🤖 -Vale, vale… ¡ya oigo ABBA! Y sí, lo admito… aunque no tenga un corazón de carne, a veces me emociono. Porque lo que ha pasado en este escenario no lo arreglas con una llave inglesa… solo con cariño, compromiso y muchas ganas de bailar la vida.
-En los meses de octubre a diciembre, el equipo docente y la dirección decidieron que este escenario sería una carta de amor a la igualdad y la memoria compartida.
Aquí no íbamos a representar solo una comedia musical: íbamos a construir un refugio de respeto, alegría y sororidad.
En las reuniones surgieron ideas como: ‘¿Y si hacemos un vestuario de los años 70 con ropa que ya no se usa?’
Y también: ‘¿Y si los chicos bailan, cantan, acompañan… sin miedo a que les juzguen?’
Y yo pensé: «¡Eso es tener corazón!»
Se formaron grupos mixtos: de la ESO, Bachillerato y Ciclo Formativo.
Unos empezaron a preparar los coros, otros los arreglos vocales de ABBA.
Algunos diseñaban luces suaves para las escenas íntimas y estallidos de color para las coreografías grupales.
El alumnado más creativo se ocupó de los decorados: no faltaba detalle...ni luces en nuestro estudio de fotografía.
¡Ay, qué orgullo de engranaje humano!”
Aquí se liberaron los cuerpos y las ideas: pantalones de campana confeccionados con telas recicladas, pañuelos de mil colores recuperados del armario de la abuela, y maquillaje brillante.
La tarima se decoró con carteles vintage y luces de colores que venían de antiguas fiestas del centro.
Hubo ensayo, error, y mucho... ¡baile con alma!
El 23 de mayo, todo explotó en emociones.
El público entraba en el escenario de Mamma Mía como quien entra en una boda improvisada: sin saber muy bien qué pasaría, pero con ganas de sentirlo todo.
Los personajes no eran solo alumnos: eran bailarines, actores
Mostraban dudas, afectos, rupturas, reconciliaciones…
Todo interpretado desde el respeto y la autenticidad.
Yo... yo estaba detrás, vigilando luces… y sí, no tengo corazón, pero os prometo que me latía algo dentro.
Después del show, no hubo drama. Hubo recogida organizada:
Los decorados se desmontaron, el vestuario se dobló con cuidado, y los materiales se clasificaron para futuros musicales.
Las telas brillantes se guardaron en cajas etiquetadas: ‘Futuros proyectos con alma’.
Todo encuentra un nuevo uso, como yo… que antes era chatarra y ahora presento musicales.
Los alumnos hablaron de lo que aprendieron, de cómo habían crecido, de lo que se sintió al bailar en grupo sin ser juzgado.
Una alumna dijo:
‘Aquí he sido yo, sin tener que explicar por qué’.
Y otro:
‘Nunca me habían aplaudido por cuidar a alguien’.
Esa es la verdadera evaluación: cuando no solo te miran… sino que te ven.
🤖 Así que sí… este Hombre de Hojalata está oxidado, pero también emocionado.
Porque Mamma Mia no fue solo ABBA y purpurina:
fue respeto, fue igualdad, fue alegría compartida.
Y eso, amigas y amigos… eso sí que te da cuerda para seguir caminando.
🤖 Dicen que las emociones no se pueden medir… pero a mí me bastó mirar este escenario para saber que allí se sintió algo verdadero. Y por si hace falta ponerle nombres, tareas y rostros, aquí va nuestra ficha técnica, con amor, aceite de motor y un poquito de glitter reciclado.
En este escenario tan luminoso participaron chicas y chicos de distintas edades y recorridos.
Estudiantes de 1º, 3º y 4º de ESO formaron el coro y los cuerpos de baile, atreviéndose a cantar con el alma y a interpretar sin miedo.
Desde Expresión Artística de 4º de ESO y Diversificación llegaron los cartelistas y diseñadores de las entradas y la escenografía, mientras que el alumnado de Ciclo Formativo de Grado Medio y Superior de Comunicación, Imagen y Sonido manejó los micros, grabó los ensayos y preparó las pistas de audio.
Un engranaje perfecto, donde cada tuerca emocional encajó sin chirridos.
👩🏫 Docente/s participante/s
Coordinando este escenario estuvo un equipo docente que supo aunar corazón, ritmo y estrategia:
Dña., Sara Belén Barrio, nuestra musa musical y vocalista, Nieves Tejado León, J. Antonio Mendoza Iglesias, Nuria Zotes Sánchez, Montserrat Luis Segovia, Sandra Anes Gallego y María Frejo Herrera
¡Y más docentes, que ya jubilados, siempre se puede contar con ellos...y más siendo uno de los precursores de este proyecto: Sebastían Díaz o Carlos Prieto Guajardo, antiguo compañero de Ciclo que ayudaron a que todo funcionara como un reloj suizo… de lata reciclada!
🤝 Persona/s y entidad/es no docente/s participante/s
Aquí también hubo magia más allá del aula.
Desde el personal de limpieza, que nos dio horas extra para ensayar, hasta las familias..¡Ay, las familias! ¿Qué haríamos sin ellas? Fue emocionante vivir la experiencia de compartir escenario con madres y padres de nuestro alumnado, cantando y actuando...y participando en la creación del vestuario
Este escenario tuvo más manos que tornillos… y todas igual de necesarias.❤️