El Palmar de Troya

El Palmar de Troya

El Palmar de Troya es una entidad local autónoma del municipio español de Utrera (Sevilla). En 2014, contaba con 2401 habitantes.

El Palmar de Troya

localidad

Escudo y Bandera

El escudo representa una Torre (la “Torre del Águila”), a sus pies, las matas de palmitos que dan origen a la denominación del pueblo, y encima la bandera verde, blanca y verde de Andalucía.

La bandera está compuesta por tres bandas horizontales de igual tamaño, la superior y la inferior de color azul marino, la central de color amarillo con el escudo en el centro.

Aunque existen datos históricos de época romana y del siglo XIII cuando pertenecía a la "Banda morisca", el actual asentamiento se debe principalmente a los familiares de los presos políticos que tras la guerra civil construyeron el pantano del águila y posteriormente a ellos mismos.​

En la actualidad es conocida, sobre todo, por el templo de la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz, que es una escisión herética de la Iglesia Católica y que acabó siendo la Iglesia Palmariana. Fue fundada por Clemente Domínguez y Gómez junto a Manuel Alonso Corral. Sus papas son considerados por la Iglesia Católica como antipapas. Otros consideran a esta organización como una secta, especialmente a raíz de que en 2016 su Papa Gregorio XVIII reconociera que “Todo ha sido un montaje sobre todo económico. Aprovechándonos del milagro de la Virgen”.

Hoy en día se encuentra inmerso en un proceso de segregación con respecto al municipio matriz de Utrera.​

37°03′48″N 5°48′23″O (mapa)

117 msnm

2 401 hab. (INE 2014)

n/d hab./km²

Palmareño/a

41719

Economía local

Se basa fundamentalmente en la agricultura: Cultivos de algodón, girasol, olivo y frutales. También, una parte de la población se dedica a la pequeña y mediana industria y al comercio.

En los últimos años hay una emergente economía derivada de la actividad del sector servicios.

Educación, Cultura y Deportes

Centros educativos

Los centros educativos de esta localidad son de titularidad pública y acogen, además del alumnado local, a otros procedentes de núcleos rurales del entorno de la población.

Cultura y Deportes

La actividad cultural en esta población gira en torno a la Biblioteca Pública Municipal en la que suelen organizarse, a veces en colaboración con las bibliotecas de los centros educativos, eventos culturales como recitales, conferencias, talleres, concursos literarios, exposiciones, etc.

En las instalaciones del Polideportivo Municipal se practican deportes como fútbol, pádel, tenis y natación, entre otros.

También es frecuente el senderismo siguiendo la ruta de la Cañada Real y el cicloturismo en las inmediaciones del pantano y las lagunas.

Lugares de interés

Gastronomía

Platos típicos

La gastronomía de El Palmar de Troya es variada y está muy vinculada al aceite de oliva. Se basa fundamentalmente en la cocina tradicional andaluza. Algunos platos típicos son el pescaíto frito, el gazpacho, el salmorejo, los caracoles, el flamenquín, los potajes y pucheros.

Desayunos

Prácticamente todos los bares y restaurantes de la localidad ofrecen el desayuno andaluz en sus múltiples variedades destacando el mollete antequerano tostado untado con manteca colorá o con aceite de oliva, acompañado de tomate en rodajas y jamón serrano o ibérico, y bebidas de zumo de naranja natural y café con leche. También son típicos los churros con chocolate.

Repostería

En la época navideña es frecuente encontrar gran variedad de mantecados, polvorones, alfajores, roscos de vino y pestiños, además de otras variedades típicas de la provincia de Sevilla.

Fiestas y eventos

  • Mercado medieval: Disfraces de época, música ambiental, espectáculos de fuego, pirotecnia y concursos, entre otras actividades. ´Penúltima semana de octubre.

  • Cabalgata de Reyes: Desfile de carrozas por las calles de la localidad con personajes representativos de los tres Reyes Magos que arrojan caramelos a los espectadores. Día 6 de enero.

  • Carnavales: Finales de febrero.

  • Romería de la Virgen del Carmen: Es una manifestación de religiosidad popular católica andaluza en honor de la Virgen del Carmen que se realiza cada año en esta localidad el último fin de semana del mes de mayo.

  • Fiestas patronales en honor a la Virgen del Carmen: Se celebran a mediados de julio coincidiendo con la onomástica.

  • Festival Cofrade: Organizado por la Asociación Parroquial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de los Dolores. Tiene lugar cada año en la Plaza de la Concordia durante la primera semana de diciembre.

Iglesia palmariana

La Iglesia Cristiana Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz es una escisión de la Iglesia Católica. Algunos periodistas, ensayistas y antiguos seguidores han definido a esta organización como una secta.

Iglesia Cristiana Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz

Catedral de la Iglesia Palmariana.

