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 UNIDAD DIDÁCTICA :

LA EPICA Y SU PROYECCIÓN EN LAS MANIFESTACIONES CULTURALES MODERNAS

 

 

1.    INTRODUCCIÓN:

 

            La cultura griega ha pervivido a través de los siglos en la literatura y en las diferentes manifestaciones artísticas. Llamamos “clásicos” a los autores helenos porque han supuesto la fuente de inspiración para muchos escritores y artistas posteriores, que los han interpretado de formas diversas a lo largo del tiempo.

            En esta unidad didáctica pretendemos abordar una de las obras épicas por excelencia de la producción homérica –la Odisea- y examinar su proyección en el tiempo y en distintos ámbitos literarios: la novela, el teatro y la poesía. En el siguiente punto trataremos la manifestación cinematográfica, entendida como expresión visual de una historia (guión) de clara inspiración clásica. En un último nivel estudiamos la adaptación del tema en la música no clásica.

            La Odisea es, como dicen los autores Balló y Pérez en su libro “La semilla inmortal”, el retorno al hogar. En su libro (páginas 28 y siguientes) y antes de buscar en la historia del cine las películas que han tomado como punto de partida la obra homérica, los autores comentan:

 

Nadie puede discutir a Ulises el mérito de evocar mejor que nadie una de las grandes fuentes argumentales para la ficción dramática de todas las épocas: el retorno del expatriado [...] El poema también es la historia de una confrontación: la que protagoniza una familia disgregada -el marido perdido (Ulises), la esposa asediada por los pretendientes (Penélope), el hijo inmaduro y sin padre con el que identificarse (Telémaco)-, que se reencontrará finalmente para enfrentarse a sus enemigos y salvar así el hogar amenazado, en uno de los “happy end” más espectaculares y contundentes de toda la literatura clásica...

Aunque si nos atenemos estrictamente al número de versos dedicados a cada episodio, la trama del enfrentamiento final sea clave en el poema, la tradición posterior a Homero se ha interesado sobre todo por el Ulises viajero (etapas que sólo ocupan la primera mitad de la Odisea) y ha leído la epopeya como una trepidante novela de aventuras itinerantes...

La fascinación por el personaje en toda la tradición literaria occidental se manifiesta en multitud de títulos posteriores a Homero, desde la dramaturgia ateniense de la época clásica a la novela moderna. La naturaleza errante de Ulises encuentra en James Joyce un recreador osado cuando lo encarna en un gris corredor de seguros dublinés. En el largo itinerario que va del poema de Homero a la comprensión temporal y espacial del Ulises de Joyce –un único día en Dublín- podemos ver el progresivo repliegue de la narrativa desde las conquistas épicas del espacio exterior a las exploraciones existenciales de una vida interior...

 

La fascinación de la que se habla en el párrafo anterior hace casi imposible dar una visión completa de los autores y géneros que se han nutrido de la figura del protagonista homérico. Hemos dividido en cinco apartados la unidad para que abarque diversos géneros y distintas obras representativas dentro de cada uno de ellos.

 

2.GENEROS Y OBRAS REPRESENTATIVAS

 

2.1             EN LA NOVELA.:

 

 Historia de un libro (Martinez Gil).

El desprecio (Alberto Moravia)

 L´hora violeta.(Monserrat Roig)

Rosa Krüger (Rafael Sánchez Mazas)

       La ignorancia (Milan Kundera)

 

2.2             EN EL TEATRO

 

     La tejedora de sueños (A.Buero Vallejo)

     El retorno de Ulises.(G. Torrente Ballester)

     Último desembarco (Fernando Savater)

    ¿Por qué corres Ulises? (Antonio Gala)

 

2.3             EN LA POESÍA

 

     Itaca (Constantino Kavafis)

     Odysseus (R. Pérez de Ayala)

     Helena (Georgius Seferis)

     Peregrino (Luis Cernuda)

     Odisea, libro vigésimo tercero (J.L. Borges)

 

2.4             EN EL CINE.

 

    O Brother (hermanos Coen)

    Paris,Texas (Wim Wenders)

  

2.5             EN LA MÚSICA

 

Retorn a Itaca (Lluis Llach)

Penélope (Joan Manuel Serrat)

La Odissea musical.

 

 

2.1 EN LA NOVELA.

 

         Historia de un libro. Fernando Martínez Gil.

            Se trata de una narración con diez capítulos y sendas historias diferentes. Los distintos argumentos se entrelazan con un hilo conductor: La Odisea de Homero.

