Nuestra propuesta de investigación en tecnologías depende mucho de la relación narrativa-tecnología justamente por la importancia que le hemos puesto al montaje en sí durante el proceso. Aquí nuestras preguntas frecuentes durante el viaje han sido: ¿Qué juguete tecnológico ayuda a comunicar mejor lo que quiero decir en mi propuesta? y ¿Qué me generaba la utilización del recurso?

Por eso, compilando nuestra experiencias, hicimos: 

El Manual de Supervivencia Tecnológica de Poiesis (cómo y cómo no trabajar con nuevas tecnologías)

Siendo nuestra primera vez hibridando nuevas tecnologías y artes escénicas notamos que, al ser la conversación entre artes escénicas y nuevas tecnologías relativamente reciente reciente, encontrar principios de creación artística involucrando tecnologías resulta bastante tedioso. Por ende, este manual, aparte de ser un acercamiento a nuestro proceso de investigación de una manera amena, pretende aconsejar didácticamente, en 5 consejos, cómo abordar la creación desde el uso de nuevas tecnologías 

1. Repensar: ¿Qué es tecnología?

Nuestra concepción de las nuevas tecnologías comenzó abarcando todo lo que se consideraba "fancy": hologramas, láser, mapping, cámaras innovadoras, entre otros. Sin embargo, en este proceso, también nos hemos planteado preguntas fundamentales sobre lo que realmente constituye la tecnología. Interrogantes como "¿Puede considerarse mi cuerpo como tecnología?" o "¿Deberíamos incluir el uso de teléfonos celulares en esta categoría?" han emergido, llevándonos a reflexionar sobre las diferencias entre lo digital y lo analógico. Nos hemos cuestionado incluso si las actividades que realizamos hoy podrían haberse llevado a cabo en el siglo XX.

Creemos que formular este tipo de preguntas y reflexiones antes de embarcarnos en un proceso de investigación-creación es crucial. Esta práctica nos ayuda a superar la percepción de lo tecnológico como algo distante e inalcanzable al momento de crear. De hecho, adoptar una perspectiva que considera las nuevas tecnologías como más cercanas de lo que parecen inicialmente, como lo ejemplifica nuestro asistente de dirección en el proceso, Chat GPT, amplía nuestras posibilidades creativas y enriquece nuestra comprensión del papel de la tecnología en nuestras vidas.

2. ¡Ten en claro tus intenciones!

Tener intenciones claras es la base para impulsar un proceso creativo que involucre arte y tecnología. Al embarcarnos en la creación artística con la influencia de la tecnología, el delineamiento preciso de nuestras intenciones no solo sirve como un faro que guía cada paso, sino que también establece un marco significativo. Esta claridad proporciona no solo dirección, sino también un propósito profundo que eleva la obra más allá de la mera innovación técnica. Es en la unión de la expresión artística y la tecnología donde las intenciones claras se vuelven la chispa que enciende la llama de la creatividad, transformando la creación en una experiencia enriquecedora y auténtica. Durante el proceso creativo, experimentamos con tecnologías como el audio y la cámara 360 para lograr la inmersividad que buscábamos inicialmente. Sin embargo, a medida que avanzamos en nuestra propuesta artística, decidimos descartar, aunque no de manera definitiva, su implementación debido a la necesidad de preservar la claridad en nuestra intención comunicativa. Aunque estas tecnologías ofrecían una experiencia inmersiva destacada, concluimos que su inclusión podría desviar la atención del mensaje central que queríamos transmitir. Esta decisión refleja nuestra búsqueda constante de equilibrar la innovación tecnológica con la efectividad en la expresión de nuestra narrativa artística, asegurando que la tecnología sirva como un medio eficaz sin comprometer el mensaje esencial que deseamos compartir con nuestra audiencia. 

3. Menos es más

La propuesta inicial de Poiesis aspiraba a crear una experiencia inmersiva y sensorial que incorporara, citando nuestro primer avance, "Mapping, POV, ASMR, etc.". En otras palabras, inicialmente planeábamos utilizar una amplia gama de recursos que, en el transcurso del proceso, nos dimos cuenta que resultaban ser demasiado ambiciosos en relación con nuestro conocimiento y habilidades iniciales. A medida que avanzábamos, se hizo evidente que manejar y mantener todos estos elementos en una única propuesta era una tarea desafiante.

La ambición es un motor valioso, pero también es esencial equilibrarla con la capacidad práctica de ejecución. Nos dimos cuenta de la necesidad de ajustar nuestra propuesta, simplificando y concentrándonos en aspectos más manejables. Aprender de esta experiencia nos ha enseñado la importancia de alinear nuestras aspiraciones con nuestras capacidades, garantizando así que nuestra propuesta no solo sea ambiciosa, sino también viable y sostenible a lo largo del proceso creativo. Este ajuste estratégico refleja no solo la prudencia en la gestión de recursos, sino también un enfoque más realista y centrado en el éxito de nuestra empresa artística y tecnológica.

4. Cuidado con caer en el "show"

Precisamente por este motivo, es crucial reafirmar los puntos 2 y 3. No hay nada negativo en crear un "show", especialmente si esa es la intención, como suele suceder en muchos eventos de danza comercial. No obstante, cuando nos enfrentamos a una obra con un mensaje específico, como ha sido el caso de Poiesis, es esencial que lo comunicado prevalezca. En este contexto, la tecnología se convierte en un medio para facilitar o ampliar las posibilidades de la transmisión efectiva de ese mensaje.

Insistir en el uso de tecnologías por el mero hecho de incorporarlas puede llevar a la pérdida de la intención original, despotenciando el mensaje en favor del espectáculo visual. En este enfoque, la prioridad al "show" puede eclipsar la esencia de la obra y diluir su significado. Es fundamental recordar que la tecnología debe ser una herramienta que potencie y sirva al mensaje que queremos comunicar, en lugar de convertirse en un fin en sí misma. Así, al mantener un equilibrio adecuado, garantizamos que la fusión entre arte y tecnología en nuestra propuesta sirva a la narrativa y enriquezca la experiencia del espectador de manera coherente y memorable.

5. No temas al pastruleo

Si bien hemos enfatizado la importancia de tener intenciones claras, también es esencial subrayar la relevancia de explorar y permitirse salir de la base establecida en busca de descubrimientos. Con una variedad de recursos a nuestra disposición y una clara intención como guía, la experimentación y la disposición a "pastrulear" se vuelven posibles, siempre y cuando no temamos cometer errores.

Pastrulear es un proceso que requiere despojarse de la noción de error para permitir la libertad creativa. Nunca se sabe cuándo una botella de Coca Cola podría convertirse en una actuación extraordinaria en una obra. La disposición a aventurarse más allá de lo convencional no solo abre puertas a la innovación, sino que también nutre la creatividad al desafiar las limitaciones autoimpuestas. Al abrazar la posibilidad de errar, la experimentación se vuelve un terreno fértil donde las ideas audaces pueden florecer, contribuyendo así a la riqueza y autenticidad de la propuesta.