Historia

Antecedentes

El 30 de marzo de 1968, cuatro niñas (Ana García, Rafaela Gordo, Ana Aguilera y Josefa Guzmán),​ de 12 y 13 años,​ dijeron que se les había aparecido la Virgen María en la finca de La Alcaparrosa,​ a un kilómetro de la aldea de El Palmar de Troya, una pedanía de Utrera, en la provincia de Sevilla.​ El 11 de abril una mujer muy religiosa llamada Rosario Arenillas dijo que había visto a la Virgen con el manto del Carmelo en el mismo lugar.​ El 20 de mayo, una vecina utrerana llamada María Marín también dijo que había visto a la Virgen en el mismo sitio.​ El 6 de junio la sevillana María Luisa Vila acudió a la finca y dijo tener un éxtasis místico en el que Jesús le administraba la comunión y, según testigos, al abrir la boca tenía en ella una oblea ensangrentada.​ El arzobispo difundió una pastoral negando la veracidad de los milagros de El Palmar.​ En verano de 1968 también dijeron sufrir éxtasis místicos en el lugar Antonio Romero, Manuel Fernández, José Navarro, Antonio Anillos y Arsenia Llanos. En la zona se construyó un altar.​

El 15 de octubre de 1968 acudieron por primera vez Clemente Domínguez y Manuel Alonso Corral, por aparente curiosidad. Manuel Alonso trabajaba en una correduría de seguros​ que utilizaba el padre Serafín Madrid para financiar sus obras de caridad. Cuando Manuel Alonso se implicó en El Palmar fue expulsado de la casa de seguros.​

El 15 de agosto de 1969 Clemente y Manuel acudieron a una misa celebrada por un sacerdote jesuita cerca de la finca. Durante la misa María Luisa Vila dijo tener una visión de la Virgen. Posteriormente se toparon con María Marín y Nectorio María que dijeron tener una visión de Jesucristo. A partir de ahí decidieron ir habitualmente.​ Allí conversaron con las videntes y presenciaron sus éxtasis y el 14 de septiembre ambos declararon tener una aparición de una cruz luminosa.​ El 30 de septiembre Rosario Arenillas y Clemente dijeron tener una visión de Jesús y del Padre Pío.​ Pocos días después María Luisa Vila declaró tener la misma visión.​ El 8 de diciembre Clemente afirmó tener una visión en que la Virgen y los ángeles le daban un hábito dominico y el 10 de diciembre Clemente dijo que se le había aparecido santo Domingo de Guzmán para recomendarle el rezo del rosario y del Padre Nuestro. El 10 de diciembre también dijo que se le apareció san José. Clemente y Manuel empezaron a llevar un retrato de Jesús (la Santa Faz) para rezos en los que se producían éxtasis.​ Clemente afirmó sufrir estigmas durante sus visiones, como una cicatriz con forma de cruz en la frente​ y llagas en las manos.​ Estas visiones y estigmas, según el propio Clemente, también se producían en la pensión de Sevilla donde vivía. Una vez dio a conocer una cicatriz en su costado de 10 centímetros, que era un supuesto estigma de la Sagrada Lanzada.

El 16 de julio de 1970 una supuesta aparición mariana le dijo que las aguas de un pozo de la zona eran milagrosas y que producía curaciones.​ En los años 70 se produjeron algunas curaciones que se atribuyeron a su agua milagrosa.​

En la zona había un lentisco que había intervenido en algunas de las citadas visiones. El 2 de febrero de 1970 pusieron una foto de la Santa Faz en el lentisco. El 2 de marzo de 1972 se bendijo una imagen de la Divina Pastora. La Virgen del Palmar se puso en el lentisco el 12 de septiembre de 1972.​ Cuando la Santa Sede negó las veracidad de las apariciones de la Virgen de Garabandal el 8 de febrero de 1971 hubo una aparición de Jesús en el lentisco para animar a los fieles que se congregaban en la finca.​

En 1972 recibieron una donación de 16 millones de pesetas de la anciana baronesa del Castillo de Chinrel.​ Clemente y Manuel realizaron viajes por Estados Unidos, Canadá, diversos países de América Latina y de Europa. Una familia de Wisconsin, propietaria de una marca de electrodomésticos, se convirtió en una gran donante de la orden.​ Buena parte de las donaciones que recibía la congregación provenían del extranjero. En sus viajes, además de recaudar fondos, creaban sedes palmarianas.​ Algunos investigadores han afirmado que detrás de la orden religiosa había un fraude fiscal. Las personas donarían una cantidad a la orden palmariana y recibirían un certificado diciendo que habían donado una cantidad superior y, a través de las exenciones de impuestos por donaciones a órdenes religiosas, el donante terminaba evadiendo impuestos.​ Ese sistema haría que la orden viviera en la opulencia, recibiendo donaciones de todo el mundo.​

El 30 de mayo de 1975 una supuesta aparición de Jesús pidió la construcción de un santuario en la finca de La Alcaparrosa.​ La construcción del templo comenzó con dinero recaudado a los devotos y con un crédito concedido por el Banco Central de Utrera a nombre Francisco Gozález, Carlos Girón y Manuel Alonso.​ Solo la compra de la finca costó 3 200 000 pts.​

Pierre Martin Ngô-Dinh-Thuc, arzobispo de Huế, en Vietnam, y, tras el asesinato de su hermano, el presidente del país,el arzobispo de Bulla Regia, en Italia, por nombramiento de Pablo VI, visitó Sevilla en 1968 y fue informado de los acontecimientos de El Palmar.​ Más tarde regresó varias veces como peregrino y, a mediados de 1975, estaba dispuesto a colaborar.​ Una figura determinante en las ordenaciones sacerdotales de los Carmelitas del Palmar de Troya fue el inversor católico suizo Maurice Revaz, que convenció al arzobispo vietnamita Ngo Dinh Thuc de la autenticidad de las apariciones en El Palmar de Troya.​

