Dios es sobrenatural, el único fundamento de nuestra esperanza -2-

El único motivo que te queda para gloriarte, oh hombre, y el único motivo de esperanza consiste en hacer morir todo lo tuyo y buscar la vida futura en Cristo (San Basilio, Hom. 20, sobre la humildad).

El amor es más grande que el pecado, que la debilidad, que la " vanidad de la creación ", más fuerte que la muerte; es amor siempre dispuesto a aliviar y a perdonar, siempre dispuesto a ir al encuentro con el hijo prodigo [...], y tal revelación del amor y de la misericordia tiene en la historia del hombre una forma y un nombre: se llama Jesucristo (San Juan Pablo II, Enc. Redemptor Hominis, 2, 9).

[...] a todos los que esperan se puede aplicar lo que dijo S. Pablo de Abraham: creyó, esperando contra toda esperanza (Rm 4, 18). Diréis todavía: "¿cómo puede suceder esto?" Sucede porque se aferra a tres verdades: Dios es omnipotente, Dios me ama inmensamente, Dios es fiel a las promesas. Y es El, el Dios de las misericordias, quien enciende en mí la confianza; por lo cual yo no me siento ni solo, ni inútil, ni abandonado, sino implicado en un destino de salvación que desembocará un día en el Paraíso (San Juan Pablo II, Aloc. 20-IX-1978).