Vamos a detenernos en varios fragmentos de dos de los capítulos en que aparecen claras referencias de la obra clásica homérica en que se basa el libro de Martínez Gil.

 

 

Capítulo V: Penélope

            En este relato el autor nos presenta una historia paralela a la de la esposa fiel de Ulises. La protagonizan una mujer llamada María Elena y su familia.

            El lugar donde transcurre la acción es la ciudad de Lima.

            El momento: finales del siglo XVI, tras el mandato del virrey Toledo.

La situación planteada: En Lima, ciudad pequeña y aburrida; un rico comerciante vive con sus tres hijas. Éstas disfrutan mirando y escudriñando, ocultas tras las celosías de su balcón, a cuantos viandantes se atrevieran a pasar por delante de su casa. En cuanto le fue posible su padre intentó casarlas y así lo narra el autor

 

         Pero no siempre se ocupaban en maldades las tres hermanitas. A medida que se acercaban a la edad núbil, volvíanse más soñadoras a la vez que temerosas. Las dos pequeñas habían elegido entre los viandantes a sus pretendientes ideales [.......].La mayor, María Elena, a quienes sus hermanas decían “la exquisita”, prefería confeccionar sus sueños con la fantasía que le despertaban los libros, en cuya lectura estaba siempre enfrascada...

           

 Ya casadas sus hermanas menores, María Elena se mostraba más reservada y menos interesada que nunca por encontrar un posible marido. Su padre, en cambio, después de revisar y sopesar a los pretendientes de su hija mayor decidió invitar a los escogidos a jugar al tute todos los martes y sábados por la tarde en su casa a la hora del chocolate. A María Elena la obligaba a honrar dicha reunión con su presencia.

 

 

A María Elena no le hizo ninguna gracia la orden recibida pero no tuvo más remedio que acatarla con sumisión filial. Así que dos veces por semana se sentaba en el estrado de la sala de visitas, cual si fuese el muestrario de un mercader, y se ponía a bordar, actividad mejor vista que la lectura, o a pasar el tiempo mirando a los hombres por entre las ranuras del abanico.

 

 

 

                           

      

 

Después de muchos días y del poco interés de casarse de María Elena, su padre le da un ultimatum para que decida cuál de los cuatro pretendientes quiere por esposo. Ella, intentando evadirse de la situación planteada, buscó refugio en sus lecturas

 

 

        

Eligió un poema heroico de la Antigüedad que narraba las aventuras de Ulises en el camino de regreso a Ítaca, junto a su esposa Penélope. En alguna ocasión había ya escuchado esa historia, de la que recordaba algunos detalles. “¡Quién pudiera ser como Penélope”, pensó, “poner la excusa del lienzo que tejía de día para deshacerlo por la noche!” [...] A la mañana siguiente, después de una noche en vela sin quitar los ojos del libro, ya lo había devorado hasta el final y dado con el remedio a sus pesares.

 

 

 

 

Cuestiones:

            1.¿Qué parecido pudo ver María Elena entre su propia situación y la de Penélope?

  

            2. ¿Quién salvó a Penélope de sus pretendientes?

 

 

  

            A María Elena fue el canto XXII de la Odisea el que la inspiró para atemorizar a los atrevidos pretendientes.

 

         Debía copiar cuatro veces el canto XXII de la Odisea, aquel en que el ingenioso Ulises, habiendo tramado con Atenea la muerte de los pretendientes de su esposa, comenzaba a ejecutar su terrible venganza...

 

 

 

Cuestiones:

 

1.     Consulta el canto XXII de la Odisea y resume su contenido.

 

 

 

 

 

 

2.     La venganza de Ulises va a tener efecto disuasorio en los pretendientes de María Elena ¿por qué?

 

 

Capítulo VIII: El regreso del esposo.

            En este capítulo se plantea la romántica historia de dos personajes Carmelita y Federico.

            El lugar donde transcurre la acción es una ciudad de provincias española.

            El tiempo: finales del siglo XIX.            La situación planteada: dos jóvenes extremadamente tímidos entablan contacto visual y sólo se atreven a compartir ratos de lectura en un parque de la ciudad en que viven. Leer el mismo libro es la recatada forma que tienen para manifestarse la mutua atracción que sienten. Así lo cuenta el autor:

 

         Le costó varios días encontrar lo que buscaba, pues de pocos establecimientos estaba dotada tan desidiosa población, pero al fin consiguió en la librería de viejo un ejemplar, que le costó su buen dinero, de la lectura que acompañaba las tardes de Carmelita. Y cuando ella se percató de que el libro de Federico, descuidadamente abandonado en el banco durante unos instantes, también era la Odisea de Homero, no pudo disimular su turbación y, acto seguido, una sonrisa de complacencia que arreboló sus mejillas mientras regresaba, ahora acompañada, a los abiertos horizontes perseguidos por Ulises.

