La evaluación tiene dos tipos de finalidades: una de carácter social, donde se constatan unos determinados conocimientos: calificación, y otra de carácter pedagógico, con el objeto de regular el proceso de enseñanza-aprendizaje. Así, la evaluación no se limita a una rendición de cuentas que sitúa al estudiante en una posición pasiva, sino que es una herramienta del aprendizaje. Podemos añadir que, desde el punto de vista del docente, la evaluación es el medio que permite valorar el progreso, los logros y el alcance de los objetivos de aprendizaje de cada alumno/a; pero además, es una herramienta útil para ayudar a autorregularse al estudiante y orientarle a la mejora.

La autorregulación se refiere a pensamientos, sentimientos y comportamientos que elabora la persona y que están orientados a alcanzar metas. Así, la autorregulación no es una habilidad mental o una habilidad de desempeño académico; más bien es el proceso de autodirección mediante el cual el alumnado transforma sus habilidades mentales en habilidades académicas. Por lo que la autorregulación es una construcción compleja que describe cómo los estudiantes inician, diseñan estrategias y mantienen acciones para lograr sus objetivos de aprendizaje.

Hay autores que indican que en el éxito del aprendizaje influyen más cuestiones como la regulación que cuestiones relativas a la metodología desplegada por el profesorado.

Para ayudar a la autorregulación conviene:

1.) Que el alumnado conozca los objetivos de aprendizaje

2.) Que se ayude a la planificación de la ejecución

3.) Compartir los criterios de evaluación

El feedback es práctica educativa que consiste en proporcionar al alumnado información sobre su desempeño e indicaciones sobre cómo mejorarlo. Podemos hacer que el alumnado mejore si se le ayuda no solo a comprender qué errores cometieron, sino también las razones por las que son un error y qué pueden hacer para evitarlos la próxima vez.

En la evaluación auténtica es fundamental la presencia de la retroalimentación porque es uno de los vehículos para orientar al alumnado en las actividades y tareas propuestas, en las actitudes, en las conductas y debe proporcionar indicaciones al alumnado hacia su propia autorregulación.

Es una herramienta muy potente para el profesorado para ayudar a la mejora. En la sección de Recursos para la evaluación, podemos encontrar recursos para ayudar al Feedback.