grifo

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    • Grotescos

Figuras fantásticas que surgen de la combinación de organismos humanos, animales y vegetales en disposición caprichosa. Su origen procede de la pintura decorativa de los romanos, como ejemplo jocoso y festivo del Arte de los antiguos.

Gárgolas con forma de grotesco de la catedral de Tarragona (Imagen ©Marta Azagra) y catedral de Segovia (Imagen ©Begoña Yáñez).

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    • Monstruos terrestres, aéreos y acuáticos

En resumen simboliza la incidencia en el orden establecido. La interpelación ante los problemas y el inconsciente, y el enfrentamiento a ellos. Bajo la categoría de monstruos se engloban los seres fantásticos procedentes de distintas tradiciones.Por lo general entran en esta categoría aquellos seres que no se pueden identificar pero podemos definirlos como monstruos terrestres, aéreos o acuáticos, al estilo de los bestiarios.

Ejemplos de gárgolas con forma de monstruo

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    • Quimera

Dentro de la categoría de quimera se engloban multitud de combinaciones de león, águila, carnero, serpiente e incluso dragón, pero las más tradicionales presentan cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón; o tres cabezas una de cada uno de los citados (cabeza de León, una de macho cabrío en el lomo y en la cola la cabeza de dragón). Aunque los leones alados y otras representaciones similares se suelen llamar también quimeras, por el significado de la palabra quimérico que corresponde a casi cualquier animal fabuloso, imaginario o utópico.

También contamos con la Quimera mitológica madre de la Esfinge y el León de Nemea, y derrotada por Belerofonte con la ayuda de Pegaso.

Ejemplos de gárgolas con forma de quimera e híbridos

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    • Seres híbridos y animales antropomorfos

En esta categoría incluimos los seres híbridos teriomórficos a nivel general, pero también hablaremos de algunos casos concretos, otros ya los hemos nombrado o están incluidos en la siguiente categoría. Vemos híbridos formados por la fusión de hombre y animal: el sátiro, el centauro, la sirena y el tritón, el minotauro; o por varios animales (por lo que no son propiamente híbridos) por ejemplo el catoblepas, o las mencionadas esfinge, quimera, arpía, algunas especies de serpiente, e incluso el unicornio.

La antigüedad griega en su creación de razas fantásticas y los animales monstruosos procedentes de Oriente son la verdadera herencia de los seres híbridos y fantásticos del mundo occidental, y por influencia de la literatura oral y escrita. Y esta influencia se verá plasmada en las manifestaciones visuales de la Edad Media y hasta el gótico tardío. San Agustín se ocupará de hacer un hueco a éstos entre las distintas Creaciones divinas. (Ejemplos en la presentación de quimeras)

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    • Seres teratológicos

Recordamos la definición de teratología.

En la iconografía medieval se solía representar a los pueblos monstruosos como una categoría global, más que describir las específicas. Es frecuente encontrar miniaturas en los códices en los que estén representados unos junto a otros. Estas razas proceden de libros de viajes o de médicos de la época que interpretaban y exageraban los rasgos de las razas exóticas. Son los monstruos de otros mundos, habitantes de las regiones desconocidas de la tierra. Por la religión fueron considerados hijos de Caín.

Según Kappler (2004) estos personajes (humanoides y animales) se pueden organizar en distintas categorías que responden a su fisiología, por su simetría, por la carencia de alguna parte del cuerpo, con hipertrofias o multiplicación de los miembros, sustitución de un elemento fundamental por otro insólito… Muchos de estas razas tienen orígenes anteriores a la Edad Media y algunos tienen representaciones tanto en Occidente como en Oriente.

Pueblos Monstruosos. Crónica de Nuremberg, 1493. Grabados de Hartmann Schedel. Fuente de las imágenes: Wikimedia Commons.

En estas páginas de la Crónica de Núremberg, que hemos mencionado al principio de este apartado de significados y simbologías, podemos ver imágenes de estas razas desconocidas y tergiversadas a las que pertenece el Cinocéfalo, que hemos un poco más arriba y también los hombres salvajes que hemos visto en los seres antropomorfos.

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    • Unicornio

El término procede de la traducción latina del griego monoceros, lo que lo relaciona estrechamente con el rinoceronte por su único cuerno. Es una figura conocida prácticamente en todo el mundo, y la creencia de su existencia se extendió hasta el siglo XIX.

Es un animal mitológico que consiste en un pequeño caballo blanco con patas de antílope, barba de chivo y un gran cuerno en la frente, al que se atribuían poderes mágicos como la vida eterna o purificar el agua. Es símbolo de la castidad y está muy relacionado con la virginidad femenina ya que sólo una doncella puede acercarse al animal. A pesar de ser un símbolo de la lucha de la castidad contra la lujuria su representación fue prohibida por la Iglesia a partir del siglo XV, aunque la imagen de este ser mantuvo su fuerza y sus supuestas propiedades mágicas (Malaxecheverría, 2008). A pesar de ello su cuerno simboliza la espada de Dios y la penetración de lo divino en las criaturas. Aunque tal vez sea debido a su interpretación a partir de los tapices del Museo Cluny de La dama del unicornio del mismo siglo XV que le confirió una relación con el amor cortés. Otra posibilidad es la relación del cuerno con un símbolo fálico, lo que suele representarse en la imagen de dos unicornios enfrentados, combatiendo ambos símbolos: castidad y fecundidad.

Ejemplos de gárgolas con forma de unicornio

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En primer plano vemos un monstruo con tres bocas, animales variados y, al fondo, un unicornio. Ilustración del Monstruos, demonios y maravillas a finales de la Edad Media de C. Kappler (2004).

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Material elaborado para la tesis: © La gárgola gótica como objeto de estudio y su proyección sobre la cultura actual. Una experiencia didáctico-visual significativa.