            Se disponía Carmelita a iniciar el canto V, cuando Odiseo se entrega a la añoranza en la cueva de Calipso y la diosa Atenea prepara su solitaria navegación al país de los feacios. Lo averiguó Federico de una ojeada y buscó en su vetustísimo libro el mismo pasaje, cuyos primeros versos le condujeron, como esperaba, al escenario geográfico y sentimental en que su amada se hallaba, en tan estrecha comunión con ella que ahora sí juzgó superfluas las palabras e incluso el contacto físico.

 

 

        

 Cuestiones:

 

1. El título del capítulo hace referencia a un hecho relevante de la Odisea ¿cuál?

 

 

 

 

 

 

2. La ninfa Calipso es una de las protagonistas femeninas que retienen al esposo mientras Penélope espera en Itaca. ¿Qué tipo de cautiverio sufre Ulises a su lado?

  

 

 

 

 

 

            El levantamiento en Filipinas vino a separar a los dos jóvenes. Antes de marcharse  Federico, armándose de valor, declara su amor a Carmelita y durante el largo período de separación, la correspondencia será el método para empezar a conocerse y reafirmar su afecto. Una larga ausencia llena de peligros para el soldado y en la que la malaria estuvo a punto de acabar con él. Sin embargo el reencuentro se produjo de este modo:

 

.....Hacía tres meses que, en medio del desbarajuste bélico, perdiera contacto epistolar con Carmelita, aunque había seguido frecuentando  su compañía en las páginas de la Odisea, que, entre tanto, le diera tiempo a leer más de una docena de veces....

            ...Abrió su inseparable libro y , sintiéndose muy, muy cercano a ella se dispuso a leer el canto XXIII y, por medio de sus versos, se dijeron muchas cosas sin que nadie en el parque lo sospechara.                        “..y en él fue creciendo un deseo de llanto,

y lloraba abrazado a su fiel y amadísima esposa.

Así como la tierra aparece tan grata a los naúfragos..

                        Así ver a su esposo era dulce también para ella

y sus brazos nevados seguían en torno a su cuello”.

            Milagrosamente, la vida se había reanudado en el mismo punto en que fuera turbada, como si nada hubiera ocurrido entre tanto, como si la guerra hubiese sido definitivamente desterrada del recuerdo de la humanidad.

 

 

Cuestiones:

1.     ¿Cómo logra reconocer Penélope a su  esposo?

 

 

 

 

 

2.     ¿Resulta verosímil el reencuentro de Federico y Carmelita tras la separación por la guerra? ¿por qué?.

 

 

 

 

 

 

3.     ¿Es más creíble el reencuentro de Penélope y Ulises narrado en los últimos cantos de la Odisea?.

 

 

 

 

 

 

4.      ¿Qué semejanzas y diferencias se pueden establecer entre los dos reencuentros? Completa la tabla

 

 

 

 

 

 

 

 

2.1          EN LA NOVELA

 

El desprecio. Alberto Moravia.

 

“En realidad Ulises es un hombre que teme volver con su mujer...Y este temor es el que, subconscientemente, le hace tropezar con obstáculos que impiden su regreso..Su famoso espíritu de aventura no es en realidad otra cosa que un deseo inconsciente de prolongar el viaje, extraviándose en aventuras que de hecho, lo interrumpen y lo desvían...Penélope es la mujer tradicional de la Grecia arcaica, feudal y aristocrática...Ulises, por el contrario, anticipa los caracteres de una Grecia más tardía, la de los sofistas y los filósofos; Ulises es un hombre sin prejuicios y, si hace falta, sin escrúpulos, agudo, juicioso, inteligente, irreligioso, escéptico, incluso cínico a menudo...Antes de la guerra de Troya, Ulises ha hecho algo que no le ha gustado a Penélope...

 

Resumiendo. Punto primero:Penélope desprecia a Ulises por no haber reaccionado como hombre, como marido y como rey contra la intromisión de los pretendientes...

Punto segundo: este desprecio provoca la marcha de Ulises a la guerra de Troya...

Punto tercero: sabiendo que en su casa le espera una mujer que le desprecia, Ulises retrasa, inconscientemente, todo lo posible su regreso...

Punto cuarto: para reconquistar el respeto y amor de Penélope, Ulises mata a los pretendientes...”

