FORMA JURÍDICA ELEGIDA
Hemos decidido constituirnos como una Sociedad Anónima.
¿POR QUÉ LA HEMOS ELEGIDO?
Al ser una Sociedad Anónima, el capital mínimo legal es de 60.000€, y entre las cuatro socias, cada una tendría que aportar 15.000€, lo cual es un dinero que todas estamos dispuestas a poner.
Otro de los criterios que hemos valorado al elegir ha sido el capital que necesitamos para poner en marcha la empresa, que en este caso es muy alto. La S.A ofrece muchas libertades frente a la Sociedad Limitada. Las acciones que forman el capital social se pueden transmitir libremente, lo que facilita y motiva la entrada de nuevos socios y por lo tanto, más ingresos económicos.
Descartamos las opciones que implicarán que tener responsabilidad ilimitada, ya que al vender un producto muy innovador que puede no gustar a la gente, no queríamos responder con todo nuestro patrimonio ante las deudas que podía contraer la empresa en caso de que esta no tuviera éxito, y hacerlo simplemente con el capital aportado.
Siendo una S.A., la empresa tributa a través del Impuesto de Sociedades, que supone un 25% de los beneficios que se obtengan. Con una visión positiva, si la empresa tiene muchos beneficios, resulta mucho más rentable pagar siempre ese porcentaje.
La intención de nuestro negocio es poder internacionalizarlo y ofrecer nuestro producto a todo el mundo, y el hecho de que las acciones de la Sociedad Anónima sean libremebte transmisibles, nos facilita mucho crecer, ya que cualquier persona podría comprar acciones.
Da muy buena imagen frente al exterior, tanto en respetabilidad ante otras sociedades, como de seriedad ante acreedores, bancos y entidades financieras.