FEDERICO JORGE O'REILLY TOGNO

1945-2020

Federico nació en la Ciudad de México el 1 de diciembre de 1945; siempre decía que había sido concebido pre bomba atómica. Realizó estudios de Actuaría en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México. En 1968 obtuvo la Maestría en Estadística Matemática en el Centro Interamericano de Enseñanza de Estadística (CIENES) de Chile con una beca de la Organización de los Estados Americanos, para más tarde doctorarse, en 1971, en Estadística en la Universidad del Estado de Carolina del Norte en Raleigh, Estados Unidos, Becado por el Programa de Formación de Profesores UNAM-Banco de México y con ayuda de la Universidad de Carolina del Norte, con la tesis: “On goodness of fit tests based on Rao-Blackwell distribution function estimators”. Este tema lo apasionó toda su vida y trabajó en él con muchos de sus estudiantes.

A su regreso a México ingresó al Departamento de Probabilidad y Estadística del entonces Centro de Investigación en Matemáticas Aplicadas, Sistemas y Servicios, que después se convirtió en el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas de la UNAM, donde hizo su carrera académica y donde al momento de su muerte era Investigador Titular “C” y miembro del Sistema Nacional de Investigadores con el nivel III. Su área de especialización fue la inferencia estadística, específicamente inferencia fiducial y bondad de ajuste. Durante su carrera académica realizó periodos sabáticos en las Universidades de Colorado y Columbia en Estados Unidos, en la Universidad Simon Fraser en Canadá, y en la Universidad de Valencia en España.


Fue autor de más de 50 trabajos de investigación y divulgación, la gran mayoría de ellos en los temas de bondad de ajuste y aproximaciones a la función de verosimilitud. Sus trabajos fueron publicados en revistas arbitradas en el ámbito nacional e internacional. Además tuvo una intensa actividad como editor, coeditor, evaluador académico, examinador externo y árbitro, tanto de libros como de revistas.

La formación de recursos humanos fue para Federico una actividad prioritaria e importante a la que dedicó gran parte de su vida académica. La impartición de cátedra la realizó desde 1969, tanto en licenciatura como en posgrado, en instituciones nacionales y extranjeras entre las que destacan: la UNAM, la Universidad Autónoma Chapingo, la Universidad del Estado de Colorado en Estados Unidos y la Universidad Simon Fraser en Burnaby, Canadá. Era un excelente profesor y sus clases se enriquecían con su buen humor; cualquiera que haya sido su alumno jamás olvidará el cuento de la princesa Theta para escoger a su príncipe (estimador) o el “teorema de las bonitas y las feas”, que con el paso de los años tuvo que adaptar, el “teorema de los novios” y algunos otros.

Fue el principal impulsor de la creación y puesta en marcha del primer Programa de Maestría en Estadística e Investigación de Operaciones en México con la finalidad de formar estadísticos de alto nivel con una sólida base matemática. Esta maestría efectivamente formó un buen número de estadísticos en todo el país y el desarrollo de la estadística en México está ligado con ella. Federico también dirigió un gran número de tesis de licenciatura, maestría y doctorado. Además, dictó numerosos cursos, seminarios, conferencias y participó en la organización de otros más.


Sus actividades en la investigación, en la formación de recursos humanos y en la divulgación del conocimiento fueron fundamentales para el desarrollo de la Comunidad Estadística Mexicana. Por otra parte, siempre tuvo un gran compromiso con la UNAM. En su labor académico-administrativa fungió como Coordinador (en cuatro periodos) de la entonces Maestría en Estadística e Investigación de Operaciones; Coordinador de la Especialización en Estadística Aplicada; Jefe del Departamento de Probabilidad y Estadística (en tres ocasiones), Secretario Académico y Director del IIMAS.


Fue miembro del International Statistical Institute; de la Academia Mexicana de Ciencias; del Institute of Mathematical Statistics, Statistical Society of Canada, y de la Asociación Mexicana de Estadística, la cual presidió de 1999 a 2001; y miembro fundador de la Latin-America Section of the Bernoulli Society.


En cuanto a la divulgación de la Estadística, entre otras aportaciones, ideó la manera de llevar a un simulador la obra Musikalisches Wurfelspiel de Wolfgang Amadeus Mozart, idea que se utilizó en un concierto de la Orquesta Sinfónica de Minería. En la Sala Nezahualcóyotl.


Cuando Federico llegaba a trabajar o regresaba a su oficina después de dar clases todo mundo se daba cuenta, ya que solía detenerse en algunas de las oficinas anteriores a la suya a platicar, e invariablemente contaba un chiste.


Federico fue una gran persona que pasó de ser profesor a ser amigo de sus alumnos, en particular de los que laboramos en el Departamento de Probabilidad y Estadística. A él se le podía platicar cualquier cosa, ya fuera de estadística o sobre algún problema personal, y siempre tenía alguna sugerencia. Le gustaba mucho interactuar con los niños, hijos de sus colegas, y hacerles bromas; conforme iban creciendo, les daba consejos como la fórmula para encontrar el intervalo de edad para su pareja ideal: [edad/2 + 7, (edad - 7) *2].

Poco después de cumplir 64 años, adquirió su primera moto de las tres que llegó a comprar, cada vez una más potente. Las iba turnando para ir a trabajar. Esta pasión continuó incluso después de que el cáncer llegó a su vida.


El ejemplo de fortaleza que Federico nos dio a todos con la manera en que enfrentó su enfermedad es uno de los legados más importantes que nos dejó. Mientras pudo siguió dando clase, dirigiendo tesis y publicando artículos de investigación, e incluso cuando llegó la pandemia continuó trabajando en sus notas desde su casa. El cáncer finalmente ganó la batalla el 6 de septiembre de 2020.


Todos los que conocimos a Federico recordaremos al gran profesor e investigador que fue, a su ingenio y su memoria para tener siempre un chiste que se adaptaba a la situación, si no adaptaba la situación al chiste, pero sobre todo recordaremos al gran ser humano que fue.