 

 

 

 

 

 

 

 

2.1 EN LA NOVELA.

L´hora violeta . Monserrat Roig

 

A L'hora violeta tres dones s'encaren al seu fracàs: fracàs davant l'home pare, l'home cervell i l'home com a ideal romàntic. I aquestes tres dones són segurament la mateixa, que parteix de camins diferents: l'anàlisi psicológica, el ressentiment, l'angoixa vital, l'assimilació de la història i del passat com a compresió... I totes tres arriben a entendre -les unes racionalment, les altres intuïtivament- que han de mirar el món sense el filtre d'una altra mirada, amb els ulls propis, no amb els d'un altre.

 

 

“Has de ser tu mateixa, li feia, podem viure perfectament sense els homes. No els necessitem per a res. Ens manipulen, ens volen colonitzar...I la norma no volia renunciar a l´Alfred mentre la seva dona odiava les militants feministes perque intuïa que una d´elles li havia pres l´home. L´esposa teixia amb paciència el seu fracàs dins la soletat de totes les Penelopes. I ella, no en tenia, de paciència? La Natalia li deia, no entenc perque no el deixes, que no veus que ho vol mantenir tot, la casa, la familia i l´amant fora de la llar?”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2.2 EN EL TEATRO

 

El retorno de Ulises. G.Torrente Ballester.

 

“Helena me ayudó a descubrir que yo era algo más que el hijo de Ulises, y mi nombre no era un susurro de hoja que mueve el viento. ¡Cómo se reía cuando le conté mis tribulaciones!.

Tu padre, me respondió, no fue más que un hombre astuto. Es cierto que inventó lo del caballo de Troya, pero ese ardid hubiera avergonzado a cualquier guerrero digno. Y me explico que todo lo demás era pura invención, y que si Calipso , Circe o Nausicaa aseguraban que mi padre era un gran hombre, lo hacían para justificarse de habérsele entregado a la ligera y por compartir un poco de aquella gloria que ellas mismas habían inventado. Y si el gigante Polifemo y los Titanes proclamaban su heroismo, era por no pasar por la vergüenza de que alguien tan pequeño como Ulises los hubiera derrotado. Por eso te aseguré que mi padre no existió jamas. En efecto: no existió ese que has pintado, sino un oscuro guerrero, bastante astuto”.

 

 

 

 

 

 

 

 

2.1          EN LA POESIA 

ITACA

Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,

pide que tu camino sea largo,

rico en experiencias, en conocimiento.

A Lestrigones y a Cíclopes nunca temas,

no hallarás tales seres en tu ruta

si alto es tu pensamiento y limpia

la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.

A Lestrigones y a Cíclopes,

Ni al fiero Poseidón hallarás nunca,

si no los llevas dentro de tu alma,

si no es tu alma quien ante ti los pone. 

Pide que tu camino sea largo.

Que numerosas sean las mañanas de verano

en que con placer, felizmente

arribes a bahías nunca vistas;

detente en los emporios de Fenicia

y adquiere hermosas mercancías,

madreperla y coral, y ámbar y ébano,

perfumes deliciosos y diversos,

cuanto puedas invierte en voluptuosos y

delicados perfumes;

visita muchas ciudades de Egipto

y con avidez aprende de sus sabios.

 

Ten siempre a Ítaca en la memoria.

Llegar allí es tu meta.

Mas no apresures el viaje.

Mejor que se extienda largos años;

y en tu vejez arribes a la isla

con cuanto hayas ganado en el camino,

sin esperar a que Ítaca te enriquezca.

 

Ítaca te regaló un hermoso viaje.

Sin ella, el camino no hubieras emprendido.

Mas ninguna otra cosa puede darte.

 

Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.

Rico en saber y en vida, como has vuelto,

Comprendes ya que significan las Ítacas.

                                                           Constantino Kavafis

 

 

Cuestiones:

 

1.     El viaje a Ítaca es una metáfora del viaje de la vida. ¿Cómo desea el poeta que sea este viaje? ¿Por qué?

 

 

 

2.     ¿Qué peligros de los viajes de Odiseo se mencionan en el poema? ¿Dónde piensa Kavafis que pueden estar estos posibles peligros?

 

 

 

3.      ¿Cuál es la verdadera riqueza de Ítaca?

 

 

4.       ¿Qué significan las Ítacas?

 

2.2          EN LA POESIA

 

     ODYSSEUS

 

Odysseus, rey vagabundo,

los dioses del azul Ouranos

tu retorno a la dulce Ítaca

dilatan ya por muchos años.

