La madera de desintegración o trituración es la menos exigente. Únicamente se pide madera sana y no excesivamente resinosa. Los destinos principales son papel, tablero aglomerado y tablero de fibras, éste último el más dependiente de madera en rollo, y empieza la demanda para bioenergía.
El precio es el más bajo de todos los productos aunque ahora, sobre 30 €/t en fábrica.
Para la industria de la trituración tenemos residuos con diferentes formas y tamaños. Desde pequeñas virutas de madera hasta troncos y tablas enteras. Es importante conocer el destino de la madera triturada, pues no será igual el tamaño requerido para la fabricación de briquetas o pellets, que el necesario para la fabricación de tableros de partículas, o simplemente si queremos emplear la madera triturada para alimentar un quemador u horno.
La madera en forma de picado se convierte en un material importante para la industria del papel de celulosa y de fabricación de tableros de viruta prensada.
La madera de árbol, correctamente tratada, es un producto de reciclado cada vez más solicitado pues además de utilizarse en cualquier industria como combustible ecológico (con las ventajas que ello conlleva, menos impuestos por emisiones, mayor concepto de la empresa a nivel social pues está comprometida con el medio ambiente, mayor economía pues es un combustible accesible y más económico que el petróleo, etc.) o para convertir los residuos en pulpa y mantillo de cortezas reutilizable. La producción de pulpa y mantillo de cortezas es un atractivo negocio con clientes fijos, pues cada vez mas se está apostando por la utilización de abonos vegetales que se descomponen mas fácilmente que los abonos animales, además de no conllevar malos olores.
Es por tanto que la madera destinada a la trituración, va ganando fuerza principalemente como combustible frente a un petróleo obsoleto y contaminante que cuenta cada vez, con mas enemigos, impuestos y precios; además de ser un producto muy versátil que ofrece gran cantidad de destinos, como ya se ha señalado anteriormente.
Siendo que la principal función de las plantaciones forestales es la de producir madera, pueden ser desarrolladas de modo que desempeñen un papel más significativo en el medio ambiente global.
El mundo se enfrenta a problemas de degradación de los suelos. Hay actualmente millones de hectáreas de tierras degradadas en todo el mundo. La única actividad que puede desarrollarse dentro de una superficie de esta magnitud es la plantación forestal y el cultivo de árboles. Se trata de una oportunidad de oro para la silvicultura y la profesión forestal de crear un impacto sobre el ambiente global así como de aportar un recurso renovable muy necesario para el futuro.