referents clàssics
LOS MITOS MÁS ALLÁ DEL TIEMPO
En nuestra vida cotidiana empleamos a menudo expresiones con un significado concreto, sin pararnos a pensar en su lejana procedencia ni su sentido originario. Así, cuando decimos de un joven vigoroso que “está hecho un hércules” o que hemos visto a tal persona enfadada y “parecía una furia”; cuando para resumir los atributos físicos de una mujer afirmamos que “es una venus” o cuando hablamos de las excelentes cualidades de anfitrión que posee un amigo nuestro, estamos utilizando, probablemente sin ser conscientes de ello, unos nombres que la imaginación de un pueblo creó hace muchos años para designar a sus dioses y héroes; estamos recurriendo, en suma, a la mitología clásica, ese impresionante legado de la cultura grecolatina, cuyo influjo llega hasta nuestros días. Pero no es sólo ni especialmente en el lenguaje coloquial donde podemos rastrear las huellas de esa influencia. Si miramos al cielo y tratamos de distinguir los astros, estrellas y planetas, los nombres que acudirán a nuestros labios serán, en su mayoría, los de otros tantos dioses y diosas cuya historia imaginaria fue descrita en los más íntimos detalles: personajes protagonistas de una complicada acción dramática, trágica muchas veces; seres divinos, dueños de singulares atributos de la Naturaleza, como el rayo o la lluvia: dioses que de su boca hacen surgir el viento o que, viajando en un gran carro de fuego conducido por radiantes corceles, distribuyen la luz de cada día por todos los confines. Pero dioses que poseen también sentimientos tan humanos como el amor, los celos, la ira, que luchan entre ellos, se engañan, y se dejan arrastrar por las pasiones.
Y es que la ciencia, que se sitúa en un terreno opuesto al de los mitos, ha encontrado en algunas de estas narraciones el punto de partida no solo para denominar un fenómeno atmosférico, un astro de nuestro espacio exterior o una parte del cuerpo humano, sino también para encauzar la interpretación de un determinado comportamiento del hombre. Y así, por ejemplo, Edipo, el príncipe tebano que, condenado a cumplir un trágico destino, mató a su padre y desposó a su madre, ha servido para poner nombre e ilustra significativamente, dentro de la teoría psicoanalítica un tipo de conflicto que suele presentarse en la etapa infantil del ser humano. Busca y explica en qué consiste dicho conflicto.
En el terreno de la literatura y las bellas artes las referencias a los mitos clásicos y a los de otras culturas aparecen una y otra vez, bajo formas diversas, en todas las épocas. Una de las obras más importantes de la narrativa contemporánea –por poner sólo un ejemplo – lleva el título de Ulises, y su autor, el irlandés James Joyce (1882-1941), se inspiró en el héroe griego para escribir la epopeya cotidiana de un hombre del siglo XX.
La mitología clásica, por tanto, está presente de una u otra forma en el mundo actual. Y no podía ser de otra manera, pues se trata de uno de los componentes que han modelado la historia de nuestra cultura, contribuyendo a perfilar la concepción humanística de Occidente. La mitología que Grecia nos legó, asimilada y transmitida por el Imperio Romano a todo Occidente, presenta, acaso mejor que cualquiera otra (y sin que esto signifique que no haya algunas de similar equivalencia para otras culturas), un verdadero sistema estructurado que abarca todos los aspectos de la vida del hombre y de su entorno; de ahí su validez intemporal, el hecho de que, como antes indicábamos, sus posibles interpretaciones y adaptaciones vayan más allá del mito originario.
Apolo, el dios griego de la belleza, ha dado su nombre a numerosos teatros, centros culturales y artísticos.
Todavía hoy el nombre del dios del vino (Baco) se utiliza en establecimientos donde puede catarse esta típica bebida. Esta “cueva de Baco” está en Argentina.
Bloque 1: La tradición clásica
Roma ha legado una inmensa herencia a Europa, y a través de ella, a todo el mundo occidental. De la literatura a la filosofía, desde la retórica a la arquitectura, de la pintura al derecho, cada aspecto de la cultura europea –en diversa medida en cada periodo y cada país- es deudor de la cultura romana. Por no hablar de la más evidente herencia dejada por los romanos, representada por su lengua. Quizás ni siquiera sea exacto hablar de herencia en relación con la lengua; la herencia de hecho, presupone una muerte: pero en algunos países (más exactamente en aquellos que hablan lenguas romances o neo-latinas) incluso se podría afirmar que el latín no está en ningún modo muerto, sino que ha continuado viviendo, transformándose y evolucionando, más allá de las generaciones que sucesivamente lo han usado y reelaborado.