Creación de los Carmelitas de la Santa Faz

En enero de 1976 el clérigo vietnamita nombró obispos a Clemente Domínguez Gómez (nacido en Écija),​ Manuel Alonso Corral (nacido en Cabeza del Buey, Badajoz), Ludovico Enrique Moulins (francés residente en Sevilla), Francisco Coll (irlandés residente en Sevilla), Pablo Gerardo Fox (irlandés residente en Sevilla),​ Camilo Estéve Puga (nacido en Maside, que había sido párroco de Orense​ y que era residente en Sevilla), el sacerdote Miguel Tomás Donelli (irlandés residente en Sevilla) y el sacerdote Francisco Bernardo Sandler (estadounidense residente en Sevilla).​ La consagración como obispos se llevó a cabo en el terreno de la finca conforme al rito de Trento​ y el documento de la ordenación del arzobispo estaba totalmente en latín.​ Tras esto, la orden se dedicó a ordenar sacerdotes y monjas.​

El grupo no se estableció inicialmente como iglesia separada, sino como una nueva orden religiosa.​ La organización religiosa de los Carmelitas de la Santa Faz​ se fue configurando como un ente anti-marxista, anti-masónico y contrario a todo lo que considerase una blasfemia. Para ellos, el cisma no lo habrían producido ellos, sino la Iglesia Romana, que se había apartado de la verdadera fe.​ La Casa Central de los Carmelitas de la Santa Faz​ estaba en la calle Redes de Sevilla.​ En El Palmar de Troya había un inmueble conocido como la Casa del Peregrino.​ La orden contaba con la Casa Generalicia en la calle Redes número 20, un seminario en la calle Redes número 11, un garaje en la calle San Vicente número 4 y el Palacio Apostólico en los números 5, 7 y 9 de la calle Abad Gordillo.​

Pocos meses después, el arzobispo vietnamita se retractó, pero Manuel Alonso atribuyó ese cambio de opinión a la infiltración masónica y comunista en la Iglesia católica y en El Palmar se negaron a dejar de considerarse obispos.​

El 30 de mayo de 1976, Clemente y otros miembros de la orden regresaban desde Francia a Sevilla cuando su coche se estrelló en la carretera Bilbao-Behobia. Clemente fue atendido en un hospital de San Sebastián, donde, a causa de las lesiones, le fueron extraídos los dos ojos.

En junio de 1978, mientras Clemente estaba en Bogotá (Colombia), en una gira por Sudamérica, falleció Pablo VI. Tras ello regresó a Sevilla y se autoproclamó papa con el nombre de Gregorio XVII.​ Curiosamente, diez años antes, el antipapa canadiense Jean-Gaston Tremblay se puso ese mismo nombre religioso.​

El 17 de mayo de 1982 el papa Clemente realizó una visita a Alba de Tormes en la que llamó ramera a santa Teresa y a las carmelitas y él y ocho de sus obispos fueron atacados por la multitud.

En la orden ingresaron algunas personas con trastornos psicopáticos que, además, venían de familias muy religiosas.​ En diciembre de 1982 un novicio cubano de la orden, que provenía de una familia religiosa y anticomunista, se cortó los testículos, parte del pene e intentó quedarse ciego con las púas de un cilicio.​

En octubre de 1982 el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia denegó la inscripción de la Iglesia Cristiana Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz y de la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz en Compañía de Jesús y María en el registro.​ El papa Clemente recurrió a la Audiencia Nacional, que rechazó el recurso en diciembre de 1985 argumentando que el término "Iglesia" y el término "carmelita" inducían a error con otras entidades ya registradas​ (las católicas romanas de nombre similar).

Los palmarianos consideraban que ellos eran la auténtica Iglesia católica, y que lo de Roma se había apartado de la fe católica verdadera. Para ser legalizada, en enero de 1988 quitó de sus estatutos el término "católica".​ No obstante, pudo preservar el término "carmelita".

Papas de la Iglesia palmariana

En 1971 un supuesto mensaje divino le dijo a Clemente que tras Pablo VI llegaría a Roma un antipapa​ y que, tras él, vendría un Anticristo que sería defendido como Cristo por los obispos de ese antipapa.​ Las presuntas apariciones le decían a Clemente que Pablo VI no defendía a Cristo porque en la iglesia se habían infiltrado obispos comunistas y masones,​ que estaban al servicio del Antricristo.​ Una visión de 1975 le dijo a Clemente que el Pablo VI no actuaba contra esto porque estaba siendo drogado por esos infiltrados.​

Gregorio XVII

Clemente Domínguez

En 1978 Clemente Domínguez Gómez instaló su propia Santa Sede en Sevilla, ya que declaró haber sido coronado papa místicamente por el propio Jesucristo en una visión​ y que era el único y legítimo sucesor de Pablo VI,​ haciéndose llamar desde ese momento Gregorio XVII y nombrando a continuación a sus propios cardenales​ y excomulgando posteriormente a Juan Pablo II por usurpador, apóstata, traidor antipapa y precursor del Anticristo.​ Ejerció como líder de la Iglesia palmariana de agosto de 1978 a marzo de 2005.

En sus viajes y en Sevilla, Clemente era asiduo a bares y a discotecas y era conocido por consumir abundantes bebidas alcohólicas.

