"Prevenciones Digitales. De las TIC a las TRIC" es un proyecto para promover el trabajo de los AIL de Andalucía sobre las adicciones invisibles, Ofrecer formación para entender las adicciones digitales y poder prevenirlas y, de esta forma, evolucionar del concepto TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) a TRIC, Tecnologías de la Relación, información y comunicación, donde se aporta una variable nueva. La Relación. Tanto la relación que se crea en torno a las TIC como la de cada persona con sus dispositivos TIC y del uso que hace del mismo.
El ‘factor relacional’ conecta los entornos Tecnológico, Informativo y Comunicativo, dando lugar a una comunidad que colabora y participa en el entorno digital no solo para generar contenido, sino para reflexionar y debatir sobre el mismo. En este sentido, la tecnología no significa lo mismo sin esa perspectiva relacional, es decir, adquiere otro sentido gracias al uso que las personas hacen de ella. En ese espacio tecnológico que parece promover una cultura digital participativa y un aprendizaje cooperativo, también se encuentran una serie de amenazas para los usuarios. “Este Factor Relacional contempla una doble vertiente, por una parte podemos verla como aquella que nos hace crear y mantener vínculos sociales y por otra como la ‘R’ de riesgos que nos pueden llevar al mal uso o al abuso de dichas comunicaciones. (Comunicación Digital, un modelo basado en el factor r-elacional, Marta lazo y Gabelas).
El mal uso que las personas hacen de la tecnología abarca el ciberbulling, el acoso a menores, las estafas online, la seguridad, la netiqueta, etc... En este proyecto nos vamos a centrar en la parte de adicciones digitales e hiperconexión a la que si se añade el anonimato hace que las personas sean más propensas a tener un uso problemático de internet y que estén más desprotegidas ante posibles adicciones al juego online, las apuestas, las redes sociales, las compras y el sexo online o pornografía. Se implementarán manuales, talleres, charlas y actividades formativas dirigidas a diferentes grupos de edad, con especial atención a adolescentes y jóvenes adultos, para promover un uso saludable y equilibrado de las Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación (TRIC).
M01: Plan de formación en competencias básicas para la vida.
M03: Observatorio.
M06: Programa de cualificación de las personas que conforman la Red de Guadalinfo.
M10: Catálogo de servicios formativos y de acompañamiento.
Jóvenes.
Menores/infancia.
Genérico.
AIL.
Un año de duración.
Iniciándose en mayo de 2024 hasta mayo de 2025. Posteriormente se renovará y actualizará anualmente con las mejoras o medidas necesarias.
Agentes de los Puntos Vuela:
David Sánchez (San Juan del Puerto)
Elena Vázquez (El Almendro)
Eva Escobar (Punta Umbría)
Guadalupe Brito (El Granado)
Iván. (Rociana del Condado)
José Antonio Mascareña (Isla Cristina)
Juan Sánchez (Villablanca)
Juan Antonio Cortés (Almonte)
Juana María Martín. Barriada El Rocío (Isla Cristina)
Vidala Pulido (Bonares)
Dinamizadores territoriales del Consorcio Fernando de los Ríos:
Miguel Ángel Espinar (DT Huelva)
Área de prevención de la Diputación de Huelva.
En un encuentro comarcal de puntos vuela de la provincia de Huelva charlamos sobre la necesidad de hacer un proyecto común. Realizamos una dinámica de brainstorming para buscar ideas de proyectos que nos motivaran a todas y todos los que formamos parte de la red. Cuando se nombró las adicciones digitales se hizo el silencio y fuimos conscientes de que esa era la temática que queríamos explorar y trabajar como colectivo.
En la era digital en la que vivimos, la tecnología ha transformado profundamente nuestra forma de interactuar, consumir, aprender y trabajar. Sin embargo, este avance tecnológico también ha dado lugar a nuevas formas de adicciones, muchas de las cuales pasan desapercibidas pero tienen un impacto significativo en la salud y el bienestar de las personas. Como Agentes de innovación Local de los Puntos Vuela somos testigos de primera mano de los desafíos que enfrentan tanto jóvenes como adultos en su relación con las tecnologías digitales. Desde el uso excesivo de redes sociales hasta la compulsión por las apuestas online, las adicciones digitales han emergido como una preocupación creciente en nuestra sociedad.
La tecnología tiene la capacidad de emancipar a los niños y niñas, de liberarlos, porque les da un acceso más libre y fácil al conocimiento. También podemos esperar que sea un factor de igualdad social real, porque da acceso al mismo conocimiento independientemente del entorno del menor que se conecte, independientemente del precio del dispositivo que utilice. Por primera vez, sobre un tema determinado, un niño o una niña puede saber más que su progenitores o su docentes.
Pero, como todo lo creado por las personas, la tecnología también puede utilizarse para confinar, alienar y someter. Muchas empresas usan estrategias nada éticas para captar la atención de los menores, en las que se utilizan todos los sesgos cognitivos para confinarlos a sus pantallas, controlarlos, volverlos a enganchar y monetizarlos. Nuestras hijas e hijos se han convertido en una mercancía y una nueva línea de desarrollo de algunas empresas digitales.