 

Cuando vuelvas de tu destierro,

¿te conocerán tus vasallos?

El rey se tornó en un mendigo.

¿Quién dirá que es el rey de antaño?

 

¿Quién se acuerda ya de su rostro?

Pero Odysseus tiene un arco,

y es tan recio, que ningún otro

sino él puede dispararlo.

 

Ved el hito hacia donde apunta

el rey, con el arco en la mano.

El rey apunta al mismo cielo,

¿llegará la flecha tan alto?

 

La flecha perdiose en el cielo.

 

Tú, como yo, todos, hermano,

todos somos como Odysseus,

todos poseemos un arco,

para los demás imposible,

para uno mismo ágil y blando.

 

Todos apuntamos al cielo.

Si alguien no apunta...¡menguado!

 

                        R. Pérez de Ayala.

 

Cuestiones:

 

1.       ¿A qué dioses se refieren los cuatro primeros versos del poema?

 

 

 

 

 

2.       Tras los largos años de ausencia ¿quién reconoce al rey vagabundo?

 

3.        ¿Qué sería  el “arco” del que habla el poeta? .

 

 

 

 

2.3 EN LA MÚSICA

ITACA, LLUIS LLACH

Quan surts per fer el viatge cap a Itaca,

has de pregar que el camí sigui llarg,

ple d'aventures, ple de coneixences.

Has de pregar que el camí sigui llarg,

que siguin moltes les matinades

que entraràs en un port que els teus ulls ignoraven,

i vagis a ciutats per aprendre dels que saben.

Tingues sempre al cor la idea d'Itaca.

Has d'arribar-hi, és el teu destí,

però no forcis gens la travessia.

És preferible que duri molts anys,

que siguis vell quan fondegis l'illa,

ric de tot el que hauràs guanyat fent el camí,

sense esperar que et doni més riqueses.

Itaca t'ha donat el bell viatge,

sense ella no hauries sortit.

I si la trobes pobra, no és que Itaca

t'hagi enganyat. Savi, com bé t'has fet,

sabràs el que volen dir les Itaques.

II

Més lluny, heu d'anar més lluny

dels arbres caiguts que ara us empresonen,

i quan els haureu guanyat

tingueu ben present no aturar-vos.

Més lluny, sempre aneu més lluny,

més lluny de l'avui que ara us encadena.

I quan sereu deslliurats

torneu a començar els nous passos.

Més lluny, sempre molt més lluny,

més lluny del demà que ara ja s'acosta.

I quan creieu que arribeu, sapigueu trobar noves sendes.

III

Bon viatge per als guerrers

que al seu poble són fidels,

afavoreixi el Déu dels vents

el velam del seu vaixell,

i malgrat llur vell combat

tinguin plaer dels cossos més amants.

Omplin xarxes de volguts estels

plens de ventures, plens de coneixences.

Bon viatge per als guerrers

si al seu poble són fidels,

el velam del seu vaixell

afavoreixi el Déu dels vents,

i malgrat llur vell combat

l'amor ompli el seu cos generós,

trobin els camins dels vells anhels,

plens de ventures, plens de coneixences.

 

 

JOAN MANUEL SERRAT: Penélope

Penelope,

Con su bolso de piel marrón,

Sus zapatos de tacón

Y su vestido de domingo.

Penelope,

Se sienta en un banco en el andén

Y espera a que llegue el primer tren

Meneando el abanico.

Dicen en el pueblo

Que un caminante paro

Su reloj una tarde de primavera.

Adios, amor mio,

No me llores, volvere

Antes que de los sauces

Caigan las hojas

Piensa en mi, volvere por ti

Pobre infeliz,

Se paro tu reloj infantil

Una tarde plomiza de abril

Cuando se fue tu amante.

Se marchito

En tu huerto hasta la ultima flor,

No hay un sauce en la calle mayor

Para Penelope.

Penelope,

Tristes a fuerza de esperar

Sus ojos parecen brillar

Si un tren silba a lo lejos.

Penelope,

Uno tras otro los ve pasar

Mira sus caras, les oye hablar,

Para ella son muñecos.

Dicen en el pueblo

Que el caminante volvio.

La encontro

En su banco de pino verde.

La llamo,

"Penelope, mi amante fiel, mi paz

Deja ya de tejer sueños en tu mente.

Mirame, soy tu amor,

Regrese."

Le sonrio

Con los ojos llenitos de ayer

No era asi su cara ni su piel,

"Tu no eres quien yo espero."

Y se quedó

Con su bolso de piel marrón,

Y sus zapatitos de tacón

Sentada en la estación.