En los países que poseen un idioma romance, una lengua de raíz latina, como el español, el italiano, el francés, el portugués, el provenzal, el sardo o el ladino, es ésta la base común que persiste en los lenguajes. E incluso esta raíz latina ha dejado importantes huellas en las lenguas de raíz germánica, como el inglés, el alemán, el neerlandés, el danés, el sueco, el noruego o el islandés. Estas lenguas, con frecuencia, para indicar un concepto o una cosa, utilizan dos palabras distintas, una de origen germánico y otra de derivación latina….
Cuando se habla del peso de la cultura romana sobre la europea se piensa generalmente, en la llamada “alta” cultura: la literatura, las ciencias, el arte, la filosofía, etc. Se piensa, en suma, en las diversas formas del saber romano que en mezclas diversas, como decíamos han influido en la cultura de los países europeos.
Pero la palabra cultura, como es bien sabido, posee dos sentidos, utilizándose para indicar, además de la “alta” cultura, otra bastante más amplia, de tipo antropológico: la cultura, podríamos decir, que está compuesta del conjunto de los valores, de las costumbres, de los comportamientos cotidianos, de las relaciones con la divinidad, las mentalidades, las prácticas sexuales, etc.
Algunos países europeos, además de ser influidos por la “alta” cultura romana, también han mantenido vivos en su interior algunos aspectos de la cultura antropológica romana…
Hasta hace muy pocos años, el peso de Roma en la cultura europea no era asunto que suscitase gran interés. Más bien se pensaba unánimemente que la cultura europea hundía sus raíces en Grecia, y más concretamente en Atenas. Y se pensaba que la cultura de Roma no era otra cosa que cultura griega, importada y convertida en propia por los romanos. El papel de Roma no sería otro que el de difundir esta cultura en los ilimitados territorios de su imperio.
Pero se trataba de un prejuicio nacido y crecido en el siglo diecinueve. En el dieciocho, la cultura romana, en el interior de la cultura clásica, había gozado del mismo prestigio que la griega, y en algunos momentos hasta superior…
Indiscutiblemente la civilización romana absorbió muchos aspectos de la cultura griega, pero no los transmite a sus sucesores tal y como los había recibido, sin reinterpretarlos, repensarlos y reelaborarlos creativamente….La novedad a menudo nace de la transformación de las cosas ya existentes; pero no por ello deja de ser novedad. Infravalorar el peso de la cultura romana sobre la cultura europea, sobre la base de que muchos aspectos de esta cultura son derivaciones griegas, sería un grave error de perspectiva histórica…
..nuestra civilización aparece fundada sobre una fusión de elementos griegos, hebraicos y latinos..
El peso de Roma en la cultura europea. Eva Cantarella
ACTIVIDADES sobre el texto de Eva Cantarella:
1. ¿Por qué no es exacto hablar de “herencia” tratando el tema de las lenguas románicas respecto al latín?
2. ¿Qué dos tipos de “cultura” distingue la autora y qué aspectos abarcan cada una de ellas?
3. No sólo las lenguas románicas mantienen las raíces latinas ¿qué ocurre por ejemplo en inglés o alemán?
4. Los siglos dieciocho y diecinueve valoraron de forma muy distinta el peso de Roma en la cultura europea ¿Cuál de los dos considera la autora que estaba más cercano a la realidad?.
Bloque 4:los modelos literarios clásicos.
(traducido del libro Llatí1. Editorial Castellnou)
Aunque parezca mentira, lo que hacían o dejaban de hacer los romanos continúa interesando a mucha gente de hoy. O, al menos, eso es lo que podemos deducir de la importancia que han dado el cine y las novelas actuales a la antigua Roma.
Vamos a ver cómo han retratado la vida de Roma los relatos de los últimos tiempos. Veremos primero algunos títulos de películas de romanos y de algunos mitos de la antigüedad.
Después nos adentraremos en las novelas históricas de ambiente romano y examinaremos diversos fragmentos para hacernos una idea de lo que era la vida en aquella época (o, por lo menos, de cómo la percibe la gente de hoy en día).