Este poblamiento del espacio digital por el menor, esta migración de lo real a lo virtual, se hace con demasiada frecuencia de forma aislada, sin supervisión y sin ninguna seguridad. Tenemos que darles la mano de nuevo, apoyarles mejor, protegerles mejor, devolverles su lugar. Los niños y niñas no son "pequeños adultos", necesitan jugar, necesitan que los adultos se olviden del móvil y les dediquen tiempo, necesitan hablar con las personas mayores y encontrarlos disponibles, en casa, en los parques, durante sus actividades, en las ciudades y en el campo:
Vivimos en un mundo en el que las pantallas y la tecnología digital desempeñan un papel fundamental. Los niños y niñas están muy expuestos a las pantallas (¡una media de 10 pantallas por hogar!), y a una edad cada vez más temprana, ya sea en casa, en la escuela, en el espacio público o utilizando los equipos de que disponen para sus propios fines.
Está surgiendo un claro consenso científico sobre los efectos nocivos de las pantallas en varios aspectos de la salud somática de niños y adolescentes. En particular, el uso de pantallas contribuye, directa o indirectamente, según una relación dosis-efecto, a los déficits de sueño, al sedentarismo y a la falta de actividad física, a la obesidad y a todas las patologías crónicas que se derivan de ella, así como a los problemas de vista (desarrollo de la miopía y posibles riesgos para la retina vinculados a la exposición a la luz azul).
La noción de "adicción a las pantallas" como tal aún no está reconocida por la ciencia, pero las "pantallas", y en particular el uso de las redes sociales, parecen ser, más allá de los beneficios que puedan aportar, factores de riesgo adicionales cuando existe una vulnerabilidad preexistente en menores o adolescentes, en particular depresión o ansiedad.
El acceso incontrolado del menor a las pantallas y la regulación inadecuada de los contenidos a los que pueden estar expuestos los menores, en términos de pornografía y violencia extrema, suponen un alto riesgo para su equilibrio, e incluso a veces para su seguridad, sobre todo si hay poco diálogo con los adultos. En términos más generales, plantean problemas sociales, como la difusión generalizada de determinados estereotipos o representaciones nocivas de las relaciones entre hombres y mujeres, la sexualidad y la "convivencia". Los peligros de la pedocriminalidad nunca han sido tan elevados, y están presentes en todos los espacios digitales en los que pueden encontrarse menores (videojuegos, foros y sistemas de mensajería en particular). informe Enfants et écrans, à la recherche du temps perdu (abril de 2024).
Somos conscientes del desarrollo a nivel social, económico y cultural que provocan las tecnologías de información y comunicación y más desde los puntos vuela. Al trabajar directamente con la ciudadanía las competencias digitales en un entorno muy cercano como las zonas rurales de Andalucía o las barriadas en riesgo de exclusión de las ciudades vemos el impulso que las nuevas tecnologías provocan en el territorio. Palpamos la realidad de los efectos que las tecnologías provocan en nuestros vecinos y vecinas y también de los riesgos que corren ya que desgraciadamente también somos testigos de situaciones de mal uso y adicciones a través de estos medios digitales. Es una cuestión de responsabilidad formarnos y ser un medio de prevención y conciencia de este mal que puede afectarnos a cualquiera y no solo individualmente sino como sociedad.
Promover el uso saludable de las TIC en Andalucía, enfocándose en la prevención de riesgos asociados al uso excesivo y en fomentar una relación equilibrada con las TIC entre la ciudadanía.
Formar y dar herramientas a los AIL de Andalucía para trabajar en torno a las prevenciones digitales con las personas usuarias de sus centros.
Prevenir a madres y padres sobre el uso de las pantallas y sus riesgos en los menores.
Promover la reflexión y el buen uso de las TIC por parte de los jóvenes proporcionando alternativas a la hiperconexión.
Recopilar datos de uso de las personas usuarias de los centros.
Definición del proyecto y búsqueda de colaboradores. 1 Mes.
Búsqueda de información.
Selección y definición del problema.
Reunión con colaboradores.
Redacción del proyecto
Realización de la guía para AIL. 2 meses.
Formación de AIL. 2 meses.
Elaboración de un site repositorio. 1 mes.
Programación de la guía por parte de los AIL. 7 meses.
Cuestionario para la ciudadanía. 1 mes.
Recopilación de datos y finalización del proyecto. 1 mes
Aplicación de mejoras y reinicio del proyecto. 1 mes
Nº de AIL formados (60).
Nº de actividades programadas (200).
Nº de provincias distintas que relizan actividades (6).
Nº de personas participantes (1000).
Cuestionario de satisfacciones de las actividades (4 sobre 5).
Encuestas realizadas (2000).
Colaboraciones con grupos de interés (20).
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Son necesarios recursos propios del programa Puntos Vuela como recursos humanos y tecnológicos de los centros así como de la Diputación de Huelva que proporciona personal para formar a los AIL y actividades ya estructuradas y dirigidas a padres y madres y a los menores de 10 a 16 años. Además existen muchos recursos e contenido por otras entidades como las FAD o el Ministerio de Sanidad que se deben recopilar para tener un repositorio a disposición de quien quiera plantear nuevas acciones con este mismo fin.