Pedro II

Manuel Alonso Corral

Manuel Alonso Corral se autoproclamó papa como Pedro II. Falleció a los 76 años de edad el 15 de julio de 2011.​ Curiosamente, desde 1980 ha habido 3 papas cismáticos con el nombre de Pedro II.​

Gregorio XVIII

Sergio María

Tras la muerte de Manuel Alonso Corral, fue elegido en cónclave su secretario de estado, Jesús Ginés, apodado como el padre Sergio María, adoptó el nombre de Gregorio XVIII.​ Ex seminarista​ y ex militar español, natural de Mula, Murcia.​ En abril de 2016 dejó el papado palmariano, abandonando también la vida religiosa para casarse.​ En mayo de 2016 declaró sobre esta Iglesia: “Desde el principio fue todo un montaje”.

Pedro III

Joseph Odermatt

Tras la renuncia del papa anterior en abril de 2016, su sucesor fue el sacerdote palmariano padre Eliseo María, cuyo nombre real es Joseph Odermatt, de origen suizo.​ Hasta entonces había sido Cardenal secretario de Estado con Gregorio XVIII. Adoptó el nombre de Pedro III.​ Su primera encíclica, redactada en alemán, fue difundida el 2 de mayo,​ acusando al papa saliente de robar y estafar a la iglesia,​ y quedando dispuesta la ceremonia de coronación para el 16 de julio en la basílica del Palmar de Troya.​

Catedral Basílica de Nuestra Madre del Palmar Coronada.

Clero

País o región de origen

Tipo

Fundador(es)

Características

Esta iglesia tiene muchas características que son similares a las de la Iglesia católica anterior al Concilio Vaticano II.​ Dicho concilio tuvo lugar de 1962 a 1965. Esta negación del Concilio Vaticano II guarda cierta similitud con las tesis del arzobispo Marcel Lefebvre, que también creó una organización religiosa cismática en esos tiempos.​

Las misas son en latín y las mujeres deben orar con el pelo cubierto por un velo.​ Además, se exige ir bien cubierto y con ropa muy formal.​ Las mujeres tienen prohibido usar pantalón.​ Otras normas son la prohibición de ver cine, vestir mangas cortas, votar o hablar con exmiembros de la iglesia palmariana.​ Es una organización celosa de su intimidad, por lo que no permiten la entrada de personas ajenas ni las fotografías.​

Las numerosas apariciones de Jesús y la Virgen de comienzos de los años 70 fueron dando a Clemente una serie de claves para la constitución de la orden. Entre ellas estaba la forma de vestir de sus miembros. Los mensajes divinos incluían una condena a los obispos que criticaban a Francisco Franco, que, según la organización, fue el salvador de la Iglesia.​ Según las visiones Franco tenía "defectos y debilidades" pero aun así contaba con muchas virtudes y debía ser canonizado.​ Un mensaje divino de 1974 alertaba de que el "marxismo y el capitalismo" se "tocaban en la cima" y que querían acabar con el cristianismo.

Los mensajes también hacían hincapié en la eventual llegada del Apocalipsis​ donde, aunque el triunfo de Cristo estaba garantizado, se produciría una distinción entre buenos cristianos y blasfemos. En dicho Apocalisis intervendrían las bombas nucleares. Según una visión de 1974 España sería gobernada por la izquierda pero luego un gobernante español, al que definía como "el Caudillo del Tajo", salvaría a España.​ La organización también insistía en que la Iglesia romana estaba llena de comunistas y masones infiltrados.​

Santos de la Iglesia palmariana

Reconoce a todos los canonizados por la Iglesia católica hasta la fecha de la muerte de Pablo VI, el 6 de agosto de 1978. A partir de dicha fecha, no reconoce ninguna canonizaciónni beatificación de la Iglesia católica. Además la iglesia palmariana ha canonizado entre otros a:

Pese a que algunos medios han afirmado que Adolf Hitler, Judas Iscariote y Eva Perón habrían sido canonizados por la Iglesia palmariana,​ este hecho ha sido desmentido tanto por expertos en este grupo religioso, como por ex-palmarianos.​

Excomulgados por la Iglesia palmariana

Reconoce a todos los excomulgados por la Iglesia católica hasta la fecha de la muerte de Pablo VI, el 6 de agosto de 1978. A partir de dicha fecha, no reconoce ninguna excomunión de la Iglesia católica. Asimismo, la iglesia palmariana ha excomulgado entre otros a:

  • Todos los papas, cardenales y obispos de la Iglesia católica a partir de la muerte de Pablo VI, el 6 de agosto de 1978.

  • Superiores/as de todas las órdenes religiosas de la Iglesia católica, excepto el fundador del Opus Dei.

  • Rey Juan Carlos I, Felipe VI de España y la Familia Real.​

  • Todos los sacerdotes obreros

  • Todos los comunistas y socialistas

  • Todos los espectadores que hayan visto la película Jesucristo Superstar.​

  • Todos los líderes religiosos, políticos, etcétera, que se hayan manifestado públicamente en contra de la Iglesia palmariana.

En la cultura popular

La historia fue llevada al cine por Javier Palmero en la película Manuel y Clemente (1985).​ El cantautor Carlos Cano compuso una canción titulada El Milagro del Palmar sobre esta organización.​ El grupo Siniestro Total compuso una canción titulada I left my heart in (El Palmar de Troya), donde se mofaban de esta organización. El nuevo libro "Origen", del escritor norteamericano Dan Brown, tiene parte de su trama vinculada a la Iglesia Palmariana.

