Leda

Debido a la gran cantidad de obras representando el mito de Leda, no ha sido posible referenciarlas muchas de ellas en este espacio, por lo que remito a la base de datos del Instituto Warburg, donde aparece una completísima relación de obras.

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Algunos dicen que cuando Zeus se enamoró de Némesis, ella huyó de él arrojándose al agua y se convirtió en pez, y que él la persiguió transformado en castor [?] y surcando las olas. Ella saltó a tierra y se transformó en diversas fieras, pero no pudo zafarse de Zeus, porque éste tomaba la forma de animales todavía más feroces y rápidos. Por fin, ella se remontó al aire como un ganso silvestre y él se transformó en un cisne y la cubrió triunfalmente en Rammunte, Ática. Némesis sacudió sus plumas resignadamente y fue a Esparta, donde Leda, esposa del rey Tindáreo, encontró poco después en un pantano un huevo de color de jacinto que llevó a su casa y ocultó en un cofre; de ese huevo salió Helena de Troya. Pero algunos dicen que ese huevo cayó de la luna.

Otros dicen que Zeus, simulando que era un cisne perseguido por un águila, se refugió en el seno de Némesis y la violó, y que, cuando transcurrió el tiempo debido, ella puso un huevo que Hermes arrojó entre los muslos de Leda cuando estaba sentada en un taburete con las piernas abiertas. Así Leda dio a luz a Helena (y Clitemnestra) y Zeus colocó las imágenes del Cisne y el Águila en el firmamento para conmemorar ese ardid.

Sin embargo, el relato más común es que fue con Leda misma con quien se ayuntó Zeus en la forma de un cisne junto al río Eurotas; que ella puso un huevo del que salieron Helena, Clitemnestra, Castor y Pólux; y que en consecuencia se la deificó como la diosa Némesis. Ahora bien, el marido de Leda, Tindáreo, también se había acostado con ella esa misma noche y, si bien algunos sostienen que los tres eran hijos de Zeus —y también Clitemnestra, quien había salido con Helena, de un segundo huevo—, otros dicen que solamente Helena era hija de Zeus y que Castor y Pólux eran hijos de Tindáreo.

• EN GRECIA:

En la cerámica griega no es muy frecuente la representación del tema de la violación de Leda por el cisne, como lo va a ser luego en la escultura helenística, aunque sí que se representa con cierta frecuencia el nacimiento de Helena y Clitemnestra. Leda aparece como una mujer adulta, vestida, y junto a ella el huevo sobre un altar. A su lado su esposo Tindáreo y dos jóvenes, los dioscuros. En ocasiones también está zeus, bien como águila, o como una escultura. Vemos a continuación varios ejemplos de cerámica clásica muy similares.

También existen, en cerámica, representaciones del momento de la violación de Helena por el cisne, aunque , como ya hemos dicho, son menos frecuentes.Leda aparece desnuda o semidesnuda, y el cisne aproximándose a ella. Pueden aparecer otros personajes junto a ellos. A partir del siglo IV a.C. ésta va a ser la representación más frecuente, tanto en pintura como en escultura o relieve, prefiriéndose la escena de la seducción como excusa para representar el cuerpo femenino desnudo, omitiéndose los detalles del acontecimiento mitológico.

A partir del siglo IV también vemos ejemplos de representación en escultura y relieve del momento de la seducción:

• EN ROMA:

Durante el Helenismo el tema se representa innumerables veces, lo mismo que en el arte romano, y encontramos la tradicional tendencia a representar de forma muy sensual los temas mitológicos. Aparecen Leda y el cisne abrazados, en el momento mismo de la violación, e incluso del coito, en las más variadas posturas, y con un cisne que adquiere un tamaño similar al de la propia Leda, que intenta resistirse a su acoso pero no puede resistirse al fuerte abrazo del animal.

