Paso 1
Lo primero es separar las yemas de las claras, ya que de momento utilizaremos las yemas. Para ello, puedes ir echando las claras en un vaso, y así no te molestan y las guardas para después (luego las utilizaremos).
Paso 2
En un bol o el recipiente que mejor te vaya, echa las yemas, y añade el yogur. Ahora que tienes el vasito del yogur vacío, vamos a utilizarlo para medir el resto de ingredientes, como lo hacía tu abuela cuando eras peque! :)
Paso 3
Así pues, añadimos un vasito de aceite (usando el vaso del yogur), el edulcorante y la ralladura de un limón, y lo batimos bien junto con las yemas.
Paso 4
Ahora añadimos 3 vasos de harina y la levadura, y volvemos a batir hasta que no queden grumitos.
Paso 5
¿Recuerdas las claras que hemos apartado antes? Bátelas a punto de nieve, y añádelas a la mezcla anterior, volviendo a batirlo todo (queda mejor si lo bates con varillas que con la batidora eléctrica).
Paso 6
Ya sólo nos queda echar la mezcla en el molde que más te guste, y si hace falta poner un poco de mantequilla en su superfície para que no se nos pegue el bizcocho. Yo utilizo siempre moldes de silicona porque son una maravilla, no se pega la masa y se limpian súper bien!
Paso 7
Hornea durante 30-40min a 180º, dependiendo de tu horno (yo lo he tenido 32min en un horno Fagor). Para comprobar que está hecho, clávale un palillo y si sale limpio es que ya tienes tu bizcocho listo. Para que no baje, déjalo dentro del horno (con el horno apagado) durante otros diez minutitos, ¡y listo!
Paso 8
Truquillo: Vé precalentando el horno mientras preparas la masa del bizcocho (unos 20min a 160º), así cuando la tengas lista ya la podrás meter directamente y perderás menos tiempo ;) En esta foto podéis ver lo esponjoso que queda por dentro, ¡riquísimo!
Paso 9
Aquí tenéis una foto de cómo quedaría con harina refinada en lugar de integral, por si alguien quiere probar.