Escisiones de la Iglesia palmariana

En noviembre de 1976, Jesús Hernanez, que había sido nombrado obispo en el seno de la orden palmariana, se separó de esa congregación y se introdujo en un inmueble con otros videntes para continuar con su apostolado por separado.​ Jesús Hernanz declaró a la prensa que Clemente Domínguez y Manuel Alonso se estaban enriqueciendo con todo aquello.

Existe un grupo que renegó de Clemente Domínguez, se mantuvo fiel a la Iglesia católica y que dice que se producen apariciones en una cruz blanca cercana a la finca, con un retrato de Francisco I. En ese lugar, supuestamente, veía visiones el misionero claretiano Félix Arana, fallecido en 2005.​

Existe también un grupo formado por obispos de la Iglesia palmariana independientes del grupo del Palmar de Troya, ubicados en Archidona, que considera antipapas a Pedro II y Gregorio XVIII.

El director Javier Palmero lo vio claro cuando en 1986 proyectó en los cines «Manuel y Clemente», una sátira sobre el origen de la secta de El Palmar de Troya y sus fundadores, Clemente y Manuel, que además de una relación sentimental, compartían negocio: estafar con las supuestas apariciones milagrosas, hacer caja y levantar una imponente iglesia para su mayor honor y gloria. Aquella película se estrenó hace ahora 32 años, pero desde entonces, en esta pequeña utrerana han ocurrido episodios de lo más estrambóticos, dignos para una serie. Éstos son algunos de ellos.

1. Apariciones, estigmas... y un accidente

Joseph Odermatt, también conocido como Eliseo María y como Pedro III

Estigma de la lanzada de Cristo en el abdomen de Clemente Domínguez Se acaban de cumplir 50 años de las supuestas apariciones en un lentisco ubicado en la finca «La Alcaparrosa» de El Palmar de Troya. Lo que comenzó siendo una visión de cuatro niñas que identificaron a una mujer, acabó convirtiéndose en un centro de peregrinación para decenas de miles de personas. Allí fueron videntes. Entre otros, acudieron dos amigos, Clemente Domínguez y Manuel Alonso Corral -a la postre, los fundadores de la orden-. El primero de ellos llegó a fotografiarse con estigmas: llagas en las manos por la crucifixión e incluso la lanzada que a Cristo le infligieron en el abdomen. Por todo aquello comenzó a surgir una orden cismática de la Iglesia Católica, con un líder, Clemente, que para más inri perdió los dos ojos en un accidente de tráfico ocurrido el 30 de mayo de 1976.

2. Cuando Clemente llamó «ramera» a Santa Teresa en su pueblo

Clemente bendiciendo a unos obispos palmarianos El 17 de mayo de 1982, el autoproclamado papa y su séquito acudieron a Alba de Tormes. A las 16.30 horas, cuentan las crónicas que más de un millar de albenses acudieron a las incesantes llamadas de las campanas del templo, que interpretaron como una amenaza. Allí se encontraba Clemente, a quien acusaban de intentar robar las reliquias de Santa Teresa, además de insultar a la propia santa llamándola «ramera», a las monjas y a Juan Pablo II. Aquello se le complicó sobremanera al papa Clemente y a los ocho obispos de El Palmar que le acompañaban. Emprendieron la huída. Lograron llegar a los coches pero, cuando se montaron en ellos, una turba de vecinos logró volcar los vehículos y empezaron a golpear al séquito papal. «Tenían que habernos dejado matarles porque insultar a la Santa es como hacerlo a nuestra madre», decía un vecino. Para suerte de Clemente, llegó la Guardia Civil y los llevó a que les curaran. El juez los dejó en libertad pero, antes de emprender el viaje a Sevilla, los vecinos llegaron a prenderle fuego a uno de los coches, tras bajarlo de la grúa donde estaba. El papa palmariano no volvió a Alba de Tormes.

3. El palmariano que se mutiló los genitales

La basílica de El Palmar de Troya En diciembre de ese mismo año de 1982, un joven de 26 años, de nacionalidad cubana, novicio de la orden de El Palmar de Troya, intentó suicidarse cortándose los órganos genitales y clavándose en los ojos las púas de un cilicio. En García Morato, tuvieron que atarlo a la cama porque volvió a intentar quitarse la vida. Se llamaba José Andrés del Valle, y pertenecía a una familia cubana muy religiosa y fervientemente anticomunista. En la casa que la secta tenía en la calle Redes, en pleno centro de Sevilla, se levantó de la cama y con un trozo de espejo se cortó los testículos y los arrojó por el retrete. Después, se mutiló el pene y, a continuación, se clavó en los ojos las púas de su cilicio. Estando en el hospital, sonó por los altavoces que se iba a transmitir la misa. El joven novicio se quejó y solicitó que no llegase a sus oídos la forma «moderna y herética» de oficiar la eucaristía de la Iglesia Católica.

