La enseñanza de la lectura como puente hacia el aprendizaje
Por María Belén Oliva
Vicedecana de la Facultad de Lenguas Universidad Nacional de Córdoba (UNC)

La enseñanza de la lectura como puente hacia el aprendizaje

María Belén Oliva

Vicedecana de la Facultad de Lenguas Universidad Nacional de Córdoba (UNC)


Las pruebas Aprender 2021 revelaron una situación innegable con relación a las bases de la educación argentina hoy: nuestros estudiantes encuentran grandes dificultades para comprender textos escolares y académicos. Esto es motivo de preocupación generalizada puesto que un alumno que no comprende lo que lee no decodifica el mensaje propuesto por los textos de cada asignatura y en consecuencia no aprende. En otras palabras, estas limitaciones vinculadas a la lectura impactan en el rendimiento y progreso escolar.

En un intento de dar algún tipo de respuesta a esta situación, desde la Facultad de Lenguas, Universidad Nacional de Córdoba, un grupo de docentes-investigadoras estudiamos el impacto que la implementación de un enfoque pedagógico, denominado Leer para Aprender, tendría en nuestros alumnos de la escuela primaria y secundaria.

Esta metodología vinculada a la instrucción de la lectura incluye estrategias muy sencillas que actúan como vehículo para la comprensión textual y el posterior aprendizaje. En este escenario el docente es protagonista en tanto provee el andamiaje del que se asirá el alumno para incorporar modelos textuales de cada disciplina (estructuras retóricas y selecciones lingüísticas prototípicas), los comprenderá y se apropiará de los contenidos. Asimismo, el docente se sitúa en la posición de sus estudiantes y descifra de antemano cuáles serán los conceptos complejos que ameritan un tratamiento particular al trabajar los textos en el aula.

Uno de los pilares fundamentales del enfoque es la seguridad que el estudiante, sobre todo el niño, adquiere al aplicar el método. Es así como se entablan diálogos de preguntas simples (y hasta obvias) sobre el texto para que el estudiante gane confianza dando respuestas satisfactorias a su maestro; de esta forma el alumno siente que es capaz de interactuar en el aula como lo hacen sus otros compañeros. La seguridad es el primer paso; de allí se va construyendo la comprensión global y detallada del texto y finalmente se alcanza el aprendizaje. Sabemos que la confianza del niño es el cimiento para lograr aprender, y por el contrario, la inseguridad en un estudiante bloquea el aprendizaje. El método implica en cierta medida un cambio de paradigma de la lectura comprensiva ya que se propone el abordaje de los textos desde una mirada de acompañamiento absoluto del estudiante al enfrentar un texto. En resumen, el docente “lleva de la mano” al estudiante en el aprendizaje de la lectura ya que esta no es innata y requiere un proceso de instrucción adecuado.

Habiéndonos capacitado en el desarrollo de la pedagogía Leer para Aprender, nos embarcamos en una prueba piloto en las escuelas de la ciudad de Córdoba. El principal objetivo fue analizar si esta metodología resultaba efectiva en mejorar el rendimiento académico de los alumnos participantes, pero el fin último es la búsqueda de superar, quizás a largo plazo, la desigualdad evidente en la educación argentina. Los resultados han sido positivos en todos los casos, y es por eso por lo que nos propusimos transferir este nuevo enfoque a los docentes interesados para que ellos puedan aplicarlo en sus aulas y así se multipliquen los resultados exitosos de esta investigación-acción. En los últimos años pudimos brindar talleres a maestros, profesores y directivos de las instituciones educativas, pero nos encontramos con restricciones de tiempos y espacios acotados. Este año ofreceremos de manera gratuita y con modalidad virtual un taller práctico sobre la pedagogía para que no haya límites ni espaciales ni económicos y que todos los docentes que así lo deseen puedan tomarlo.

Sostenemos que este modelo de alfabetización intenta “democratizar la educación” a través de la inclusión de todos en el aprendizaje, en particular de aquellos alumnos con rendimiento bajo que se paralizan ante un texto escolar. Es nuestro deber abrir las puertas a la enseñanza eficaz de la lectura como fuente de conocimiento para todos y cada uno de los estudiantes.