La adolescencia es un periodo en el que nuestras hijas e hijos aprenden pautas de comportamiento que posteriormente se consolidan en la vida adulta. En la actualidad, una mayor inclusión de las y los menores en la vida social por parte de familias y medios de comunicación y una vida social acelerada, han provocado que algunos comportamientos y roles sociales comiencen a más temprana edad. Sin embargo, no debemos olvidar que la adolescencia es un periodo vulnerable donde todavía no se han desarrollado todas las competencias y habilidades sociales y de protección para la vida. En el caso del juego de apuestas, una percepción de que esta conducta es aceptada en la sociedad y una presencia y accesibilidad constantes contribuyen a esta normalización y a un posible inicio a temprana edad.
Detectar el juego online no es sencillo. A menudo sucede en la intimidad y a través de dispositivos que pueden hacer todavía más difícil para padres y madres conocer lo que está ocurriendo y a qué nivel. Sin embargo, hay ciertos indicadores que pueden informarnos o alertarnos de que algo está ocurriendo. Ante todo, debemos prestar atención a los cambios y señales. Un conjunto de conductas no habituales producidas en el comportamiento, o incluso en su forma de relacionarse con sus progenitores o con sus amistades pueden ser signos de juego online.
Algunos de estos cambios se manifiestan en forma de indicadores reconocibles o señales "observables" de que pudiera estar desarrollando un problema con el juego online. Estas primeras señales son oportunidades para hablar y mostrar nuestra posición contraria al juego. Aun así, existen otras señales más sutiles, a las que también conviene prestar atención. Muchos de estos indicadores invisibles o indirectos también son válidos para descubrir un uso abusivo de apuestas. Estas señales se relacionan con:
👉El propio juego de apuestas, juego online y/o deportes.
👉Cambios en hábitos y rutinas.
👉Cambios en el estado físico y/o en el estado de ánimo.
A continuación, se muestra al detalle estos indicadores en estos cuatro apartados:
Sin embargo, que detectemos uno o varios de estos cambios o indicadores, no significa necesariamente que exista un problema de juego. Para ello, tenemos que tener cautela, sobre todo cuando las señales no son evidentes. Para ello, tenemos que observar más allá de nuestro hijo o hija y de nuestras creencias sobre él o ella. Solo una confirmación a través de una evaluación más profunda y nuestro "ojo clínico" como padres y madres, unido a hablar abiertamente con nuestra hija o hijo, e incluso yendo a la consulta con profesionales, podrá ayudarnos a diferenciar un acontecimiento relacionado con su periodo evolutivo adolescente de un problema de juego de apuestas.
Además, de forma paralela a estos indicadores, es fundamental prestar atención a otras fuentes de información que nos permitirán complementar la misma y contrastar posibles incongruencias.
Amistades
generalmente el o la adolescente se inicia en las apuestas dentro del grupo de iguales. Es poco probable que realice apuestas en solitario en las primeras fases de juego. Para ello, es interesante conocer y escuchar a su círculo de amistades (sus hábitos, actitudes, experiencias pasadas, etc.).
El ámbito académico
profesorado y compañeras y compañeros de clase pueden ser buenas fuentes de información. Es habitual que comenten en este entorno sus actividades de apuesta y sus posibles ganancias. Acudir al menos un par de veces durante el curso a una tutoría es una buena práctica, así como preguntar por nuestro hijo o hija más allá del rendimiento académico.
La "huella digital" en la adolescencia
se entiende "huella digital" como el rastro que la persona deja en el mundo online a través de sus interacciones con sitios web, instalación de aplicaciones, publicaciones en redes sociales, contenidos que publica, etc. De esta manera, la "huella digital" puede ser una buena fuente que permita conocer diálogos o comentarios que reflejen acciones de apuesta, actitudes favorables hacia el juego, visitas a webs y casas de apuestas, etc.
Nuestra actuación dependerá en gran manera de en qué momento del proceso se encuentre nuestra hija o hijo. Es decir: si el problema es inicial, si todavía es incipiente y puede corregirse con ciertas pautas de contención, o si nos encontramos ante un problema más serio.
Para poder actuar de la manera más adecuada, es fundamental conocer el grado de severidad del problema. La primera recomendación ante una sospecha razonable será consultar con profesionales de la psicología especializados.
Otra consideración a tener en cuenta es la siguiente. En el caso de juego de riesgo o problemático, una vez que como familiares detectamos el caso, pueden darse tres situaciones:
👉Que nuestro hijo o hija niegue el problema.
👉Que acepte que tiene un problema con el juego, pero exprese no necesitar tratamiento.
👉Que acepte ir a tratamiento, pero solo para complacer a la familia.
Por ello, uno de los objetivos fundamentales -común a las tres situaciones- será que nuestro puente de comunicación con nuestro hijo o hija se mantenga. Es decir, mantener en todo momento un diálogo abierto, intentando evitar que se cierre en banda al sentir que se le cuestiona, se le presiona, o se le acorrala, hasta poder "hacerle viajar" desde la posible negación hasta la aceptación del problema.
