El templo que lleva el nombre de la patrona de Mérida queda tras lo que se denomina Templo de Marte y que se conoce también con el nombre popular "Hornito de Santa Eulalia" haciendo referencia al martirio que sufrió la joven Eulalia. Poco después de haberlo sufrido, en el siglo VI, se levantó en su memoria una basílica de enorme riqueza. Los datos arqueológicos indican, en primer lugar la existencia en ese espacio de casas romanas y que posteriormente tras el abandono, se convirtió en una necrópolis cristiana en la que se levantó un edificio en honor a la santa.
De la primitiva basílica se conserva la zona de la cabecera formada por tres ábsides. Como ocurre con otras iglesias, en su interior se suceden los enterramientos. Tras la invasión musulmana, la basílica deja de utilizarse y en su interior se construye un pozo un noria. Tras la reconquista de la ciudad en el siglo XIII se construye una iglesia aprovechando parte de la cabecera de la basílica anterior. Desde entonces la Basílica sufre diferentes reformas hasta llegar a como hoy la podemos encontrar. En su cripta podemos encontrar varios mausoleos de la primitiva área funeraria, uno de ellos con pinturas del siglo XVI.
La Iglesia consta de tres naves separadas por grandes pilares con columnas adosadas cuyos capiteles son visigodos. El ábside principal es de planta semicircular en el interior y plano en el exterior. Es precisamente en la cabecera donde se encuentran los restos de la basílica paleocristiana y visigoda ya que el resto básicamente corresponde a la construcción del siglo XIII en adelante.
Templo de Marte u Hornito Santa Eulalia