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EL CINE DE ROMANOS
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El origen de las grandes producciones cinematográficas está estrechamente ligado a la novela histórica. Seguramente fue la abundancia de novelas históricas de ambiente romano –que proporcionaban las bases para guiones atractivos- lo que posibilitó que la realización de películas de romanos empezase muy pronto y se extendiera tanto que dio origen al peplum, nombre con el que se conoce el género de películas históricas o míticas que tratan la antigüedad clásica. La palabra peplum designa propiamente una túnica larga que vestían las mujeres griegas. Por extensión, su significado hacía referencia a todo tipo de vestidos griegos y romanos y, finalmente (no sin una cierta connotación de desprecio) fue aplicado a este tipo de películas, con independencia de su calidad.
Buena muestra son las diferentes versiones que se han hecho de algunos films célebres. Por ejemplo, la primera vez que se llevó al cine la novela Quo vadis? que trata sobre el martirio de cristianos en época de Nerón, fue en una película italiana de 1912, en la que por primera vez se representaban carreras de cuadrigas en el circo, cristianos devorados por leones y el gran incendio de Roma, escenas que después se han vuelto a rodar muchas veces. En el año 1924 se produjo otro Quo vadis? en Italia y en el 1951 Mervyn Le Roy dirige la producción norteamericana del mismo nombre y la más comercial. De la misma forma, sobre Ben Hur, la novela de Lew Wallace , en EEUU se han hecho tres versiones: en 1907, 1926 y la más famosa y “polioscarizada” del 1959. También se llevo al cine Julio César, la versión dramática de la obra teatral de W. Shakespeare, protagonizada por Marlon Brando en el papel de Marco Antonio.
La década de los cincuenta vivió el máximo esplendor del cine de romanos. Paradójicamente, la película que puso fin a esta época dorada fue La caída del Imperio Romano, en el año 1964.
El director Ridley Scout fue el encargado de recuperar este género “olvidado” con Gladiador. Esta película, a diferencia de sus antecesoras, contó con unos efectos especiales de última generación, de forma que pudo recrear la grandiosidad de Roma sin necesidad de construir decorados grandes y costosos. Son muchas las opiniones suscitadas por esta producción norteamericana, pero todo el mundo ha coincidido en una cosa: el rigor histórico.
ACTIVIDADES “GLADIATOR”:
1. Después de ver Gladiador ¿cómo describirías al personaje de Maximus desde el punto de vista psicológico?
2. ¿En qué siglo se ambienta la película? Sitúa ese momento en la historia de Roma en su totalidad.
3. En la película aparece un emperador en los últimos días de su vida. Busca información acerca de su historia personal y de su producción literaria y resume aquí lo que has descubierto.
4. Lee las siguientes líneas y ponles un título que resuma su contenido:
Las películas de este género podían ser una simple recreación de mitos o historias antiguas o podían tratar algún tema actual con ambientación romana. Es el caso de Espartaco , dirigida por Stanley Kubrick. En el personaje principal, un esclavo rebelado en el año 73 a.C. en el sur de Italia, encontramos unos ideales de libertad y de humanismo que no remiten a los tiempos de Roma, sino a finales de los años cincuenta en EEUU. En efecto, el guionista –el escritor Dalton Trumbo- fue perseguido por el Comité de Actividades Contrarias a América del Norte, que encarcelaba a los ciudadanos de aquel país sospechosos de tener tendencias políticas de izquierda. Por eso el tema de la película es el de las relaciones de poder y el papel del pueblo en las sociedades democráticas.
Por otra parte, los argumentos clásicos se podían trasladar a una época más próxima al espectador. Así, hay películas que sin hacer referencia explícita al mundo clásico tienen un guión basado en mitos o en historias clásicas.
5. Empareja los siguientes títulos de películas con los argumentos o personajes clásicos en que se basan:
a) Eneas, un héroe troyano, se ve empujado por la fortuna a buscar otra patria para él y para sus hijos. Hace un largo viaje hasta llegar a tierras de Italia, donde se instala después de luchar con los indígenas.
b) Pigmalión, rey de Chipre, se enamoró de una estatua que representaba a una mujer, que él mismo había esculpido. La diosa Venus le dio vida a la estatua y se casó con Pigmalión.
c) Orfeo, poeta y músico tracio, estaba casado con Eurídice. Ella muere a causa de la picadura de una serpiente y Orfeo baja a los infiernos a buscarla. Los dioses se la devuelven con la condición de que no se gire a mirarla mientras hacen el camino de regreso. En el último momento, Orfeo no resiste la tentación, se vuelve a mirar a su mujer y la pierde para siempre.