4. La otra cara del papa Clemente: «La Voltio»

El papa Clemente en los torosEl papa no era precisamente cumplidor con lo que proclamaba su propia doctrina. En una secta donde estaba prohibido relacionarse con personas de fuera de la iglesia palmariana, a Clemente le gustaba salir por la noche sevillana. Aunque era algo que se rumoreaba por toda la ciudad, recientemente su secretario particular confesó que despilfarraba el dinero de los fieles en bares. «Llegaba a gastar entre 100 o 200.000 euros en una noche», contaba. El propio papa reconoció en la década de los 90 que había abusado sexualmente de sacerdotes y monjas de la orden. Si secretario, incluso, dijo que llegó a abusar de menores. En Sevilla, en el ambiente donde se movía, lo conocían como «La Voltio», apelativo que le vino por haber trabajado en Sevillana de Electricidad.

5. San Francisco Franco

Estatua de Franco en el interior de la finca La iglesia palmariana reconoce a todos los santos canonizados por Roma hasta la muerte de Pablo VI en 1978. A partir de ahí, sólo reconoce a los canonizados en el interior de sus altos muros, y que son Francisco Franco, Luis Carrero Blanco, José Antonio Primo de Rivera, Josemaría Escrivá de Balaguer, José Calvo Sotelo, el Cardenal Cisneros, Don Pelayo, Cristóbal Colón, Eva Ibarguren, 300.000 mártires de la Guerra Civil, los papas palmarianos Gregorio XVII «El Muy Grande» (Clemente) y Pedro II (Manuel Alonso Corral). Aunque se creía que Adolf Hitler también fue canonizado, el profesor Magnus Lundberg desmintió este hecho. De hecho, la iglesia palmariana aprovechó este falso rumor para hacer ver a sus fieles las «maldades» que se pueden encontrar por Internet.

6. El papa que se enamoró y salió desnudo en Interviú

El expapa del Palmar en Monachil La iglesia palmariana lleva años sumida en una grave crisis interna pero, sin duda, todo saltó por los aires cuando, en abril de 2016, se conoció la noticia de que el por entonces papa, Gregorio XVIII, abandonaba a sus fieles para irse con una exmonja de la orden. Después de 32 años en la secta, Sergio María Ginés Jesús Hernández -exseminarista y exmilitar-, apostató para empezar una nueva vida en Monachil (Granada), feliz junto a una mujer de la que se había enamorado, Nieves Triviño. En Sevilla fue comentado por el ya expapa, que afirmó no creer ya en aquello y que se fue de El Palmar habiéndolo dejado «todo en orden, con superávit económico, fiscal y contable». Aunque lo acusaron de robar el «papamóvil», se defendió diciendo que «el BMW es mío», y que estaba a su nombre porque era una donación. Ginés se casó con Nieves e incluso posó desnudo junto a su mujer en Interviú. La foto no podía ser más hilarante: el expapa y su mujer como Adán y Eva, con ella mostrándole la manzana del pecado... Con el tiempo, confesó que la iglesia palmariana era un montaje y una farsa.

7. El papa palmariano de su antecesor: «Es una bestia maldita y un ladrón»

El actual papa de El Palmar de Troya El shock que causó la huída del papa en la orden fue enorme. Hizo tanto daño que su sucesor, Pedro III, le acusó de ladrón, por robar el «papamóvil», joyas de de las imágenes de Cristo, la Virgen y Santa Teresa, y dinero, que supuestamente había destinado de la comunidad a cuentas privadas. «Es una bestia maldita», llegó a decir el nuevo papa, el suizo Joseph Odermatt, de su antecesor. La secta de El Palmar agoniza cuando se cumplen 50 años de las apariciones.

8. La muerte de Bridget Crosbie

Bridget CrosbieOtro caso escabroso relacionado con El Palmar de Troya era comentado por Sevilla el mismo mes de abril de 2016. Es la historia de una mujer que perteneció a la secta y que fue encontrada muerta en su casa de Wexford (Irlanda) dos meses después en su cama, con 82 años de edad. Los medios de comunicación irlandeses contaban la historia de Bridget Crosbie, que vivió atrapada por la iglesia palmariana, «destruida» por el culto en una sociedad secreta, como denunciaba su familia. Crosbie, explicaban sus allegados, estuvo dos meses muerta en su cama antes de que la encontraran. «Cortó toda relación con la familia porque en la iglesia del Palmar le obligaron». A Bridget Crosbie le lavaron el cerebro, según indicaba la familia al Belfast Telegraph. Bridget murió sola y tuvieron que pasar dos meses para que encontraran su cadáver en la cama.

9. El incendio en el archivo palmariano

La basílica de El Palmar de TroyaEl papado de Pedro III comenzó, además, de forma rocambolesca. El 7 de julio de 2016, a las dos de la mañana, se desató un fuego en el archivo de la basílica de El Palmar de Troya. No hubo daños personales, ya que los frailes y las monjas que se encontraban en sus celdas pudieron salir a tiempo. El incendio ocurrió en el edificio donde vivían los que allí estaban enclaustrados. No hubo tampoco una pérdida de documentos relevantes. Sin embargo, algunos fieles sospecharon de que el fuego pudiera haber sido intencionado. No se llegó a demostrar.

