La improvisación: es uno de los elementos esenciales del jazz. Improvisar es componer la música al tiempo que se interpreta, pero no parten de cero, se improvisa sobre melodías, armonías y ritmos que se conocen de antemano.

El ritmo: el jazz se caracteriza por su riqueza y complejidad rítmica, basada  en la polirrítmia en los contratiempos y sobre todo en el uso de la síncopa que es la acentuación de los tiempos débiles del compás.

Uso de las notas "blue": que consiste en interpretar un semitono más grave las notas tercera, quinta y séptima de una escala diatónica.

La instrumentación se caracteriza por: la forma de interpretar en los instrumentos imitando el canto vocal, la revalorización de los instrumentos de viento- metal, la incorporación del saxofón y el uso de las sordinas.

El jazz es un género musical nacido en la segunda mitad del siglo XIX en Estados Unidos, que se expandió de forma global a lo largo de todo el siglo XX.

    El género se desarrolló a partir de las tradiciones de África occidental, Europa y Norteamérica que descubrieron su crisol entre la comunidad afroamericana asentada en el sur de Estados Unidos.