Two much, dirigida por Fernando Trueba.
How the west was won (La conquista del Oeste), dirigida por John Ford en 1962.
Legend, dirigida por Ridley Scout en 1985.
My fair lady, dirigida por
George Cukor en 1964.
d) Dos hermanos gemelos, protagonistas de una obra de Plauto, eran muy pícaros y jugaban con ventaja por su gran parecido físico.
Bloque 4: los modelos literarios
LA NOVELA HISTÓRICA DE AMBIENTE ROMANO
Sir Walter Scott, un escocés que vivió a principios del siglo XIX, en plena época del Romanticismo, es considerado el primer escritor de novela histórica. Publicó unas treinta obras que fueron rápidamente conocidas por toda Europa, una de las cuales es la famosa Ivanhoe.
A partir de entonces la novela histórica de ambiente romano ha ido perviviendo a lo largo de épocas y tendencias y se ha introducido incluso en otros subgéneros como la novela negra o de tema policiaco.
Una novela histórica no es un ensayo o un tratado de historia. En el primer caso, el novelista situará su trama en un marco histórico determinado, haciendo una reconstrucción del pasado, pero utilizando la ficción en el argumento. La novela histórica puede mostrarnos la psicología de un personaje histórico, o inventar protagonistas inmersos en unos acontecimientos concretos, pero siempre desde la capacidad creativa de su autor. El historiador, en cambio, reconoce la imposibilidad de saber la verdad en todos sus detalles, no puede inventar, sólo puede explicar unos hechos de manera objetiva, basándose en el estudio, el análisis y la comprobación.
En las novelas sobre mártires cristianos en la época en que fueron perseguidos por los emperadores romanos se presentan personajes de los cuales no tenemos constancia de su existencia. Esta temática ha sido muy cultivada y ha nutrido los guiones del cine en sus inicios.
Documento 1: La plata de Britania. Lindsey Davis.
Me di cuenta de que la muchacha llevaba demasiada ropa cuando la vi subir corriendo los escalones.
El verano tocaba a su fin. Roma se freía como una tortita sobre una plancha. La gente se desataba los zapatos pero se los dejaba puestos; ni siquiera un elefante podría cruzar la calle descalzo. La gente se dejaba caer sobre taburetes en portales a la sombra, con las rodillas descubiertas separadas y desnudas hasta la cintura…y en las callejuelas del Sector Aventino, donde yo vivía, la gente quería decir las mujeres.
Me encontraba en el Foro. La muchacha corría. Estaba demasiado vestida y peligrosamente acalorada, aunque la insolación o el ahogo aún no habían podido con ella. Estaba brillante y pegajosa como una trenza de pasta glaseada y cuando se precipitó por la escalinata del templo de Saturno en dirección a mí no hice el menor ademán de apartarme. No chocó conmigo por los pelos. Algunos hombres nacen con estrella y otros se llaman Didio Falco.
Cuando la vi de cerca seguí pensando que estaría mejor sin tantas túnicas. No quiero que se me entienda mal. Las mujeres me gustan con muy pocos vestigios de tela: me permiten abrigar la esperanza de quitárselos. Si desde el principio no llevan nada suelo deprimirme porque, o acaban de desnudarse para otro o, dado mi oficio, están muertas. Ésta estaba trepidantemente viva.
Es posible que en una mansión fina con revestimientos de mármol, fuentes, patios ajardinados y arbolados, una damisela ociosa pudiera mantenerse fresca, incluso envuelta en galas bordadas y con ajorcas de azabache y de ámbar del codo a la muñeca. Si echaba a correr deprisa se arrepentiría en el acto. El vaho producido por el calor la derretiría. Estas vestimentas ligeras se pegarían a las líneas de su esbelta figura. Ese pelo limpio se adheriría a su cuello formando atormentadores zarcillos. Sus pies resbalarían sobre las suelas húmedas de las sandalias, los arroyuelos de sudor descenderían por su tibio escote hacia oquedades inquietantes bajo el corpiño elegante…
-Discúlpeme-jadeó la joven-.¡Discúlpeme!.
Giró hacia mí y, amablemente, me hice a un lado. Me esquivó, la eludí. Había ido al Foro a visitar a mi banquero y estaba taciturno. Recibí esa vibrante aparición con el entusiasmo de quien necesita quitarse problemas de encima.