10. La oscura muerte del padre Tobías

El padre Tobías Cuenta el profesor Magnus Lundberg en su libro «A Pope of their Own» que el mismo día de la coronación papal de Pedro III, el 16 de julio de 2016, un irlandés que había sido obispo palmariano y que fue expulsado décadas atrás, regresó a la orden donde murió durante una ceremonia. Era conocido como el padre Tobías, y durante el tiempo que permaneció en la orden sufrió abusos sexuales, que le provocaron daños mentales. Ese mes de julio, a la edad de 49 años, al padre Tobías le convencieron para que regresara a El Palmar. Dos días después de su vuelta, sufrió aparentemente un infarto y murió. Su familia, incrédula, demostró que hubo negligencia en su atención. No llamaron a ninguna ambulancia y su certificado de defunción lo firmó el propio médico de la iglesia, a la que acusaban de haberse aprovechado de un hombre enfermo, atrayéndolo con promesas de una carrera eclesiástica. Su hermana pidió que se esclarecieran las causas de la muerte, pero el padre Tobías ya había sido enterrado en la cripta de la basílica.

El Palmar de Troya: un exorcismo y 48 Padrenuestros

Cada día a las seis de la tarde suenan las campanas de la Iglesia Palmariana. 120 minutos de misa dicha en latín y símbolos que parecen venir de la Edad Media

Vista parcial del templo tomada desde la pedanía del Palmar de Troya

Clemente Domínguez, quien fundó la Iglesia Palmariana y la gobernó como Gregorio XVII.

Desde hace años lo único que trasciende de la Iglesia Una, Santa, Católica, Apostólica y Palmariana son las excentricidades de una secta agonizante cuyos dislates se asoman cada cierto tiempo a las portadas de los periódicos. El último episodio de la tragicomedia acaeció el pasado domingo, 10 de junio, cuando Ginés Jesús Hernández, quien fuera Papa del Palmar de Troya, accedió encapuchado al recinto de la basílica junto a su pareja para desvalijar las arcas, a consecuencia de lo cual acabó apuñalado en medio de una pelea y, tras unos días de recuperación en el Hospital Virgen del Rocío, Gregorio XVIII pasa ahora una temporada en la cárcel Sevilla-I.

La orden de los carmelitas de la Santa Faz sobrevive hoy con alrededor de 1.000 fieles y unos 80 miembros de la corporación, entre curas, sacerdotes, obispos y monjas. Todos gobernados por Su Santidad (sic) Pedro III, a la sazón Joseph Odermatt, un Sumo Pontífice de origen suizo de cuya vida anterior a su llegada al templo del cerro de La Alcaparrosa nada ha trascendido. Ahora como hace décadas todo son habladurías alrededor de lo que sucede en su interior. También proliferan las historias excéntricas sobre supuestas bacanales y fiestas regadas de alcohol que nadie ha podido nunca comprobar. El hermetismo que se afana inútilmente en imponer la congregación siempre se ha vuelto en su contra. Sin embargo, y a diferencia de un pensamiento muy extendido, la Iglesia Palmariana tiene sus puertas abiertas los 365 días del año. Cada día a las seis de la tarde tiene lugar una singular misa a la que el portero, amablemente y sin perder la sonrisa, invita al curioso a pasar siempre que vaya «decorosamente» vestido. «Para los hombres, pantalón largo, nunca vaquero, camisa holgada abrochada hasta el último botón y los puños hasta las muñecas. Las mujeres, falda hasta los tobillos, torso completamente cubierto y un pañuelo en la cabeza», indica de carrerilla.

Disfrazados convenientemente se accede a la basílica, prologada por un encantador bulevar con palmeras y desde el que se vislumbran las fuertes medidas de seguridad del recinto, completamente amurallado, con concertinas y cámaras de vigilancia. «Los hombres nos hemos portado tan mal con Dios que debemos acudir mucho a misa, comulgar cuanto más mejor y ser gobernados por la vara de hierro del Señor», apunta el portero, encantado de evangelizar en tono campechano. «El Señor quiso con las apariciones de la Santísima Virgen María establecer aquí la nueva Santa Sede de la Iglesia, el que está sentado en el trono de Pedro, en el Vaticano, es un impostor», abunda cada vez más crecido en su papel de custodio ante el principiante. «¿Han sentido ustedes quizá la llamada de la vida religiosa?», interroga luego. Un exmiembro del Palmar, José A., cuenta a este periódico que «no hace falta preparación alguna para ser cura, sacerdote, o monja. Es como un juego de disfraces. Basta con caerles bien, entregarse a la causa y donar dinero en abundancia».

