El DIH, o Derecho Internacional Humanitario, es un marco jurídico que rige los conflictos armados, con el objetivo de mitigar el sufrimiento causado a civiles y combatientes y de preservar la dignidad humana durante los tiempos de guerra. También conocido como el derecho de guerra o el derecho de los conflictos armados, el DIH establece normas y principios que buscan limitar los métodos y medios de combate y proteger a quienes no participan o ya no participan en las hostilidades, incluidos civiles, personal médico y prisioneros de guerra.
Incluye tanto el derecho basado en tratados, como las Convenciones de Ginebra, como el derecho internacional consuetudinario, que refleja prácticas establecidas y normas aceptadas entre las naciones. Al promover la distinción entre civiles y combatientes, prohibir actos de crueldad innecesaria y proporcionar salvaguardias para los heridos, el DIH desempeña un papel fundamental en la defensa de los valores humanitarios en tiempos de conflicto armado.
La protección tiene un significado diferente para distintas personas e instituciones. En la acción humanitaria, la protección requiere un enfoque estratégico, integral y colectivo. El Clúster Global de Protección hace referencia a la Centralidad de la Protección, un concepto que responde a la creciente vulnerabilidad de las personas afectadas por las crisis.
El Estado tiene la responsabilidad principal de proteger a sus civiles, lo cual lleva a cabo a través de estructuras como la policía, el ejército, la administración local, los sistemas de justicia, entre otros. Estas obligaciones también se extienden a actores armados no estatales y autoridades de facto.
Cuando el Estado no puede o no quiere cumplir con estas obligaciones, la acción humanitaria basada en principios tiene un papel que desempeñar en la protección de las personas. Diferentes organizaciones tienen mandatos específicos para centrarse en grupos particularmente vulnerables, como los niños o los refugiados, y ofrecen servicios de protección específicos, como el registro de tierras o servicios para sobrevivientes de abusos sexuales.