Otro objetivo primordial será conocer y determinar la gravedad y extensión del problema con la finalidad de poder transmitir información a las personas especialistas y también ajustar nuestra propia actuación (ej. ¿es un juego inicial o prolongado en el tiempo?, ¿apuesta en compañía o en soledad?, ¿apuesta frecuentemente o esporádicamente?, ¿se han producido ya mentiras, engaños, préstamos de dinero o robos?, etc.).
Sin embargo, el objetivo principal será acercar a nuestro hijo o hija hacia el tratamiento psicológico. Afrontar un problema de juego, incluso en momentos precoces, a menudo requiere cambios o ajustes en la forma de relacionarnos dentro de la familia. Estos cambios están dirigidos a la cohesión de los miembros de la familia ante el problema, y a la mejora del clima familiar a través de técnicas de comunicación, resolución de problemas, manejo del estrés y establecimiento de normas y límites. No es sencillo y a veces no es posible cambiar las dinámicas familiares desde dentro de la familia. Por ello, es aconsejable acudir a una persona especialista para que aporte una visión externa, identifique los aspectos a mejorar, proporcione pautas y guíe el entrenamiento.
En primer lugar, es necesario buscar un momento adecuado y un lugar tranquilo, que asegure la privacidad e intimidad, donde podamos comunicarnos desde la calma y con un espíritu constructivo para la búsqueda de soluciones.
Es recomendable hablar abiertamente sobre el tema, sin dar rodeos y también evitando caer en el monólogo parental o en el sermón. Estos diálogos son una buena oportunidad para reestructurar algunos pensamientos y creencias distorsionadas sobre el juego, así como intentar neutralizar la presión grupal del círculo de amistades. Esta conversación o conversaciones contribuirán también a comprender las circunstancias que rodean a la conducta de apuesta, sin temor a preguntarle directamente a nuestra hija o hijo (ej. ¿es juego experimental?, ¿alguien te presiona?, ¿juegas para evitar otros problemas?, etc.).
Además, existen algunas técnicas de comunicación positiva que nos permitirán que ese "puente" se transite. Entre otras, apuntamos las siguientes:
Posteriormente, habremos de nuevo de contrastar la información obtenida con otras fuentes de información: amigos/as, profesorado, historiales de navegación, etc.
En todos los casos, y a modo de resumen, las familias pueden seguir unas pautas básicas, que serán de ayuda hasta que la situación pueda ser atendida por servicios especializados. Se muestran en la siguiente tabla.
De la misma manera, es deseable mantener la calma y tener paciencia. En muchas ocasiones las conversaciones con nuestro hijo o hija no tendrán un efecto de "charla milagrosa" que producirá un cambio o motivación al cambio inmediata. Pero nuestra calma y paciencia debe basarse en el conocimiento de que la recuperación a través de un tratamiento psicológico es posible.
En casos todavía iniciales que no presentan criterios de adicción, quizás baste con trabajar la concienciación de nuestro hijo o hija sobre los riesgos y consecuencias que ya está teniendo el juego en su vida y su motivación hacia el cambio, monitorizando o controlando su manejo económico y promoviendo o sugiriendo actividades de ocio alternativo, incompatibles con las apuestas, que impliquen, además, un cambio o ampliación de su círculo de amistades y red social.
En otras ocasiones, en las que el problema se encuentra más desarrollado, la colaboración o motivación para el cambio no será la deseable -e incluso, será indeseable: desafiando, negando el problema, frustrando posibles soluciones, etc.-, lo que pondrá a los miembros de la familia en una tesitura que conviene conocer para anticipar.
Para finalizar, y una vez decidida la necesidad de comenzar un proceso de tratamiento psicológico, es preciso conocer algunos aspectos que ayudan o dificultan el éxito del mismo. Para ello, en este anexo 1 se apuntan algunos de los indicadores que sustentan el buen pronóstico de una intervención y que incrementan las posibilidades de recuperación.
Cuando se detecta un problema de juego, se puede acudir al centro de atención primaria de referencia y desde allí nos derivarán al recurso más adecuado.
También existen dos servicios telefónicos en el ámbito nacional en los que nos pueden orientar y dar algún recurso más especializado de nuestra zona, ya que en cada una de las Comunidades Autónomas existen tanto centros de atención de adicciones coma asociaciones de personas jugadoras rehabilitadas que cuentan con programas terapéuticos y profesionales especializados:
Servicio de Información y Orientación de FAD (SIOF)
☎️ 900 16 15 15
Federación Española de Jugadores de Azar (FEJAR):
☎️ 900 20 02 25
Asociación de Jugadores Anónimos:
💻 https://www.jugadoresanonimos.org/
Red de atención a las adicciones (UNAD):
Servicio de prevención de adicciones (PAD):
💻 https://serviciopad.es (Madrid)
Registro de Interdicciones de la DGOJ (Restricción de acceso al juego online):
💻 https://ordenacionjuego.es/es/rgiaj
Buscador de recursos públicos cerca de ti (PNSD):