El trabajo con fuerzas militares nacionales y extranjeras que apoyan la acción humanitaria se basa en principios y directrices. Aunque cada documento orientador se desarrolló en diferentes momentos y con distintos propósitos, la mayoría de los principios coinciden.
Las Prácticas Recomendadas para una Coordinación Civil-Militar Humanitaria Eficaz de los Recursos Militares Extranjeros (RME) en Desastres Naturales y Provocados por el Hombre recogen la mayoría de los principios transversales. El documento delimita las fases y los componentes integrales del apoyo militar a la acción humanitaria y orienta la integración de los RME para apoyar las operaciones de socorro humanitario. Las áreas de enfoque son: preparación, despliegue, empleo, transición y monitoreo y evaluación. En cada área de enfoque, las prácticas consideran los diversos niveles de interacción civil-militar humanitaria potencial: internacional, nacional, subnacional y local.
Como regla general, los actores humanitarios, los Estados afectados y los Estados que brindan asistencia deben invertir en una mayor capacidad civil en lugar de depender del uso ad hoc de los RME.