Por cierto, la estatua de Franco que presidía la fachada del edificio ha sido retirada. Sigue canonizado pero «era mejor quitarlo de ahí» dice restándole hierro al asunto un fiel. «Eso no es lo importante, Franco, bueno, tendría sus cosas, pero hizo bien a España. Los enemigos de Dios son los masones y los comunistas, también hoy los independentistas. Toda esa gente mala que hay ahí fuera», prorrumpe el guardián, que pasa cerca de diez horas diarias en una minúscula garita junto a la puerta. Es lunes y la misa está a punto de comenzar. Pero, a modo de extra en la visita, nos encontramos con una sorpresa. «Hoy es día de exorcismo». En seguida sabremos que está destinado exclusivamente a las mujeres, «porque en ellas y solo en ellas reside el pecado original» leeremos en la Biblia Palmariana, copia casi exacta de las Sagradas Escrituras con algunas anotaciones realizadas por el fundador de esta congregación, el papa Clemente, que contempló (y monetizó) las supuestas apariciones en este lugar en la década de los 60 y aseguró sufrir estigmas.Cuando por fin cruzamos el umbral del pórtico del imponente templo vemos que los fieles se segregan (hombres a la izquierda, mujeres a la derecha, curia en los aledaños del altar, monjas recluidas en una zona sin apenas visibilidad). Un cardenal (o un hombre vestido con el pertinente ropaje) lee en voz alta fragmentos bíblicos en latín mientras blande con su mano derecha un hisopo con el que rocía agua bendita a las mujeres. Le asiste un monaguillo que le ayuda en su concentrado menester. Y todas las devotas bajan la mirada mientras musitan sus rezos de rodilla.En el interior del templo todo son prohibiciones. No se pueden hacer fotos, hombres y mujeres no pueden cruzar palabra, hay que permanecer de rodillas, no se puede dirigir la palabra a los curas ni mirar a los ojos a las monjas y tampoco es posible andar libremente por el interior de la colosal basílica. Al primerizo se le asigna un miembro de la congregación que ejerce de relaciones públicas tutelando su estancia. La misa dura dos horas. Y el 90 por ciento de la misma la pasaremos de rodillas. También la viven así los numerosos niños que acuden diariamente a unos oficios que se desarrollan la mayor parte del tiempo en latín, con un sacerdote y dos ayudantes dando la espalda a la congregación. El rito poco o nada tiene que ver con el actual de la Iglesia Católica. Tiene ciertas coincidencias con la misa que se celebraba según el rito tridentino. Pero los palmarianos trufan de excentricidades la ceremonia.

A lo largo de los 120 minutos que transcurren sin descanso la cuenta se pierde en los más de 48 Padrenuestros que llevamos rezados. Santiguarse es un gesto automático que se repite sin cesar. Y no hay nada parecido a una homilía porque, sencillamente, la celebración transcurre como si no hubiera nadie escuchándola. Los oficiantes murmuran en latín y recurren al castellano solo para iniciar las oraciones más habituales. Llama poderosamente la atención un hecho, el sacerdote realiza continuas eucaristías y toma la comunión hasta ocho veces durante la misa. «Esto es así porque de esta forma recibimos mucho bien, no vamos a misa, vamos a varias misas en una», apunta luego un fiel. Mientras el rito continúa los niños –andaluces, pero también germanos, irlandeses (país en el que existe un templo palmariano de menor envergadura) y rusos– intentan seguir siendo niños pese al castigo de llevar una ropa de invierno en primavera y pasar dos horas diarias arrodillados. Hacen barquitos de papel con los panfletos del Palmar esparcidos por los bancos, vociferan con los brazos en cruz –otra norma de la casa– los Padrenuestros como forma de liberar adrenalina y se entretienen por lo bajini dándose empujones con los protectores de rodilla. Y miran, miran fijamente, con insistencia, al forastero.

La misa continúa. Y para mayor sorpresa vemos por el rabillo del ojo –solo puede mirarse al frente, al altar, o hacia abajo– que en las diez capillas que circundan la nave principal de la basílica, cinco a cada lado, hay otros tantos clérigos realizando continuas consagraciones sin que nadie los atienda, completamente solos; conformando una singularísima coreografía eucarística que es punteada constantemente por un organista que interpreta amabilísimas melodías que, en ocasiones, son seguidas por cánticos de inequívoco contenido: «Somos los palmarianos, somos la luz del mundo...».

La misa termina y tras un receso de diez minutos se organiza una procesión que sale del templo para rodear el bulevar exterior y volver otra vez dentro. Es un cortejo parsimonioso, en el que se respira un incienso pastoso y muy particular y donde se integran fieles y religiosos, ocupando las mujeres las últimas posiciones. Cae la tarde en el Palmar de Troya. La comitiva entra en la iglesia. Hay una evidente belleza en la puesta en escena. Pero aunque la estética pueda funcionar a ratos esta parece insuficiente para mantener el discurso de una secta que aparta a los niños de los que no son palmarianos y en la que todo o casi todo es pecado, como la televisión, internet, la literatura, el alcohol o el tabaco. «Le rogaría que se olvide de la Iglesia Católica, esta es la única Iglesia verdadera», dice un cura ecuatoriano. «El maldito ecumenismo y el perverso Vaticano II entregaron el Trono de Pedro a Satanás. Juan Pablo II y todos los que le han seguido son antipapas», afirma. También leemos idéntica aseveración en el librillo que se regala a quien pacientemente ha asistido a toda la misa. Se titula ¿Dónde está la Verdadera Iglesia?

Salimos del Palmar vigilados por miradas que oscilan entre la indiferencia al recién llegado y la desconfianza. Quien quiera abrazar la fe palmariana deberá entregar el diez por ciento de su sueldo a los carmelitas de la Santa Faz. Te lo exigen así, sin rodeos. En el exterior, en un rincón llama la atención lo que parece un pequeño altar. «Adoramoste, Cristo, Y Bendecimoste porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo» se lee en una inscripción. Una cruz con la imagen del Papa Francisco parece querer contraponer dos realidades religiosas enfrentadas. Los palmarianos son considerados una doctrina herética por los católicos. De regreso a la pedanía lo primero que nos recibe es la modesta Iglesia del Carmen. Está cerrada porque solo hay una misa a la semana. Dura media hora. Ni rastro de los seguidores de Pedro III, guarecidos ya en sus casas. «Aquí, en este Monte Sagrado, está la casa del Padre», sentencia el portero de la Santa Faz. Hoy, a las seis de la tarde, tocarán campanas de misa. Misa palmariana.