Era una muchacha menuda. Me gustaban altas, pero estaba dispuesto a transigir. Era terriblemente joven. Por aquel entonces me apetecían mujeres mayores…pero ésta crecería y yo estaba decidido a esperar. Mientras zigzagueábamos en los escalones, la chica miró hacia atrás presa del pánico. Admiré su hombro bien formado y eché una mirada pro encima de él. Entonces me llevé una buena sorpresa.
Eran dos: un par de tipos desagradables, bestias de baja estofa, con cerebros de mosquito y tan anchos como altos se abrían paso hacia ella en medio del gentío, a unos diez pasos. Evidentemente, la muchacha estaba aterrorizada.
-¡Apártese de mi camino!-suplicó.
Pensé qué actitud debía adoptar.
-¡Qué modales!-la reprendí pensativo mientras los energúmenos reducían la distancia en cinco pasos.
-¡Señor, apártese de mi camino!-chilló. ¡Era deliciosa!.
En el Foro ocurría lo de siempre. Sobre nuestras cabezas, a la izquierda, se encontraban el Archivo Nacional y la colina Capitolina; a la derecha se alzaban los tribunales y más abajo, por la vía Sagrada, el templo de Cástor. Enfrente, más allá de la tribuna de mármol blanco, estaba el Senado. Los pórticos estaban atiborrados de carniceros y banqueros y los espacios abiertos aparecían llenos de muchedumbres sudorosas, formadas sobre todo por hombres. En la plaza resonaban las maldiciones de las filas de los esclavos, entrecruzadas como un desfile militar mal organizado. En el aire bullía el tufo a ajo y a pomada para el pelo.
La muchacha dio un salto a un costado y me deslicé en la misma dirección.
-Jovencita, ¿necesita que le muestre el camino?- inquirí servicialmente.
Estaba tan desesperada que no pudo disimular.
-Necesito un magistrado de distrito.-Tres pasos: las opciones se redujeron a toda velocidad. El rostro de la muchacha se demudó-. ¡Ay, ayúdeme!
-¡Será un placer!
Asumí la situación. La aparté por un brazo cuando el primer cerebro de mosquito se abalanzó. A corta distancia parecían aún más corpulentos y el Foro no era zona en la que pudiera contar con ayuda. Planté la suela de la bota en el esternón del primer bruto y enderecé enérgicamente la rodilla. Oí cómo crujía mi pierna, pero el buey de tiro chocó con su perverso amigo y los dos retrocedieron como acróbatas titubeantes. Miré frenético a mi alrededor en busca de algo con lo que provocar una diversión.
Como de costumbre, los escalones estaban atiborrados de corredores ilegales y de puestos de mercado donde te cobraban un ojo de la cara. Pensé en volcar algunos melones, pero la fruta machucada significaba reducir los ingresos del hortelano. Como yo también tenía ingresos reducidos, me decanté por los elegantes cacharros de cobre. Empujé el tenderete con el hombro y tiré al suelo un puesto entero. El grito ahogado del feriante se perdió a medida que jarras, aguamaniles y urnas rebotaban velozmente, a paso de abolladura, por los escalones del templo, seguidos del desesperado propietario y de una serie de honrados transeúntes que albergaban la esperanza de volver a casa con una bonita y nueva frutera acanalada bajo el brazo.
Aferré a la muchacha y volamos escaleras del templo arriba. Sin detenerme a admirar la solemne belleza del pórtico jónico la obligué a atravesar las seis columnas y a introducirse en el santuario interior. La joven protestó y yo seguí avanzando a gran velocidad. Estaba lo bastante fresco para que tiritáramos y lo bastante oscuro para provocarnos sudores. Olía a viejo, a viejísimo. Nuestras pisadas resonaron rápidas y agudas en el antiguo suelo de piedra.
-¿Puedo entrar aquí?
-¡Ponga cara de piadosa, estamos en camino!
-¡Pero si no podemos salir!
Si sabéis algo de templos, convendréis en que tienen una entrada única e imponente en la fachada. Si sabéis algo de sacerdotes, habréis notado que generalmente disponen de una portezuela discreta en la parte posterior. Los sacerdotes de Saturno no nos decepcionaron.
Salimos por el lado del hipódromo y pusimos rumbo sur. La pobrecilla había salido del circo para meterse en el foso de los leones. La hice correr por callejones oscuros y por callejuelas malolientes hasta llegar a territorio conocido.
