Laura Ballesteros

El pasado 2 de octubre, decenas de chicos del colegio mayor masculino Elías Ahuja vociferaron insultos machistas como ninfómanas o putas a sus compañeras del Colegio Santa Mónica situado justo enfrente. El caso se ha hecho viral en las redes sociales donde, además de compartirlo, los usuarios expresan su apoyo o rechazo por la actuación de los jóvenes. Algunos argumentan que todo es una tradición y, por tanto, no tiene importancia. Mientras, los que se oponen a esta actitud recalcan el machismo indudable que reflejan los gritos de los estudiantes. ¿Una tradición universitaria o una incitación a la violencia de género?

Es evidente como estos alaridos generan odio y atentan contra las mujeres. El hecho de que, como afirman algunos, estos cánticos sean una tradición no hace que estén bien y se deban respetar por siempre. Al igual que la sociedad evoluciona, nuestras tradiciones también deberían hacerlo. Además, si esta escena fuera irrelevante y normal, no habría causado tanto revuelo entre la sociedad. Incluso políticos, como el presidente de España Pedro Sánchez o la ministra de igualdad Irene Montero se han postulado a favor de las universitarias de Santa Mónica, calificando la escena de terrible y a sus autores de machistas intolerables. También, el director del colegio mayor, Manuel García Artiga, ha condenado estas expresiones, expresando que van en contra totalmente de los valores del colegio mayor y, por tanto, ha tomado medidas contra los colegiales involucrados. La cuales espero que sirvan para hacer recapacitar sobre lo ocurrido a ellos, y a todos esos jóvenes que aunque no se han viralizado tanto, cometen delitos similares.

Este suceso, nos ayuda a comprender la carencia de educación que tienen algunos jóvenes y que el machismo sigue estando muy presente en nuestro día a día, hasta el punto de que las víctimas lo consideran una tradición.