Era muy frecuente su aparición y en pequeños relieves, todos basados en un mismo modelo del que se han encontrado copias en diferentes lugares. El original es griego, helenístico, pero en época romana se hicieron numerosas copias.

También encontramos representado el tema de Leda en objetos de tocador y de uso domestico como tema decorativo de fuerte sensualidad.

La misma tendencia encontramos en las representaciones de Leda en el mosaico y el fresco. Se aborda como una escena decorativa y sensual, en la que pueden aparecer amorcillos con antorchas, símbolo sexual. Leda puede aparecer de pie o bien acostada.

En estos dos mosaicos vemos a la joven tumbada, y el cisne avanzando sobre ella. Esta representación es menos frecuente, pero no insólita.

En estos otros mosaicos Leda aparece de pie, bien mostrando el frente o bien de espaldas, mientras el cisne avanza hacia ella.

A medida que penetra el cristianismo el tema va perdiendo protagonismo al mismo tiempo que la sensualidad es menos evidente al perderse naturalismo. Durante la Edad Media el tema prácticamente desaparece.

• EN EL RENACIMIENTO Y EL BARROCO:

El tema casi desaparecido en la Edad Media durante el Renacimiento se retoma con muchísima fuerza, aunque los artistas lo retoman con gran libertad por la falta de modelos anteriores, basándose en los textos clásicos. A partir del siglo XVI, casi todos los grandes maestros tocan el tema.Una de las primeras representaciones es la de Filarete en 1433 en las puertas de San Pedro del Vaticano, o la de Giorgione.

Otra composición que tuvo gran repercusión fue la de Miguel Ángel, donde Leda aparece recostada con el cisne echado sobre ella, una postura menos frecuente en el arte de la antigüedad, aunque quedan ejemplos como el mosaico del Palacio de Lebrija. El diseño de Miguel Ángel fue copiado numerosas veces por sus propios ayudantes o por artistas como el joven Rubens o el escultor Amamanti. La obra original fue destruida posteriormente. También se reprodujo su obra en varios en grabados por artistas como Coraelis Bos del que hoy se conservan varios ejemplares.

Después de Giorgione también los otros grandes pintores venecianos trataron el tema, no Tiziano, pero si Tinttoreto y el Veronés. Ambos trasladan la escena a un interior, al lecho, donde vemos terciopelos y sedas, contrastando con la piel desnuda de Leda. De nuevo el tema mitológico es solo una excusa para la representar el desnudo en un tono de intima sensualidad.

A partir del siglo XVI el modelo de Leda y el Cisne va adquiriendo una connotación erótica cada vez más explicita, especialmente a partir del siglo XVIII. Las diversas obras no aportan grandes novedades iconográficas, repitiendo los modelos de Leonardo, Miguel Ángel, Corregio y los venecianos, con pocas modificaciones, en unas ocasiones Leda aparece de pie, en otras sentada y en otras tumbada, con el cisne acercándose, en posición de acoso o bien practicando el coito. Leda aparece desnuda o semidesnuda, en actitud sensual y complaciente. Como en otros casos de violaciones de Zeus, el tema es una excusa para una pintura de contenido erótico.

El caso más evidente es el pintor Boucher, que realiza varias pinturas sobre el tema de Leda, tres de ellas similares, en las que para incrementar el erotismo utiliza dos figuras femeninas, una de frente y otra de espaldas. En la cuarta de ellas el contenido más que erótico es pornográfico al representar los genitales de Leda y la cabeza del cisne, de forma fálica, avanzando hacia ellos.

• EN EL SIGLO XIX Y XX:

Al contrario de lo que ocurre con otros temas mitológicos, el de Leda se mantiene en época contemporánea, y las obras son tan abundantes que solamente citaremos algunas.

Debido a la gran cantidad de obras representando el mito de Leda, no ha sido posible referenciar muchas de ellas en este espacio, por lo que remito a la base de datos del Instituto Warburg, donde aparece una completísima relación de obras.