La conclusión no consiste en decir si el texto me ha gustado o no o si es bueno o malo. Esto forma parte solo de la impresión personal y en una conclusión lo más importante es hacer un balance o síntesis general de las observaciones que hemos hecho durante el comentario. Es interesante ver si las características de autor se relacionan con las del movimiento o época a la que pertenece (dato que debes haber incluido en tu introducción) y, además, de manera opcional, podemos aportar nuestra impresión personal (insisto, sin recurrir al típico me ha gustado… o no me ha gustado). Emitiremos un juicio siguiendo unos criterios que pueden ser muy amplios, por ejemplo: el interés del texto, su intemporalidad, su originalidad, su estilo, etc. Debemos elegir un criterio de juicio que haga justicia al contenido del texto y a la intención de su autor.