Valor formativo de la materia
En el Bachillerato, la Química contribuye a desarrollar la formación científica, iniciada en la etapa anterior. Ésta permite familiarizar al alumno con la naturaleza y las ideas básicas de la ciencia y ayudará a la comprensión de los problemas a cuya solución puede cooperar el desarrollo tecnocientífico, facilitando actitudes responsables dirigidas a sentar las bases de un desarrollo sostenible.
La alfabetización científica puede y debe entenderse como un componente esencial de la formación ciudadana, también la base que ha de recibir un futuro científico, superando visiones deformadas y empobrecidas, puramente operativas de la ciencia, que generan un rechazo hacia la misma que es necesario superar.
Los contenidos propuestos se agrupan en bloques. El bloque inicial define los contenidos comunes que, por su carácter transversal, se tendrán en cuenta en el desarrollo de los restantes bloques. Los dos siguientes tratan más a fondo los modelos atómicos tratados en el curso anterior introduciendo las soluciones que aporta la mecánica cuántica a la comprensión de la estructura de los átomos y a sus uniones. En el cuarto y quinto se tratan aspectos energéticos y cinéticos de las reacciones químicas, junto con la introducción al equilibrio químico que se aplica a los casos de precipitación en particular. En el sexto y séptimo se contempla el estudio de dos tipos de reacciones de gran trascendencia en la vida cotidiana, las ácido-base y las de oxidación-reducción, analizando su papel en los procesos vitales y sus implicaciones en la industria y en la economía. Finalmente, el último, con contenidos de química orgánica, está destinado al estudio de algunas funciones orgánicas oxigenadas y a los polímeros, abordando sus características, cómo se producen, y la gran importancia que tienen en la actualidad a causa de las numerosas aplicaciones que presentan. Además del interés que tiene el estudio de estos compuestos, este bloque representa un soporte importante de la materia de biología, por lo que podría ser abordado inmediatamente después del estudio de la estructura de la materia y sus enlaces.
La aportación de la materia es esencial para la consecución de los objetivos de la Etapa. Ello se manifiesta en varios aspectos que pasamos a destacar:
§ Se ayuda a los alumnos a concebir el conocimiento científico como un saber integrado, que se estructura en distintas disciplinas, así como conocer y aplicar los métodos para identificar los problemas en los diversos campos del conocimiento y de la experiencia.
§ Se coopera en la consolidación de hábitos de disciplina, estudio y trabajo individual y en equipo como condición necesaria para una realización eficaz de las tareas del aprendizaje y como medio de desarrollo personal.
§ Se impulsa la valoración y respeto de la diferencia de sexos y la igualdad de derechos y oportunidades entre ellos. El estudio científico realiza una aportación inestimable para el rechazo fundamentado a los estereotipos que supongan discriminación entre hombres y mujeres.
§ Se realiza una eficaz aportación al desarrollo de destrezas relacionadas con la utilización de las fuentes de información para, con sentido crítico, adquirir nuevos conocimientos. Adquisición de una preparación en el campo de las tecnologías, especialmente las de la información y la comunicación.
§ Se estimula el desarrollo del espíritu emprendedor y la confianza en sí mismo, la participación, el sentido crítico, la iniciativa personal y la capacidad para aprender a aprender, planificar, tomar decisiones y asumir responsabilidades.
§ Se facilita una valoración crítica de los hábitos relacionados con la salud, el consumo, el cuidado de los seres vivos y el medio ambiente, contribuyendo a su conservación y mejora.
§ Se aportan los conocimientos esenciales, para que los alumnos y alumnas comprendan y valoren, los aspectos más significativos de la realidad química de Galicia.
§ Se trabajan los fundamentos científicos para la participación como ciudadanos y ciudadanas -y, en su caso, como miembros de la comunidad científica- en la necesaria toma de decisiones en torno a los graves problemas con los que se enfrenta hoy la humanidad.
De esta forma, podemos afirmar que la química desarrolla una labor fundamental para la evolución de una personalidad equilibrada que integra la formación de capacidades del siguiente tipo:
* Capacidades cognitivas, al ejercitar características propias del pensamiento lógico abstracto como la formulación de hipótesis, el análisis multicausal, la organización de conceptos en forma de teorías, la conformación de esquemas operacionales formales, etc.
* Capacidades socioafectivas al favorecer el interés por conocer la diversidad de aportaciones, indagar en sus peculiaridades y logros sociales y tecnológicos, potenciando los valores de tolerancia y solidaridad.
En segundo curso de Bachillerato, la diferenciación y el grado de profundidad en conceptos, procedimientos y relaciones es mayor que en etapa anterior. Cobran especial interés los contenidos que tienen que ver con la forma de construir la ciencia y de transmitir la experiencia y el conocimiento científico. Estos contenidos, por su carácter transversal, deberán ser tenidos en cuenta al desarrollar el resto de los bloques. Esta materia supone una continuación de la Química estudiada en el curso anterior.