TEATRO:
Una de los monumentos más espectaculares es el espléndido teatro romano de la ciudad que con el vecino anfiteatro, forman un conjunto magnífico, y ambos con el circo, una trilogía que difícilmente podemos encontrar en otro lugar.
"Pan y circo", espectáculos, fue la fórmula empleada por los gobernantes romanos para distraer al pueblo de preocupaciones políticas.Una inscripción hallada en las primeras excavaciones que se hicieron, nos revela que lo hizo levantar Marcos Agrippa cuando fue nombrado cónsul. Durante siglos estuvo soterrado, manteniéndose visible sólo la parte superior del graderío que formaba siete grandes bloques conocidos popularmente como "Las Siete Sillas", en las que según la leyenda, se sentaron los siete reyes moros que trataron el destino de la población,
Desde su fecha de construcción el teatro ha pasado por muchas "aventuras". Aparte de los destrozos que sufriría durante las invasiones de bárbaros y musulmanes, piedras suyas fueron tomadas en el 1610 para una de las restauraciones del puente sobre el Guadiana, además fue también dedicado por algún propietario para el sembrado de diferentes productos agrícolas y muchas de sus piedras fueron destinadas a ser arena...
El edificio se apoya en un cerrillo de forma que libra a los espectadores de los vientos más molestos. El teatro tiene dos partes fundamentales, la escena y las demás zonas y dependencias para las representaciones y lugares destinados al público. Entre las gradas y la escena, se encuentra la "orchestra", espacio semicircular en bajo donde se situaba el coro. Su suelo estaba enlosado con mármoles. El escenario propiamente dicho tiene 60 metros de largo y 7 de profundo. El frente de éste tiene dos cuerpos de columnas de mármol. Entre ellas, una serie de esculturas completaba la decoración: Ceres, Plutón, Proserpina, y estatuas unas con toga y otras con corazas que se han interpretado como figuras imperiales. En la parte posterior de la escena, el teatro incluía un jardín porticado (Peristilo), presidido por una pequeña cámara consagrada al culto imperial. De la estructura del jardín se conservan aún los canalillos para el riego. No resulta hoy muy difícil el imaginar el efecto realmente deslumbrante del teatro, no sólo por lo que respecta a su abundante decoración y ricos materiales, sino también por lo perfecto de su forma y lo sólido de su construcción.
En el plano más bajo, el de la "orchestra", hay dos entradas llamadas "parodos" utilizadas para acceder a las localidades de más categoría, sólo tres filas de asientos destinados a las personalidades; en ellas había ricos mármoles. Sobre éstas y perfectamente diferenciadas, las gradas que formaban la llamada "ima cavea", con 22 filas para los patricios; se accedía a las localidades por los vomitorios que comunican con galerías muy sólidamente abovedadas. El público de menor categoría se acomodaba en la "summa cavea", de las mismas características que las anteriores.
La llegada del cristianismo supuso el fin de las representaciones teatrales y el abandono del edificio como anteriormente hemos relatado dejándolo para zona de cultivos.
La primera representación teatral de la época moderna fue en el año 1933 con la puesta en escena de "Medea" con la actriz Margarita Xirgu como protagonista. Este fue el comienzo del Festival de Teatro Clásico de Mérida que continua cada verano en nuestros días.
Puerta de acceso al interior del teatro.
El frons scenae visto desde los jardines
Acceso al Teatro desde un vomitorio
Escenario del teatro con la diosa Ceres.
ANFITEATRO:
El Anfiteatro fue construido poco tiempo después del Teatro y ubicado en sus proximidades. Las inscripciones exculpidas en el podium nos revelan que su inauguración fue en el año 8 a.C. El motivo de la cercanía al Teatro fue la utilización también de las laderas del cerro de San Albín para acomodar el graderío. Su diseño es el habitual en los anfiteatros romanos: un graderío con ima, media y summa cavea, dedicadas a los caballeros, ciudadanos jurídicamente libres y a la plebe, respectivamente, y una arena central. La ima cavea disponía de una fila reservada para autoridades y de otras diez para público general.
La arena disponía de fossa bestiaria en su centro, que se cubrían con madera y posteriormente con arena que era necesaria para albergar los animales utilizados en la lucha con los gladiadores.
Se llega a las localidades a través de dieciséis vomitorios, en los cuatro principales por medio de galerías abovedadas de medio punto.
El podium que separaba la arena del graderío fue decorado con pinturas alusivas a las actividades del anfiteatro: tigres contra jabalíes, gladiadores contra leones...Además posteriormente se cubrió con mármol.
Su abandono progresivo y las últimas gradas se fueron utilizando como material de construcción en los siglos posteriores, siendo este el motivo de la desaparición de la summa cavea. El anfiteatro ha sido restaurado en parte y entre los últimos proyectos estaban la recuperación de la arena central por parte del Consorcio de la ciudad.