Patricia Falcón

A menudo se habla sobre el feminismo y el machismo, y cómo esto nos afecta. Pues bien se sabe que las conductas machistas mancillan el nombre de la mujer, y esto ocasiona que los más pequeños adopten actitudes inadecuadas. Estos comportamientos no solo vienen ligados a la educación que sus progenitores les den, sino también a lo que experimenten en su círculo de amigos o en la escuela, o incluso a la música que escuchen. Algo que está bastante normalizado es que un destacado tipo de música, el Reggaeton, utilice un lenguaje el cual discrimina a la mujer utilizando expresiones como “Estoy enamorado de cuatro babys/Siempre me dan lo que quiero/Chingan cuando yo les digo ninguna me pone pero” o “A ella le gusta que le den duro y se la coman/Y es que yo quiero la combi completa/¡Qué! chocha, culo y teta”. También cabe destacar, que no todas las canciones son así de insolentes.


Una situación un tanto machista que se ha viralizado recientemente, ha sido esos cantos machistas que se decían a través de las ventanas del Colegio Mayor masculino Elías Ahuja, en plena Ciudad Universitaria de Madrid, las cuales estaban orientadas al Colegio Mayor femenino Santa Mónica. Es cierto que el vídeo está sacado de contexto, pero siguen siendo comentarios hirientes los cuales pueden o no, llegar a afectar a alguna mujer. También, se sabe que hay un vídeo de algunas colegialas de Santa Mónica respondiendo a dichos comentarios, puesto que los estudiantes de ambos colegios están de acuerdo en que es una tradición para comenzar el año escolar y, aclaran que todos se conocen.


Continuar recreando las tradiciones es algo usual en nuestra raza. En cambio, hemos abolido muchas de ellas porque eran absurdas o nos afectaban de cierto modo. Entonces, ¿por qué seguimos con tradiciones como éstas, las cuales discriminan a la mujer?