-¿Dónde estamos?
-En el Aventino, distrito decimotercero, al sur del Circo Máximo, en dirección a la vía de Ostia.
Mi respuesta fue tan tranquilizadora como la sonrisa de un tiburón ante una anchoa….
ACTIVIDADES DOCUMENTO 1 (La plata de Britania)
Escribe el nombre adecuado, aparecido en el texto anterior, al lado de la breve definición que tienes aquí:
1…………………………………..centro administrativo y plaza del mercado en una ciudad romana.
2…………………………………..recinto donde se disputan las carreras de caballos o ejercicios ecuestres.
3……………………………………especio cubierto con aperturas laterales, que suele encontrarse en la entrada de un edificio.
4…………………………………..ciudad romana del Lacio, situada en la desembocadura del Tíber.
5 …………………………………una de las colinas de la antigua Roma, donde se retira parte de la plebe rebelada contra el patriciado en el siglo V a.C.
6…………………………………...hermano gemelo de Pólux, hijo de Zeus y de Leda. En Roma ambos eran venerados como divinidades guerreras.
7………………………………… .recinto para carreras de carros y el más importante de Roma.
Documento 2: Memorias de Adriano.
Marguerite Yourcenar.
En España, cerca de Tarragona, un día que visitaba solo una mina semiabandonada, un esclavo cuya larga vida había transcurrido casi por completo en los corredores subterráneos, se lanzó sobre mí armado de un cuchillo. Muy lógicamente, se vengaba en el emperador de sus cuarenta y tres años de servidumbre. Lo desarmé fácilmente y lo entregué a mi médico; su furor se calmó, y acabó convirtiéndose en lo que realmente era: un ser no menos sensato que los demás, y más fiel que muchos. Aquel culpable, que la ley salvajemente aplicada hubiera mandado ejecutar de inmediato, se convirtió para mí en un servidor útil.
Casi todos los hombres se parecen a ese esclavo; viven demasiado sometidos, y sus largos periodos de embotamiento se ven interrumpidos por sublevaciones tan brutales como inútiles. Quería yo ver si una libertad bien entendida no sacaría mejor partido de ellos, y me sorprende que una experiencia semejante no haya tentado a más príncipes. Aquel bárbaro condenado a trabajar en las minas se convirtió para mí en el emblema de todos nuestros bárbaros. No me parecía imposible tratarlos como había tratado a ese hombre, devolverlos inofensivos a fuerza de bondad, siempre y cuando comprendieran previamente que la mano que los desarmaba era firme. Los pueblos han perecido hasta ahora por falta de generosidad: Esparta hubiera sobrevivido más tiempo de haber interesado a los ilotas en su supervivencia; un buen día Atlas deja de sostener el peso del cielo y su rebelión conmueve la tierra. Hubiera querido hacer retroceder, evitar si fuera posible, ese momento en que los bárbaros de fuera y los esclavos internos se arrojaran sobre el mundo que les exige respetar de lejos o servir desde abajo, pero cuyos beneficios no son para ellos. Me obstinaba en que el más desheredado de los seres, el esclavo que limpia las cloacas de la ciudad, el bárbaro hambriento que ronda las fronteras, tuviera interés en que Roma durara....
ACTIVIDADES DOCUMENTO 2
(Memorias de Adriano)
1. En el texto aparecen tres personajes, dos de los cuales son esclavos. Define quiénes son o en qué consiste su oficio.
2. Coloca las palabras adecuadas, que han aparecido en el texto, al lado de la definición:
a) ……………………………palabra derivada del latín cultellus.
b) emperador romano del siglo II d.C., durante el mandato del cual el imperio romano tuvo su máxima extensión.
c)……………………………ciudad-estado de Grecia, cuya sociedad se caracterizaba por una férrea disciplina militar.
d)………………………….siervos de la sociedad espartana pertenecientes al estado y privados de todos los derechos de ciudadanía.
3. ¿Qué crees que significa la oración: “ Esparta hubiera sobrevivido más tiempo de haber interesado a los ilotas en su supervivencia”.
4. Comenta este fragmento del texto anterior: “Me obstinaba en que el más desheredado de los seres, el esclavo que limpia las cloacas de la ciudad, el bárbaro hambriento que ronda las fronteras, tuviera interés en que Roma durara....”