Con carácter previo a la generación, los responsables de la generación tendrán que haber identificado el residuo que generarán de acuerdo con la clasificación anterior y habrán previsto la existencia de un envase adecuado por tipología y volumen para el residuo que vayan a generar.
Existen procedimientos especiales para la gestión de los siguientes residuos:
Cadáveres y restos animales: Su retirada es gestionada por los Servicios Científico-Técnicos de Animalario o Cirugía Experimental.
Cadáveres y restos humanos: Su retirada es gestionada por el Servicio Científico-Técnico de Cirugía Experimental.
Residuos radiactivos: Su retirada es gestionada por el Servicio Científico-Técnico de Radiactividad.
Los contenedores deberán etiquetarse con carácter previo a su utilización o tras el primer uso según el residuo que contengan. Puede rotularse, nunca sobre la etiqueta, cualquier indicación adicional sobre el residuo generado, que en ningún caso podrán ser códigos.
Las etiquetas estarán a disposición de las personas designadas en la estantería del almacén de residuos. La persona responsable del almacenamiento controlará que siempre existan etiquetas suficientes para los residuos que se generan en el CIBA.
Los envases estarán a disposición en el almacén de contenedores vacíos. La persona responsable de la gestión interna controlará que siempre existan envases adecuados disponibles para cada tipo de residuo.
Ninguno de los cubos disponibles debe ser autoclavado. El tratamiento de residuos no forma parte de las responsabilidades de los usuarios del CIBA. Los cubos utilizados son suficientes para contener los riesgos y, en todo caso, deben descontaminarse y limpiarse exteriormente si es necesario.
Tras las previsiones previas a la generación, cuando esta se produzca la operación de envasado de residuos se realizará siguiendo las precauciones de manipulación de productos biosanitarios y químicos. Se revisará la correcta anonimización de muestras de origen humano con carácter previo a desecharlas.
Los envases se llenarán solo hasta la marca o muesca de llenado o, en su defecto, hasta las ¾ partes de su capacidad para garantizar el cierre correcto en condiciones de seguridad de las bolsas y contenedores. Nunca se presionarán los residuos para reducir su volumen con partes del cuerpo, equipos o utensilios.
En caso de hacer uso de un contenedor que permita el cierre temporal, este cierre se utilizará siempre que no se estén generando residuos. En cualquier caso, la presencia de los contenedores abiertos en los espacios de trabajo deberá ser la menor posible, dando prioridad al uso de contenedores pequeños cuando el volumen a generar sea pequeño.
Con carácter general, se utilizarán para residuos biosanitarios los contenedores negros o verdes reutilizables de 30 litros. Solo cuando los contenedores de 60 litros vayan a ser llenados en un tiempo inferior a 5 días se hará uso de ellos, evitando la acumulación de residuos de riesgo en contenedores abiertos.
Se prohíben los trasvases de residuos entre contenedores, salvo el de bolsas cerradas de residuos biosanitarios y el lavado de recipientes de vidrio para su reutilización o segregación como asimilables a urbanos, desenchando los líquidos peligrosos en garrafas.
Está prohibido mezclar o diluir residuos peligrosos para gestionarlos como residuos no peligrosos. En particular, está prohibido eliminar por el desagüe productos peligrosos diluyéndolos.
De acuerdo con la clasificación interna de residuos, se utilizarán los envases establecidos para cada tipo de residuo.
Cuando los contenedores o garrafas se llenen hasta ¾ partes de su capacidad o la marca o muesca de límite de llenado o ya no se vaya a hacer uso los envases de residuos sanitarios o peligrosos en el lugar de generación, los responsables del transporte interno transportarán o verán que sean transportados al almacén de residuos. El transporte será realizado, en todo caso, por personal con formación en la gestión interna de residuos. La delegación del transporte de residuos deberá ser comunicada al responsable de la gestión interna.
Se recomienda el cierre y transporte de contenedores de productos peligrosos, especialmente aquellos volátiles o inflamables, siempre que no vayan a desecharse más, aunque no se haya alcanzado la máxima capacidad.
Con anterioridad al transporte, los responsables de la generación cerrarán herméticamente el cierre de los envases. Antes de comenzar el traslado se comprobarán la integridad del envase, el correcto cierre y la limpieza y no contaminación exterior del mismo.
El uso de medios auxiliares para el transporte interno de residuos está supeditado a la realización de las comprobaciones previas, no pudiendo estos útiles ser empleados para otras tareas. Se deberán limpiar y desinfectar periódicamente.
El recorrido del transporte interno será el de menor distancia hasta el almacén de residuos. No se transportarán envases de residuos por las escaleras, debiendo usar siempre los ascensores, prefiriendo siempre el ascensor J2.
El transporte se realizará siempre hacia el final de la jornada laboral y, de ser posible en función de los horarios de trabajo de cada servicio científico-técnico, grupo de investigación o área, en horario de tarde, con anterioridad a la limpieza diaria.
Se definen las siguientes localizaciones en la planta B, área de garaje:
● Almacén de residuos: J3 (En azul)
● Almacén de contenedores vacíos: J3 (En verde)
● Ascensor: J2
Las personas responsables del transporte interno dejarán los envases con residuos en el almacén, pudiendo apilarlos cuando existan acoplamientos entre ellos que garanticen su estabilidad y hasta una altura máxima de 2 contenedores de 60 l con otros contenedores o envases menores encima pudiendo, previa autorización del responsable de la gestión interna, ampliarse a 3 contenedores de 60 l por necesidades espaciales. En todo caso deberán apilarse en orden decreciente de peso y volumen.
Todos los residuos almacenados se registrarán en la ficha de registro, que estará a disposición de las personas que realicen el transporte hasta el almacén de residuos en la cara interna de la puerta del almacén de residuos. La persona responsable de la gestión interna proporcionará y retirará estas fichas semanalmente para la gestión de las retiradas por parte del gestor externo.
El IACS tiene contratados los servicios de recogida y gestión de residuos biológicos y peligrosos con un gestor autorizado de residuos para llevar a cabo las retiradas y gestión de los residuos generados en el CIBA. La empresa dispone de la correspondiente autorización para la gestión de los residuos sanitarios y peligrosos. Con arreglo a las disposiciones legales en materia de transporte de mercancías peligrosas, la empresa dispone de consejero de seguridad. El IACS renovará periódicamente este contrato con idénticas condiciones para garantizar el servicio.
La empresa gestora de los residuos proporcionará al IACS los envases adecuados para el almacenamiento de los residuos sanitarios y peligrosos originados en el CIBA, reponiéndolos en cada recogida o en función de las necesidades del personal del CIBA. Análogamente se tratarán los etiquetados, debiendo proporcionar los adecuados para los residuos sanitarios y peligrosos generados en el CIBA. Asimismo, la empresa gestora se hará responsable de la adecuación de los embalajes y la carga de los envases de residuos.
La persona responsable de la gestión interna programará con el gestor autorizado de los residuos la retirada de los mismos con periodicidad semanal; se le informará para ello de la ubicación de los residuos a retirar, su tipología y la cantidad de envases de cada tipo. Se concertarán retiradas extraordinarias en caso de agotamiento del espacio de almacenaje o en caso de que, por causas ajenas al IACS, no se ejecutase la recogida periódica. Del mismo modo, por razón de servicio, podrán suspenderse recogidas periódicas cuando no fuesen necesarias.
El gestor autorizado elaborará los correspondientes “Documentos de Control y Seguimiento” o aquellos análogos u otros que sean necesarios para el cumplimiento normativo y de las condiciones establecidas en el contrato, que entregarán a la persona responsable de la gestión interna.